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CULTURA | 10-11-2020 19:51

¿Cómo hubiera sido la monarquía incaica que soñó Belgrano?

“La reina”, la novela escrita por la periodista Gabriela Saidón, imagina una monarca inca que enamora al prócer más querido por los argentinos.

Si una encuesta midiera la imagen de los próceres, sin dudas Manuel Belgrano se quedaría con el primer puesto. Para un sector de la política, el creador de la bandera es el gran líder democrático de la historia de nuestro país. Sin embargo, poco se habla de sus deseos de instaurar una monarquía en toda América, a poco tiempo de la Revolución de Mayo. Sobre esas contradicciones del “prócer favorito” de los argentinos elabora Gabriela Saidón la trama de su último libro “La Reina. El gran sueño de Manuel Belgrano”. Una ucronía que mezcla ficción con realidad y relata la vida de Nuna, una joven descendiente de Túpac Amaru, predestinada a calzarse la corona y también a ocupar un lugar especial en el corazón del prócer.

“La historia que voy a contar aún no ha sido escrita”, así comienza la atrapante historia que narra Saidon y que está ambientada en el Cuzco colonial.

En un monasterio que oficia de refugio para mujeres violadas o abandonadas vive Irenea, una mujer originaria que fue salvada por una monja, luego de que su madre viviera un romance prohibido con Mariano Túpac Amaru. Tiene dos hijas, pero en una proyecta la venganza contra los colonizadores españoles. Es ahí donde, en clave ficcional, aparece el personaje del prócer, que con su poder y sus aliados británicos hará lo posible para entronizar a la joven virgen, Nuna, por quien también sentirá una atracción sexual que será negada por su entorno.

El nombre de Manuel Belgrano solo aparece en la tapa y contratapa del libro. A lo largo de la novela está representado en el personaje “El General”. Las mujeres de la historia pertenecen a la ficción, pero los deseos del prócer de establecer una monarquía, no. Saidón se sirvió, además, de la fama de seductor de Belgrano. “Él las enamoraba y después las dejaba, porque lo primero era la política”, explica la autora. Un costado del héroe que despertó su curiosidad cuando escuchó a Cristina Kirchner decir que ella “sería la amante de Belgrano”.

Gabriela Saidon

Gabriela Saidón es licenciada en Letras (UBA), con una larga trayectoria en el periodismo y docente de talleres de lectura y escritura. “La Reina” es su noveno libro.

NOTICIAS: ¿Por qué eligió Belgrano para esta novela?

Gabriela Saidón: Es un prócer indiscutible. Me interesé más que en él, en la propuesta monárquica que tenía, que pretendía poner en el trono a un Rey Inca en América y que el Gobierno estuviera en Cuzco. Eso era algo anacrónico. La imagen del prócer creció en direcciones inesperadas. Lo empecé a ver como alguien capaz de seducir adolescentes. Todos nuestros próceres hoy serían pedófilos. Es algo de lo que no se habla demasiado.

NOTICIAS: En un momento, el personaje que lleva el nombre de Irenea, deja claro que Manuel Belgrano odiaba Buenos Aires. ¿Cree en esta afirmación?

Saidón: Lo que pasa que el personaje es “El General”, entonces se comienza a despegar un poco de la figura de Belgrano. Eso es importante tenerlo en cuenta, porque es y no es. Una cosa es ser patriota y otra cosa es odiar Buenos Aires. Belgrano estaba en contra del centralismo porteño, como muchos próceres con visión americanista. En todo momento se lo menciona como “el General”, que ahora está más asociado a Perón. Hay un juego con esta idea de los próceres que seducen a las niñas. Aunque eso era habitual, no quiere decir que haga un juicio moral.

NOTICIAS: El libro habla de maternidad y de predestinación ¿Cuál es su pensamiento sobre estos dos aspectos?

Saidón: Lo que pasa que a veces lo que mostrás no es lo pensás inicialmente. Quería retratar ciertas tensiones en el vínculo madre-hijas. Porque Irenea (la protagonista) tiene un tratamiento diferente con una de las dos hijas y claramente es el personaje de Nuna, la favorita. Su madre la empezó a preparar desde niña para que tuviera los rasgos de la nobleza Inca, pero en realidad era algo que ella quería y no pudo cumplir porque no calificaba por cuestiones biológicas. Y ahí empieza una proyección un tanto incómoda, una competencia que creo existe, hoy por hoy, en las relaciones con las hijas. Sería el efecto “Blancanieves”, todo está bien hasta que el espejo dice que la más bonita es otra. En cuanto a la predestinación, yo no creo. No soy religiosa y tampoco una persona mística.

NOTICIAS: “En América todos venimos de una violación”, es una frase que uno no puede pasar de largo. ¿Cree en eso?

Saidón: La puse por que condensa y, de alguna manera, sintetiza cierta tragedia en el origen de las poblaciones en América Latina. Aquella que tiene que ver con que los conquistadores empezaron a poblar los distintos lugares a través de la unión con mujeres originarias. Así es como comienza el mestizaje. Seguramente sin el consentimiento de muchas. Pero la frase concretamente me la dijo un historiador en un viaje de investigación a Cuzco y a Lima. Me interesó también que hubiera salido de un hombre.

NOTICIAS: ¿Por qué estos proyectos monárquicos de Belgrano no se recuerdan y mucha gente lo considera una figura de la democracia?

Saidón: Eso es lo que me interesó mostrar. La contradicción de alguien que está pensando en un proyecto monárquico y está considerado como una gran líder demócrata. Pero esto tiene sus explicaciones. Hay que pensar que en esa época. En Europa triunfaban las monarquías. En América, se empezó a discutir el proyecto de Estado: cómo queremos ser gobernados. Era el modelo que había visto Belgrano cuando se fue a Europa y era algo que también avalaba San Martín.

 

La Reina

 

NOTICIAS: El historiador Tulio Halperín Donghi se permite dudar de los grandes logros del creador de la Bandera en su último trabajo, “El enigma Belgrano”. ¿Coincide con él?

Saidón: Me parece interesante poder pensar la “desidealización” de los próceres. Me gustó enterarme que ellos también eran humanos. Me acuerdo de haber escuchado a Felipe Pigna cuando se refirió a que a Belgrano se lo había “acusado” de gay por la pose que tenía en un cuadro. Y yo pensé: ¿por qué hay que defender la heterosexualidad de Belgrano? Él fue el único militar que jerarquizó a las mujeres en su ejército.

NOTICIAS: ¿Es su prócer favorito?

Saidón: Como Cristina, creo que sería la amante de Belgrano (risas).

 

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por Pamela Vargas

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