Saturday 5 de April, 2025

CULTURA | 01-03-2025 22:23

Relatos silenciados: la historia contada desde los márgenes

Eduardo Kovalivker reescribe la historia con héroes olvidados y una mirada crítica que incomoda al relato oficial.

Eduardo Kovalivker no es solo un escritor: es un buscador incansable del pasado, un arqueólogo de la memoria histórica que utiliza la literatura como herramienta para desenterrar relatos olvidados, personajes invisibilizados y conflictos que todavía resuenan en la Argentina contemporánea. Su obra no responde únicamente a la lógica de la narración, sino a una pulsión más profunda: la de reconstruir los huecos de la historia, completarla desde los márgenes, y dar voz a quienes fueron borrados por los relatos oficiales. A lo largo de su carrera, ha hecho del ensayo histórico una forma de militancia cultural, pero también una vía para explorar su propia identidad y las raíces de una sociedad compleja y contradictoria.

Su interés por la historia argentina comenzó a temprana edad, cuando siendo estudiante secundario escribió su primer ensayo sobre la epopeya sanmartiniana. Ese temprano entusiasmo no fue casual. Su padre había fundado la cátedra José de San Martín en la Universidad Hebrea de Jerusalén, una iniciativa que revelaba no solo una admiración familiar por el prócer, sino también una visión latinoamericanista que marcaría el camino de Eduardo. Desde entonces, su escritura fue construyéndose como un cruce entre la pasión por la historia, la rigurosidad investigativa y una sensibilidad literaria que escapa al didactismo. Sus libros no pretenden enseñar, sino interpelar, reabrir debates, desafiar certezas.

El primer hito en su derrotero literario fue Los luchadores judíos, una obra basada en material proporcionado por el historiador Yosi Goldstein, de la Universidad Hebrea. En este libro, Kovalivker reconstruye las luchas bélicas del pueblo judío a lo largo de los siglos, desde los relatos bíblicos hasta los enfrentamientos más recientes vinculados a la creación del Estado de Israel. El libro desanda episodios poco conocidos como la existencia de un regimiento judío dentro del ejército de Napoleón Bonaparte, los piratas judíos del Caribe que atacaban galeones españoles en represalia por la expulsión de 1492, o incluso la participación de soldados judíos en los ejércitos aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Lejos de una recopilación folklórica, el texto se convierte en un mapa alternativo de la historia universal, donde los protagonistas no son los que aparecen en los monumentos sino los que sobrevivieron en los márgenes.

Eduardo Kovalivker

Siguiendo esa línea de visibilización, su siguiente obra fue Los luchadores indígenas, escrita con colaboración del historiador Felipe Pigna y basada también en investigaciones propias. El libro narra las resistencias armadas de tres grandes etnias que habitaron el actual territorio argentino: los guaraníes, los diaguitas y los mapuches. Pero más allá de los enfrentamientos con los conquistadores españoles y, más tarde, con los ejércitos criollos, el autor pone el foco en las formas de vida, la organización comunitaria y las prácticas culturales que desmienten los estigmas de barbarie con los que fueron etiquetados. “En muchos aspectos, estas comunidades eran más civilizadas que quienes venían a combatirlos”, señala Kovalivker, aludiendo a la educación de los niños y al trabajo colectivo como valores centrales de esas sociedades.

Su tercer gran trabajo histórico vuelve sobre un viejo amor: Los Granaderos de San Martín. Con material suministrado nuevamente por Pigna y enriquecido por su propia mirada, el libro retrata no solo las hazañas militares del regimiento sino la ética que lo sostenía. Kovalivker se detiene en el código de honor redactado por San Martín, en la disciplina férrea que exigía y en la juventud y valentía de oficiales como Necochea, Lavalle o Dorrego. Es un homenaje a los jinetes que, pese a estar en inferioridad numérica, lograban derrotar a sus enemigos guiados por un ideal patriótico. Pero también es una forma de subrayar que la historia de la independencia argentina fue una empresa colectiva, muchas veces liderada por personajes olvidados o injustamente relegados.

Además de estos ensayos históricos, Kovalivker también ha explorado la ficción breve y la poesía como forma de expresión de la memoria. En su repertorio se encuentran cuentos como el de un granadero guaraní y poemas que abordan episodios heroicos o silenciados: Araucanos, Recordando a la mujer indígena, La muerte de Federico, Tenyaoyotl (sobre la historia mexicana), Los ríos de mi sangre (que traza el derrotero del pueblo judío), entre otros. Estos textos funcionan como pequeños fragmentos de una gran narrativa identitaria que el autor viene tejiendo desde hace décadas.

Eduardo Kovalivker

Actualmente trabaja en un nuevo libro que promete volver a poner el dedo en la llaga de la historia oficial: una reconstrucción crítica del desmembramiento de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Con una mirada revisionista, Kovalivker narra los combates librados por gauchos, soldados e indígenas del Alto Perú contra los ejércitos realistas y se detiene especialmente en la Batalla de Ituzaingó, librada en la provincia oriental del Uruguay. Pero lo que más lo moviliza no es el detalle militar sino la injusticia que, según él, atravesó ese proceso: “Miles de patriotas murieron defendiendo un territorio que luego los gobiernos de Buenos Aires entregaron con liviandad, especialmente bajo la gestión de Rivadavia”, afirma. Para el autor, el dolor de esas muertes mal recompensadas sigue siendo una herida abierta.

Más que reconstruir la historia, lo que hace Kovalivker es disputarla. Sus libros no están escritos para repetir lo que ya se sabe, sino para poner en duda, para sacudir los consensos y devolver complejidad a lo que fue simplificado. Su mirada crítica lo distancia del historiador académico tradicional, pero lo acerca al lector curioso, al ciudadano inquieto que intuye que la historia no está en los manuales sino en las voces que nunca llegaron a escribirse. En ese sentido, su literatura es también un acto político, una forma de intervenir en el presente desde el pasado.

En sus páginas, los grandes eventos cobran vida a través de las pequeñas historias, y las figuras históricas se vuelven humanas: sienten, dudan, se equivocan. Esa es quizás la marca más potente de su estilo. Y también su legado: recordarnos que la historia no es solo un conjunto de fechas y nombres, sino un territorio en disputa que sigue moldeando lo que somos.

por R.N.

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