Investigadores de todo el mundo han probado técnicas que incluyen filmar a personas cuando duermen monitoreando todos sus movimientos.Ademas, en la actualidad, se está desarrollando diversos sistemas que usan cámaras de profundidad infrarrojas que pueden detectar la posición de una persona en el momento del sueño. La conjetura principal es cómo influye la postura corporal en el dormir.
En Dinamarca, se emplearon pequeños sensores de movimiento en las piernas, espaldas y brazos en voluntarios para establecer sus posiciones favoritas. Encontraron que durante el tiempo que pasaban en la cama, la gente estaba un poco más de la mitad del tiempo de lado, el 38 por ciento durmiendo boca arriba, y el 7 por ciento boca abajo.
Esta preferencia por dormir de lado es algo que desarrollamos solo cuando nos hacemos mayores, porque los niños de más de tres años duermen en promedio la misma cantidad de tiempo de lado, boca arriba y boca abajo. Los bebés, en cambio, duermen mayormente sobre la espalda porque se los pone así en la cuna por razones de seguridad.
Un estudio de observación a pequeña escala en la que los voluntarios podían dormir como quisiesen encontró que quienes lo hacían del lado derecho dormían un poco mejor que los que dormían sobre el lado izquierdo, seguido de aquellos que dormían boca arriba.Otra investigación, indagó sobre cómo dormían los marineros que trabajaban en un barco carguero y encontró que los problemas respiratorios, como los ronquidos, eran más comunes cuando los marineros dormían boca arriba. En ese aspecto, algunos ronquidos son causados por apnea obstructiva del sueño severa, en la que la respiración se detiene y recomienza cuando la persona duerme.
En cambio, dormir de lado ayuda a despejar las vías respiratorias superiores y evita que la úvula ( y la lengua obstruyan la garganta, lo cual reduce los ronquidos. De hecho, en algunos casos, cambiar de dormir mayormente boca arriba a dormir de lado resuelve el problema de la apnea del sueño por completo. Pero esto no significa que dormir de lado funcione siempre. En Australia, observaron una habitación por 12 horas por noche, con voluntarios, con cámaras y encontraron que aquellos que decían que se levantaban por lo general con el cuello duro pasaban más tiempo en lo que los investigadores llamaron “posiciones para dormir de lado”.
En este contexto, el dormir de lado es una posición torcida. Por ejemplo, con un muslo pasando por encima del otro y la columna girada. Sin embargo, la gente que duerme en una posición de lado más recta, y con más apoyo, reportó menos dolor de cuello. Lo que el estudio no pudo descifrar es si la posición de lado causaba el dolor de cuello o la gente adoptaba esa posición porque era la única cómoda por el dolor de cuello.
Finalmente, en un estudio llevado a cabo con personas mayores que estaban haciendo un programa de entrenamiento en Portugal, se les pidió a aquellos pacientes con dolor de espalda que durmiesen de lado, y a aquellos con dolor de cuello que trataran de dormir boca arriba. Cuatro semanas después, el 90% de los participantes dijo que sus respectivos dolores habían disminuido en todos los casos. En conclusión, las posturas corregidas son la solución para el descanso corporal.
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por R.N.
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