Lejos quedaron los tiempos en los que el concepto de “termas” era reservado para los adultos mayores. Con beneficios probados y enorme potencial de bienestar, las aguas termales son hoy un punto turístico muy convocante para todas las edades. Tanto, que distintos hoteles de lujo y resorts han crecido a la vera de sus oleajes cálidos y minerales. A continuación, cinco propuestas para tomar nota y planear el próximo retiro relajante.
Sanación milenaria
Las aguas termales son aquellas que emergen del suelo con más de 5°C que la temperatura superficial. Proceden de capas subterráneas ricas en diferentes componentes minerales, lo que las vuelve ideales para su uso terapéutico en baños, inhalaciones, irrigaciones y calefacción. Suelen subir a la superficie en forma de vapor (que puede condensarse formando un géiser) o de agua caliente. Usadas desde hace miles de años -los baños romanos son de los primeros ejemplos-, son ideales para proteger y restaurar la salud de forma placentera y no invasiva, y por eso son cada vez más los hoteles que aprovechan sus dones.
Las aguas termales poseen factores energéticos gracias a la potente ionización, mineralización, radioactividad, gases y variaciones de PH. Relajarse en ellas mejora la piel, favorece el descanso, transmite energía y desinflama. Es especialmente recomendado para casos de artritis, dolores en las articulaciones, reumatismo y problemas de piel como eczema, rosácea o psoriasis. Pero amén de estos beneficios, sumergirse es restaurador y relajante para toda edad.
Lujo all inclusive
En Salto, Uruguay, Altos del Arapey Club de Golf & Hotel Termal es un resort cinco estrellas separado por apenas 37 kilómetros de Argentina (se llega por el paso fronterizo de Concordia). Ubicado en las Termas del Arapey, ofrece seis piscinas de agua termal abiertas y comunicadas entre sí, un gran jacuzzi y un “wet bar” ubicados en un jardín con vistas a lagunas y al río Arapey, así como una pileta cubierta “in-out” y una para niños. Pero el beneficio de estas aguas no termina en su espacio de piscinas, sino que además en sus 156 habitaciones el agua de los baños también es termal.
En 2011, el hotel inauguró su propio pozo: con 950 metros de profundidad, arroja 150.000 litros por hora, con temperaturas que llegan a 39 o 40 °C. “Al alimentar las piscinas, el agua se cambia cada tres o cuatro veces al día, garantizando la más alta calidad de las aguas termales y manteniendo sus propiedades mineromedicinales”, explican desde el hotel. A este aliciente suman un spa con diversos tratamientos y gimnasio, un campo de golf de 18 hoyos de 60 hectáreas, un Kids Club para los más chicos con cuidadores siempre presentes, actividades de deporte y entretenimiento para toda la familia (como paseos a caballo, en canoa o shows en vivo) y un servicio all inclusive para todas las comidas. Dato de color: entre las bebidas se ofrece agua termal helada.
Dentro de Argentina, Los Pinos Resort & Spa Termal se ubica en Río Hondo, Santiago del Estero, y es otro cinco estrellas y all inclusive que vale la pena tener en el radar. Esta ciudad está situada sobre una gran terma mineralizada con temperaturas que oscilan entre los 30 y los 85 °C, cubriendo unos 12 kms2. Ahí mismo se emplaza el hotel, para aprovechar al máximo los beneficios de este parque termal. “El atractivo principal lo forman las dos piscinas termales, una bajo techo y otra a pleno sol, comunicadas por medio de un canal”, ilustran. En sus aguas ricas en sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio y oligoelementos es posible tomar un baño, hacer una clase de aquagym, disfrutar del sol o participar de las actividades acuáticas. También se disfrutan en la habitación y en el spa, con un circuito hídrico de baños sauna y finlandés.
Los complejos
Hacia Entre Ríos, Termas Villa Elisa es un complejo termal que data de 1999. En un predio de 41 hectáreas, ofrecen 10 piletas de diferentes usos y temperaturas, cuya agua termal salada surge desde los 1036 metros a una temperatura de 40°C y es de tipo clorurada, sulfatada-sódica, de fuerte mineralización. “Su principal fuente de administración es a través de baños, duchas e inhalación, y nuestro complejo está especialmente preparado para ello”, apunta Paola Amarillo, asistente comercial del emprendimiento.
Asimismo, maridan este punto fuerte con diversas opciones de alojamiento para distinto tipo de público (bungalows, hoteles, ecomódulos, camping), así como variantes de gastronomía, un spa termal, campo de golf de 9 hoyos, canchas de tenis, fútbol y vóley y un lago artificial de 4 hectáreas con botes a pedal y kayaks. Lo que se dice una experiencia completa para entretener a toda la familia, que excede el puro atractivo de las aguas. “Los complejos termales son un destino elegido todo el año y en cualquier época, porque además de las aguas termales, ofrecen variedad de servicios y actividades. Son un destino en crecimiento, elegido por cada vez más visitantes”, apunta Amarillo.
Las aguas termales también pueden estar rodeadas de montañas. Es el caso del Hotel & Spa Termas Cacheuta, ubicado en Mendoza, rodeado por el río homónimo y la Cordillera de los Andes. En ese marco privilegiado, el hotel ofrece 16 habitaciones con baño de agua termal y 10 piletones de piedra junto al río de diversas temperaturas e hidroterapias (como camas de burbujas, volcanes y cascadas). También proponen fango terapia, una gruta termal, una piscina de natación y un piletón de agua de manantial fría, para un contraste revigorizante. Como bonus, su propuesta gourmet también es all inclusive, de pensión completa del desayuno a la cena y con énfasis en la cocina criolla de origen mendocino y los platos regionales.
Finalmente, hay ciertas opciones que se benefician de la proximidad de los parques termales. Así sucede en Hotel Termas Victoria, emplazado en el área del Complejo Termal de la ciudad de Victoria, Entre Ríos. Atentos a este como un destino de relax y revitalización, decidieron crear un espacio en el que incitar al bienestar. Lo hacen mediante distintos programas, desde 3 a 7 días. El de “Nuevos Hábitos”, por ejemplo, está pensado para “despojarse de las preocupaciones diarias, creando el ambiente adecuado para aprender pautas saludables y efectivas”. Sus planes incluyen actividades como yoga, meditación, mindfulness, clases de cocina saludable, tratamientos de spa y estética, consultas profesionales con nutricionistas, clínicos y personal trainers. Y también, claro, la cercanía a las termas y todos sus beneficios, parte central de la elección del destino.
Turismo de bienestar
Este tipo de emprendimientos se inscriben en el turismo de bienestar, una tendencia cada vez más instalada. En tiempos ajetreados y un mundo que parece estar siempre en crisis, elegir un hotel con servicios termales es una apuesta por un descanso más profundo de lo común. Son vacaciones que permiten relajarse y atenuar dolencias, proporcionando una sensación de bienestar general muy placentera que va más allá de cualquier edad. Se puede elegir estos resorts y complejos en busca de salud, beneficios estéticos o un reseteo general de cuerpo y mente. En cualquiera de los casos, el confort y la gastronomía dedicada también estarán asegurados. Cartón lleno para unas vacaciones deluxe.
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