Thursday 28 de March, 2024

CULTURA | 12-01-2022 14:30

Por qué está de moda la lectura por streaming

Tiene un costo muy accesible y miles de títulos a los cuales acceder desde el celular y la tablet. Ideal para probar en vacaciones.

Tanto los lectores apasionados, de esos que compran varios libros cada mes, como aquellos que solo leen algún título que les llame la atención de vez en cuando; esperan las vacaciones para dedicarle más tiempo a la lectura. Consultan las listas de recomendados o el ranking de los más vendidos, piden referencias a los amigos o a los libreros del barrio y cargan de libros las valijas como para entretenerse en las largas horas libres de descanso, desconectados de las obligaciones cotidianas.

Hay otra opción para leer sin límites en vacaciones que cada vez más gente prueba y adopta. En principio, ahorra el difícil trance de elegir textos (y equivocarse) porque permite llevar a cuestas una biblioteca inmensa. Y, lo que no es menos importante, a un costo mucho más bajo que la compra de varios ejemplares.

Se trata del servicio de streaming de libros, también llamado “lectura por suscripción” o simplemente, “aplicaciones o plataformas de lectura”.

Como los servicios de streaming que ya conocemos para videos o música, con el pago de una cuota mensual es posible leer todos los libros que deseemos de un catálogo inmenso. Cada plataforma tiene características particulares y acuerdos con diferentes editoriales, pero aún las que cotizan en dólares, cuestan menos que un solo libro recién lanzado al mercado.

Costo y beneficio

El modelo internacional de una plataforma de lectura es Scribd, que como muchos otros servicios del mismo estilo, no sólo funciona como una biblioteca de ejemplares digitales, sino que además contiene audiolibros, podcasts, partituras de música, revistas y documentos. Permite leer online, descargar y también subir material propio a la web. El precio es internacional: 8,99 dólares por mes. Una tarifa muy económica en cualquier parte del mundo, menos en la Argentina. Cerca de ese costo están otras plataformas de lectura. Por ejemplo, la de Amazon Prime Reading, que permite leer hasta diez libros a la vez. O la de Kindle, el lector digital más famoso del mundo, que es ilimitada a partir de un costo fijo por mes de alrededor de 10 euros. La española Nubico, cuyo valor también ronda los 10 euros, promete 60.000 libros en su biblioteca y es una de las más conocidas por los lectores de castellano en Europa.

Leer por streaming

Entre nosotros, las plataformas de suscripción que más han crecido, tanto por el material que contienen como por su costo adaptado a nuestras posibilidades, son la argentina Leamos y, más recientemente, Bookmate, un servicio que nació en Europa, pero que se ha enfocado con intensidad en ampliar su público en Latinoamérica.

“El suscriptor paga una tarifa de $ 550 por mes y puede leer y escuchar más de 40.000 libros, audiolibros y artículos de forma ilimitada -explica María Belén Marinone, una de las responsables de Leamos-. La plataforma ofrece un catálogo amplio de todos los géneros, desde ficción contemporánea, clásicos, thrillers, poesía, ensayos, etc. También se puede acceder a través de ella a libros, audiolibros y artículos de Contenido Exclusivo, escritos por reconocidos autores locales e internacionales. Y a material de más de 150 editoriales, incluyendo grandes e independientes”.

Un costo similar propone Bookmate por mes, $ 330, y ofrece un abono familiar con tres cuentas por $ 799. En los dos casos, hay que sumarle los impuestos locales correspondientes.

Todo el material que ofrecen las plataformas puede sin leerse límites online o descargarse para disponer de él “off line”. Cualquier dispositivo digital sirve para acceder a las aplicaciones: celular, lector, tablet o computadora. Y todos los servicios ofrecen un mes de prueba gratuito para evaluar el contenido y las modalidades de uso.

Digital vs. analógico

Alrededor de la lectura digital se ha generado una controversia fuerte. Hay quienes defienden a rajatabla el formato en papel tradicional del libro y todos los rituales que lo acompañan, desde la compra en librerías hasta el subrayado, la conservación y la posiblidad de consulta que ofrece un volumen tangible, propio o en poder de una biblioteca. Pero los defensores de las plataformas virtuales también tienen argumentos poderosos.

Libros

“Bookmate se creó hace 11 años en Europa y se empezó a desarrollar para mercados con altos niveles de piratería -explica María Pellicer Yuste, directora de comunicación de la plataforma para América Latina-. La idea al inicio era, ¿cómo desarrollamos un producto tan bueno que la gente pague para leer en lugar de descargar los libros gratis? Hemos crecido hasta los 13 millones de usuarios en este tiempo, 45 mil de ellos en Latinoamérica. No pensamos en Bookmate como un substituto del libro físico, en realidad, lo que a muchos usuarios les encanta de la plataforma es que les permite leer, descubrir, picar por aquí y por allá, y luego decidir si es un libro que les gustaría comprar en físico. Otra cosa que es genial es que nuestro catálogo permite a muchos usuarios acceder a libros que serían muy difíciles de conseguir en su país o región”.

“El servicio de lectura por suscripción no compite con otros formatos sino que complementa la experiencia – explica María Belén Marinone-. Podemos tener miles de libros favoritos en nuestra biblioteca sin la necesidad de ocupar el espacio físico de nuestra casa y los llevamos a donde vayamos”.

El argumento del almacenamiento y el costo es uno de los más potentes para los grandes lectores, que gastan muchísimo más que el valor de una suscripción mensualmente en libros y ven crecer con desmesura sus bibliotecas.

Hace años circulaba en internet un video que describía las virtudes del soporte papel, como si se tratara de un nuevo lanzamiento tecnológico. Y allí descubríamos que en materia de practicidad y economía de recursos, un libro es un artefacto perfecto. Lo que tanto un texto electrónico que se compra por unidad como las plataformas de suscripción vienen a demostrar, es que juntos completan el menú de una práctica que tiene consumidores muy distintos con necesidades muy diferentes. La versión en papel y la digital no se anulan entre sí, se potencian.

Celular

Qué leer 

Aunque tienen catálogos muy amplios que ningún lector podría abarcar jamás, ninguna plataforma tiene “todos” los libros. Conviene hacer una prueba gratuita y verificar si el material de cada servicio se adapta a nuestros gustos y necesidades. Además, por ejemplo, Leamos, ofrece charlas de especialistas, talleres y clubes de lectura para analizar los textos. Y Bookmate, un newsletter con novedades y una red de lectores con recomendaciones. La idea es guiar a los usuarios a nuevos títulos, géneros y autores.

La experiencia es ideal para probar en vacaciones. Solo hace falta descargar alguna de las aplicaciones en el celular y buscar el libro que mejor acompañe el relax y el tiempo libre. En cualquiera de sus formatos, la experiencia de leer genera ideas, produce cambios, entretiene y mejora la calidad de vida.

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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