Sea en verano o incluso en invierno, el helado es un postre de los más apreciados por la gente. Desde los remotos orígenes de las primeras heladerías italianas, hasta las más sofisticadas en la actualidad, las variedades de gustos y sabores fueron la competencia entre los locales especializados en helados.
En un panorama tan competitivo y de gran caudal de ofertas, no son pocas las heladerías que tratan de ofrecer un plus en aspectos tan diversos como originalidad en el sabor, creatividad en los gustos y placer en el momento de consumir.
Sin embargo, las tendencias de consumo por parte del público permiten que se encuentren características especiales en algunos comercios. En ese aspecto, se destacan tres heladerías: una porque propone recetas y elaboración ultra sofisticadas, otra por consolidarse en la creatividad, enfocándose en lo masivo, y la última por la novedad culinaria en el público porteño.
Obrador Florida, Rapanui y La Italia son los nombres de estos reductos de sabores fríos que se encuentran en la ciudad de Buenos Aires.
La tendencia: Obrador Florida (Soler 5063)
Es la heladería de moda, con una propuesta tan exótica, que todos quieren probar sus helados. Trabajando solo con productos locales e ingredientes innovadores, Mercedes Román emprendió Obrador Florida con el concepto de iniciar un restaurante de helados. Desde un aspecto personal, alejándose de la producción estandarizada, se enfoco en el proceso de elaboración. Esto permite servir gustos experimentales e innovadores, además de presentar un solido menú que se renueva continuamente.
El diseño culinario es un sello en la heladería, concibe al producto como forma de expresión, y se sugiere interpelar al cliente, tanto desde un delicioso alimento, como también por su estética. El ejemplo paradigmático se encuentra en la vainilla. El uso de la planta y su fruto es la utilizada en las creaciones gastronómicas, otorgando una complejidad aromática intensa que no se encuentra en esencias de producción masiva.
El helado más recomendado por los visitantes es el de “higuera” que obtiene el sabor tanto del fruto como de las hojas, y también el Chocolate Obrador, diseñado con un cacao que rompe con la dicotomía del dulce y amargo.
El que le gusta a todos: Rapanui (Avenida Santa Fe 772 y sucursales)
"¿A qué hora cierra Rapanui?”, fue la pregunta de la vicepresidenta Cristina Kirchner, que colocó a la heladería en el trending topic de Twitter el año pasado. La familia Fenoglio creó su marca hace mas de 25 años en Bariloche, posicionándose rápidamente como una referencia local en la chocolatería y los helados.
Además de su cadena de locales en todo el país, el producto más exitoso y consumido por el público son sus famosos Fra-nui. Estas frambuesas provenientes de El Bolsón, bañadas en dos chocolates, que sintetizan la pasión y los orígenes de la empresa familiar. Esta inventiva, de gran demanda, trajo consigo que Rapanui creara Franui Móvil, la app para localizar los puntos de venta de Fra-nui en el país.
La novedad: La Italia (El Salvador 4795)
De origen marplatense, La Italia se consolidó en su génesis como la heladería gastronómica más hermanada con las del homónimo país europeo. Los gustos originales y de cremosidad destacables tienen nombres que remiten a su especialidad culinaria tradicional. El caso más reconocido es el Sambayon de los 70.
Sin embargo, el público abrió su paladar a los postres helados de la cadena. Los famosos cannolis son el manjar más pedido por los clientes, tanto en la ciudad balnearia como en el barrio porteño de Palermo, recientemente inaugurado. Este postre típico de Sicilia y compuesto por un cilindro relleno de helado (el de menta, el más recomendado) y bañado en chocolate amargo, impuso un estilo tradicional al apetito actual.
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