Sus películas "París, Texas" y "Las alas del deseo" y sus imágenes llenas de melancolía y anhelo afianzaron en todo el mundo la fama del cineasta alemán Wim Wenders, cumple 75 años.
Wenders descubrió de joven su amor por el cine y comenzó a filmar con la cámara Súper 8 de sus padres las chimeneas humeantes de las fábricas en su región natal, la cuenca del Ruhr, en el oeste de Alemania.
"Tenía muchos sueños", revela el director en el documental "Wim Wenders - Desperado". Ya se trate de un arquitecto, médico, filósofo, sacerdote o pintor, el cine es -según Wenders- el único ámbito que tiene que abarca todo eso.
Por esta razón, al comienzo de su carrera, el género "road movie" se convirtió en su favorito, tal como lo reflejan sus películas "Paris, Texas" (1984) y también su famosa "Las alas del deso" (1987), con Bruno Ganz en el papel del ángel Damiel. Sus personajes se encuentran a sí mismos al viajar, en lo momentáneo.
Con el tiempo, los documentales cobraron cada vez más importancia para el director. Así surgieron obras premiadas tales como la famosa "Buena Vista Social Club" sobre los legendarios músicos cubanos o las que retratan al fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, la coreógrafa Pina Bausch o al papa Francisco.
A diferencia de hace cinco años, esta vez Wenders no planea una gran fiesta. Su agente de relaciones públicas dio a conocer que el cineasta se encuentra en Francia trabajando en un proyecto. El director está preparando un documental sobre el arquitecto Peter Zumthor, con quien ya colaboró en un cortometraje para la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2012.
(DPA)
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