Wednesday 4 de December, 2024

COSTUMBRES | 02-05-2023 10:18

La coronación de Carlos III entre conflictos familiares y crisis económica

El ascenso al trono del sucesor de Isabel II se dará en medio de toda clase de turbulencias. ¿Logrará el rey encantar a Gran Bretaña?

Se dice que una corona no hace al rey, pero para el ex príncipe de Gales, el verdadero momento simbólico de su ascenso como Carlos III de Inglaterra, será el próximo 6 de mayo, cuando el Arzobispo de Canterbury coloque sobre su cabeza, la corona de San Eduardo. Este símbolo data de 1661 y es de oro macizo con piedras. Carlos será el monarca número 40 que se convierte en rey en la Abadía de Westminster. Su reinado se hizo esperar tanto que marcará un hito en los “Récord Guiness”: Carlos Felipe Arturo Jorge (tal su nombre de bautismo), aguardó por su destino setenta y tres años y es el heredero que más tiempo se demoró en llegar al trono inglés.

Carlos y Camila

Para los amantes de la realeza, la entronización de Carlos III será un momento único y poco frecuente, ya que otras monarquías europeas tienen proclamación pero no coronación. Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos jamás la tuvieron; en España no hay coronaciones desde el medioevo y Noruega, Dinamarca y Suecia la abandonaron a partir de mediados del 1800.

Coronación

La familia es la familia

Pero el lado B de la pompa y circunstancia que define a este evento único, es que el Estado, es decir, los contribuyentes, deberán costear la coronación, en un año de volatilidad política, con recambio de primer ministro, recesión e inflación. Aunque Buckingham no ha difundido una cifra exacta, se estima que todas las ceremonias, conciertos y festejos; así como el enorme dispositivo de seguridad desplegado en la ciudad, costarán alrededor de treinta de millones de libras, lo que equivale a una cifra cercana a los 40 millones de dólares. Dentro de este lado B, deberían contarse también los conflictos familiares, que no tienen descanso.

Harry y Meghan

Para empezar, el psicodrama de la participación de los Sussex (Harry y Meghan) en la ceremonia, fue largo y complejo. Tras meses de especulaciones después de la publicación de las memorias de Harry, se reveló en marzo que la pareja auto-exiliada en Estados Unidos, había sido invitada por correo electrónico, para poder anticipar su presencia. El príncipe Harry retrasó la confirmación de su presencia porque estaba preocupado por el lugar de la familia en la abadía. La pareja había sido apartada de los espacios principales, a medida que crecía su distanciamiento con la familia real. En el funeral de su abuela, en septiembre pasado, los duques terminaron apretados en un rincón, al final de la segunda fila, desterrados a una especie de “Siberia” social.

William y Kate Middleton

De todos modos, asistir o no a la coronación era una decisión difícil. Significaba poner punto final para siempre al vínculo familiar o correr el riesgo de que nadie les hablara y que el público los abucheara. El cumpleaños de Archie, el primogénito de la pareja, fue la excusa perfecta para Meghan, a quien todos detestan. Ella permanecerá en Montecito, en California, con sus hijos Archie y Lilibet, para celebrar los cuatro años del niño. El duque de Sussex, entonces, hará una visita relámpago. Estará presente en la ceremonia de la coronación, pero sin participar del tradicional saludo en el balcón del palacio de Buckingham, adonde no fue invitado.

Abadía de Westminster

Otro tema que despertó rumores es el importante papel que tendrá el príncipe George en la coronación de su abuelo y, en especial, quiénes serán sus acompañantes El primogénito de William y Kate Middleton, de tan sólo 9 años, será uno de los cuatro pajes de honor encargados de llevar la capa de Carlos III, una tarea que, según algunos, representa demasiada responsabilidad para alguien tan pequeño. Pero la mirada de la prensa está concentrada en otra cosa, uno de sus tres acompañantes en la tarea de escoltar al rey es Oliver Cholmondeley. ¿Quién es este niño? Nada más y nada menos que el hijo de Rose Hanbury, la mujer con la que se ha relacionado sentimentalmente al príncipe William. Hace muy poco, los medios ingleses publicaron la noticia de que habían sido vistos cenando juntos en San Valentín. Por otra parte, el marido de Rose, David Cholmondeley, ha sido nombrado "Lord-in-waitng" permanente un puesto similar al de dama de compañía, en relación a las reinas. Este rol le otorga una posición de primera línea en la monarquía, por lo que David estará mucho más presente en la vida real y, para disgusto de Kate, su esposa también.

Coronación

Otros comentarios que inundan la prensa inglesa se refieren a la participación del ex príncipe Andrés, denunciado por abuso sexual y despojado por su madre de sus títulos militares y mecenazgos reales. Tampoco fue invitada su ex esposa, Sarah Ferguson, quien aseguró que vería la ceremonia por TV “con un te y un sándwich de pollo” en la mano. También corrieron toda clase de especulaciones sobre las verdaderas razones por las que varios artistas británicos, como Adele, Robbie Williams, las Spice Girls, Harry Styles, Ed Sheeran y Sir Elton John rechazaron actuar en los festejos de la coronación. ¿Problemas de agenda o pedido de sus fans?

Reina versus Rey.

El día después de la coronación, Carlos III enfrentará la difícil tarea de presentarse ante sus súbditos, que poco lo conocen y que todavía lloran a su querida y eterna Reina. Una encuesta realizada en marzo por YouGov indica que el 52% de los británicos no están interesados en la coronación. El estudio también revela una disminución en el apoyo a la institución real entre los millennials y la Generación Z.

Coronación

La relación extramatrimonial del actual rey mientras estuvo casado con la princesa Diana, lo volvieron profundamente impopular. Lo mismo pasó con la reina Camila. Una controversia reciente también afectó la figura de Carlos. Se trata de una donación de 1,2 millones de dólares que hermanos del terrorista Osama bin Laden hicieron al Fondo de Caridad del Príncipe de Gales en 2013.

Carlos III

Si bien ha logrado remontar en cierta medida los sentimientos negativos del público británico, sigue siendo el menos estimado de los miembros de la familia. Una encuesta de Ipsos mostró, en abril de 2022, que casi la mitad de los ingleses lo ubican en el séptimo lugar en un ranking de popularidad de la realeza, detrás de su hermana Anne.

Se dice que la monarquía ha perdurado porque históricamente fue más fuerte que los individuos que la integraron. Pero según la opinión de muchos, Isabel II, que reinó durante siete décadas, llegó a ser más grande que la propia monarquía. Y los británicos no están muy entusiasmados con su heredero.

Corona

Para Carlos III, la coronación será una oportunidad vital para establecer el tono de su reinado y persuadir a la Gran Bretaña moderna de que el trono sigue siendo relevante. El rey es una "combinación intrigante de vanguardia y tradición profunda", dice la historiadora real Sally Bedell Smith, autora de "Prince Charles: The Passions and Paradoxes of an Improbable Life" (Príncipe Carlos: las pasiones y paradojas de una vida improbable). En un momento de gran inestabilidad económica, esta coronación será significativamente menor que la anterior: unos 2.000 invitados frente a los más de 8.000 que asistieron a la ceremonia de Isabel II. El rey también ha hecho concesiones que parecen demostrar su sintonía con la Gran Bretaña moderna. El concierto del día después de la ceremonia incluirá un coro inclusivo con cantantes aficionados que representan, entre otros, a los refugiados. Un decisión que tuvo impacto frente a la política de deportación del gobierno conservador. No es la primera vez que el Carlos crea un revuelo por sus opiniones, frente al silencio eterno de Isabel II.

En su discurso inaugural tras el fallecimiento de su madre, el rey enfatizó que respetaría el papel apolítico de la corona. La monarquía puede, sin embargo, ejercer un poder blando. Dado su activismo en temas políticos, queda por ver si el rey Carlos III será un monarca que realmente evitará usar su rol para influenciar en el pensamiento y las politicas del gobierno. En unas semanas, el heredero de la corona comenzará a definir su imagen como rey, frente a un pueblo cada vez más alejado de la monarquía.

 

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Gabriela Picasso

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