"La Costa Atlántica es uno de los lugares del país donde se registran mayores avistamientos de ovnis”, suscribe el libro “Guía maravillosa de la Costa Atlántica” de los escritores de la bonaerense Matías Moscardi y Andrés Gallina. Esta guía hace hincapié en el fenómeno espacial que suele mencionarse en las temporadas veraniegas de la Costa Atlàntica. El avistamiento de Objetos Voladores No Identificados, según las declaraciones, puede apreciarse en épocas de verano particularmente. En el libro, los autores mencionan a distintos cazadores de ovnis, y observadores marítimos que acreditan los hechos. Probablemente, el cúmulo de turistas que disfrutan las playas y el mar pueda, de algún modo, influir en ese sentido.
En el país, el Centro de Identificación Aeroespacial (CIAE) es el ente gubernamental argentino responsable de estas investigaciones. Creado el 4 de abril de 2019, por la Resolución N° 364/2019 del jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, como una restructuración de la Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales (CEFAE). El organismo, a cargo del comodoro retirado Rubén Lianza, se dedica a recibir, estudiar y responder con fundamentos científicos las denuncias de avistamientos espaciales no convencionales.
En simultaneidad con el lanzamiento de la publicación, el gobierno de Estados Unidos confirmo que se examina 510 reportes de avistamientos de Ovnis, según su informe de 2022, divulgado el 12 de enero de este año. Un dato sorprendente es que el número presentado es más del triple de la cifra registrada con respecto al año anterior. En la investigación desarrollada por el Pentágono, aclaran que muchos objetos voladores no identificados eran drones o globos, aunque niegan que la totalidad de los casos contengan esa afirmación.
El informe del Director de Inteligencia Nacional indica que, restando los casos resueltos, se presentaron 247 reportes de "fenómenos anómalos no identificados". Los cuales pueden constituir “un peligro y amenaza en el aire en Estados Unidos”, según describe el reporte difundido por Associated Press. También agrega, que se volveran a examinar otros 119 avistamientos que habían sido archivados en los últimos 17 años, llevando a 510 el total de casos en estudio.
El Pentágono y la NASA enfocan sus análisis en los avistamientos que carecen de explicaciones. "Los fenómenos continúan representando un peligro para la seguridad de los vuelos y representan una posible amenaza de recolección de inteligencia por parte de países adversarios", indica el reporte. Y agregó: "Algunos de estos parecen haber demostrado características de vuelo o capacidades de rendimiento inusuales, y requieren un análisis más profundo".
La Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) da seguimiento a todas los hallazgos sobre Objetos Voladores No Identificados, tanto en el cielo y en el espacio. También, evalúa aquellos que potencialmente tengan la capacidad de pasar de un dominio a otro. Esta subdivisión nació tras las crecientes alertas sobre estos objetos que eran vistos por los pilotos militares pero que se mostraban reacios a denunciarlos por miedo al estigma que pudiera conllevar.
“Hemos tenido muchos más informes, varios cientos”, comentó el director de la Oficina de Anomalías, el militar de alto rango Sean Kirkpatrick. Sin embargo, se detalló que en ninguno de ellos se pudo recopilar pruebas contundentes sobre la existencia de vida extraterrestre. Por su parte, Ronald Moultrie, subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, declaró: “Todavía es muy pronto… no hemos visto nada que nos haga pensar que alguno de los objetos que hemos visto sea de origen extraterrestre”.
“Los avances en la tecnología han llevado a que los futuros aviones cazas, los drones y los misiles supersónicos que tanto Washington como Beijing desarrollan, puedan confundirse con Ovnis”, explicó Kirkpatrick. Además, afirmo que el organismo está coordinado con el Pentágono y la comunidad de inteligencia nacional para poder descartar aeronaves experimentales o aviones no tripulados.
“Estamos estableciendo mecanismos muy claros con nuestros programas azules, tanto los del Departamento de Defensa como los del IC, para desconfigurar cualquier observación que llegue y asegurarnos de descartarlas e identificarlas bastante pronto”, agregó el referente de la AARO, en referencia a los "programas azules” de aeronaves experimentales estadounidenses en funcionamiento por el Pentágono u otras agencias militares y de inteligencia.
por R.N.
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