Friday 6 de December, 2024

COSTUMBRES | 01-03-2022 00:11

Dónde llevar a los chicos después de las vacaciones

Al final del verano, la ciudad y alrededores bullen de propuestas para entretener a los niños. Cinco ideas para disfrutar.

Sí, las vacaciones terminaron en muchas provincias. Pero al verano todavía le queda un trecho, y Buenos Aires y sus alrededores están llenos de propuestas para entretener a los niños. Al aire libre o bajo techo, pero siempre con la consigna de alejarlos de las pantallas, estimularlos en el juego y descargar energías.

De caminatas y escaladas.

Es un verdadero hallazgo. En González Catán, hace casi 40 años el empresario Antonio Campana creó Campanópolis. Con un diagnóstico de cáncer que lo hizo decidir dar un vuelco a su vida, a mediados de los ´80, este empresario se abocó a construir una aldea medieval en un predio de 220 hectáreas que había sabido ser tosquera, base de las pistas del aeropuerto y relleno sanitario.

Durante casi dos décadas erigió castillos, casas que parecen salidas de cuentos y edificios de lo más fascinantes, todo con materiales de demolición y objetos antiguos en nuevos usos. El resultado es un paseo increíble que invita a un viaje en el tiempo y la imaginación. Hay plazas, una laguna, callejones, museos, casitas inmersas en un bosque y los más atrevidos sueños arquitectónicos, a medio camino entre el espíritu de Antonio Gaudí y el Walt Disney. Dato vital: solo se puede acceder con reserva previa y la visita es con guías.

Hacia la zona de Tortuguitas, en Zona Norte, Alto Parque es otra opción para pasar un día al aire libre. Ubicado dentro del Tortugas Open Mall, es un parque en altura para niños y jóvenes. “Proponemos un entretenimiento que combina destrezas físicas con actividades sensoriales, jugando en altura y con diferentes efectos que despiertan los sentidos”, describen desde el emprendimiento. Sus 700 mts2 tienen espacios cubiertos y descubiertos, y en ellos hay palestras temáticas, 60 juegos colgantes, caída libre adaptada para niños (de 6 metros) y actividades lúdicas experimentales con efectos como iluminación, sonidos y proyecciones para combinar tecnología, ejercicio y fantasía. Desde 1,20 mts de altura, todos los niños son bienvenidos.

Comer y jugar

En los 2000 fueron un clásico idolatrado por muchos padres: los restaurantes con juegos para chicos eran furor y permitían que los adultos comieran en paz. Y aunque este modelo fue quedando en desuso, en el último tiempo ciertos espacios recobraron la idea.

Con locales en Olivos, Martínez y San Isidro, el restaurante Blossom ofrece un Kids Club muy aplaudido. Mientras los padres pueden comer carnes, empanadas y pizzas salidas de su horno de barro, una niñera cuida a los chicos durante toda la estadía. Hay área de tablets, metegol, sección de arte y espacio lúdico en un ambiente decorado como el sueño de cualquier niño para su cuarto. Y el plan puede ir más allá de un almuerzo: Blossom ofrece desde desayuno a cena, y se destaca su pastelería y también sus tragos. En el local de San Isidro, además, cuentan con una heladería (llamada Dolce) en la planta baja, sumando puntos para el plan con los más chicos.

En Pilar, Terrazas al Lago Restó, Grill & Bar es otro espacio que contempla la diversión de los chicos en su premisa. Inaugurado en diciembre pasado, ofrece una cocina internacional con toques patagónicos. En el club de campo Pilar Patagonia, “el lugar fue la inspiración para lograr esta carta: inmediatamente me trasladó a la Patagonia, por lo que era inevitable derivar en entradas, platos, postres y productos de esa región”, ilustra el chef Emiliano Cafiso. Y en el entorno de más de tres mil árboles añosos aparecen los Juegos del Bosque: con un encargado de supervisarlos, los chicos pueden jugar entre construcciones de madera, inflables, hamacas, bloques y hasta figuras de calesita, todo a metros de los padres.

En la ciudad

Y también hay diversión dentro de la ciudad. En el Intercontinental Buenos Aires, por ejemplo, proponen el programa Hello Kids, una escapada en familia. El paquete contempla seis momentos: uno de descanso, con una noche de alojamiento en una habitación Premium Twin para dos adultos y hasta dos menores de 12 años; uno de creación, donde se incluye un set para jugar decorando cookies y cupcakes; uno de despertar, con desayuno en el cuarto con sorpresa para los más chicos; uno de pintar, donde se regala un mapa gigante ilustrado para colorear; uno de relajar, en el que se entrega una bomba de agua para divertirse en el baño; y uno pensado para inmortalizar la experiencia, ya que al check in se ofrece una cámara de fotos instantánea.

La estadía también incluye cochera, acceso a la piscina cubierta climatizada, late check out y juegos adicionales a pedido. El valor es de $20.649 + IVA, aunque puede hacerse un “dream upgrade” en el que el alojamiento es en una Junior Suite con el agregado de carpa de indios estilo tipi y un desayuno en modalidad picnic para toda la familia. Esto cuesta $29.999 + IVA.

Para más opciones dentro de la ciudad, la cuenta @buenosairesparachicos es ideal. Creada en 2015 primero en Facebook y luego en 2016 en Instagram por Alejandra Campomar, abogada y gestora cultural, comenzó como una forma de compartir los programas interesantes que encontraba para hacer en la ciudad con su hijo pequeño. Hoy madre de tres, se convirtió en una referente para sus más de 229.000 seguidores, con los que comparte datos, tips y propuestas para disfrutar con los más chicos. Su blog, la otra pata del emprendimiento, fue declarado de interés cultural por la Legislatura.

Consultada sobre los posteos que más éxito tuvieron en los últimos años, apunta a aquellos sobre plazas nuevas. “La pandemia nos llevó a elegir más planes al aire libre. Además, el hecho de que las plazas no tengan horario y sea un plan que no implique más gastos que el traslado influyeron en que armar recorridos de barrios en torno al juego sea un gran plan”, razona. Para estos últimos días de verano, sin embargo, recomienda aprovechar los ciclos especiales de centros culturales como la Usina del Arte, el Espacio Infancia del CCK, el Centro Cultural de la Ciencia o Tecnópolis. Los museos son otro punto a tener en cuenta: “el Moderno, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Sívori, el Carlos Gardel, el Museo Larreta o el Museo del Juguete en San Isidro ofrecen talleres cortos y completamente gratuitos en los que invitan a los chicos a jugar, explorar y desarrollar la curiosidad aprendiendo desde un lugar muy lúdico”, incentiva.

Y si lo que se busca es aprovechar las lindas temperaturas, Alejandra propone un paseo por el Rosedal con vuelta en bote incluida, tomar algo en el polo gastronómico del Paseo de la Infanta, ir a recorrer el Ecoparque o los nuevos juegos de Plaza Alemania. Marzo suele ser uno de los meses más lindos del verano, con un calor que se vuelve más que llevadero. ¿Qué tal aprovecharlo en compañía de los más chicos?

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Vicky Guazzone di Passalacqua

Vicky Guazzone di Passalacqua

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