Aumentan los alimentos porque se vuelve a imponerle el IVA, se posterga el aumento de las naftas, decretan un incremento salarial para grandes empresas. Todo en enero. La pregunta es cuánto subirá la inflación el primer mes de 2020 y el primer mes completo del gobierno de Alberto Fernández. He aquí la opinión de diez especialistas:
Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de la consultora Ecolatina, espera que roce el 4%.
Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica, calcula que en diciembre superó el 4% y en enero “es difícil que baje del 4% no solo por el impacto de los alimentos sino también que la emisión monetaria se aceleró en diciembre, tirando más leña al fuego”. Quien empezó a emitir fue el anterior presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y continuó su sucesor, Miguel Pesce.
Camilo Tiscornia, socio de C&T Asesores Económicos, prevé entre 3,5% y 4%. “Lo relacionado con el turismo es lo más relevante, siempre tiene un pico por las vacaciones. En el resto de los rubros, la inflación pierde impulso por la estabilidad del dólar oficial”, se refiere al que regula las exportaciones e importaciones. “Seguís sin ajustes de servicio, pero la reversión de la baja del IVA te pone presión en alimentos”, analiza Tiscornia.
Santiago Gambaro, analista de Analytica, anticipa un 3,7% tras el aumento de entre el 7% y el 10% por la restitución del IVA a los alimentos, que había eliminado por unos meses y en campaña electoral Mauricio Macri.
Andrea Osorio, analista de la Fundación Capital, predice un 3,3%. “Con una inflación núcleo que probablemente continúe algo por encima, en línea con el arrastre del mes previo, pero con precios regulados congelados que actuarían como anclas”, se refiere a naftas, tarifas de energía y transporte y dólar oficial.
Soledad Pérez Duhalde, directora de operaciones de la consultora Abeceb, pronostica entre 3,5% y 3,7% por la inercia inflacionaria, por el aumento del IVA y por la suba del dólar blue. Si bien el tipo de cambio ilegal no define los precios, sí influye en las expectativas devaluatorias y en lo que los empresarios esperan como margen en pesos para ahorrarlos después en dólares.
Enrique Dentice, investigador de la Universidad de San Martín, prevé un 4% por el “efecto arrastre de diciembre, que se desacelerará en febrero; el impacto de los servicios turísticos, los alimentos y las bebidas”. “La levísima desaceleración durante el primer semestre es explicada por el congelamiento de tarifas y los efectos positivos del control cambiario”, agrega Dentice.
Juan Miguel Massot, investigador de la Universidad del Salvador, espera cerca del 3%. “Debería verse un descenso con respecto a registros previos porque, si bien por una parte están el aumento de la canasta de alimentos eximida del IVA, los aumentos estacionales del turismo y otros inerciales, por otro lado las tarifas y los combustibles están congelados, el dólar está estable y habría cierta contención empresaria resultado de las recientes conversaciones trilaterales”, aludió a la mesa de Gobierno, patronales y sindicatos.
Un economista de un banco extranjero, que prefiere el anonimato, anticipa un 3% por los controles cambiarios y las tarifas congeladas.
Otro analista de la banca foránea predice un 5%. Advierte que la inercia aporta tres puntos porcentuales y a eso se suma el encarecimiento de la comida.
Hernán Hirsch, socio de FyE Consult, pronostica un 4%, por la inercia inflacionaria. “Si Alberto Fernández hubiese autorizado la suba de naftas, se iba al 6%”, advierte.
Miguel Kiguel, socio de Econviews, admite que “es difícil saber cuánto será la inflación en enero por efecto de los acuerdos y congelamientos de precios y el tipo de cambio bastante planchado”.
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