La obesidad puede parecer fácil de explicar. Si una persona consume más calorías de las que necesita, aumentará de peso. Pero la verdad es que no es tan simple. La obesidad es más que una cuestión de peso.
Se trata de una enfermedad crónica compleja, y perder peso no es sólo una cuestión de comer menos y moverse más. De hecho, la obesidad puede verse influenciada por la genética, la fisiología, el medio ambiente, el trabajo y la educación, y por lo que sucede en el cerebro.
Comprender estos factores es fundamental dado que la obesidad está asociada a otras enfermedades, incluida la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cánceres, sin mencionar el estigma y el prejuicio que millones de personas sufren todos los días.
En nuestra sociedad actual, el sobrepeso y la obesidad son síntomas muy habituales.
Sabemos que la comida, además de ser el sustrato con el que nos alimentamos, también tiene un significado simbólico.
Desde la biodescodificación, aspectos como la sensación de hambre, preferir un tipo de alimento u otro, la velocidad del metabolismo de cada cual o incluso las alergias y hábitos alimenticios, tienen un correlato emocional de gran relevancia que nos puede ayudar a comprender de qué forma se relaciona con el ambiente emocional del cual también nos «nutrimos».
La biodescodificación plantea que el cuerpo da una respuesta a los estímulos de los eventos que la persona vive, ya sea que la situación sea real o imaginaria.
Por ejemplo, en los casos donde una persona manifiesta obesidad desde el nacimiento, podemos analizar tanto el ambiente emocional del embarazo de su madre como la historia familiar detrás de esa persona.
Ahí podemos encontrar pistas que nos podrán ayudar a comprender el sentido de su expresión corporal. Si la persona sigue expresando un sobrepeso en la actualidad, habrá que prestar especial atención a las conductas o creencias que la persona sigue manteniendo.
Paralelamente, es interesante localizar en el ambiente emocional posibles situaciones percibidas como una amenaza. Por ejemplo, pensar que en el futuro nos va a faltar algo, que debemos de encargarnos de todo nosotros mismos, o que debemos acumular recursos para poder llegar a solucionar ciertos problemas o hacernos grande para defendernos.
Así mismo desde la medicina orthomolecular, se sabe que el aumento del panículo adiposo abdominal genera aumento de adipocitoquinas que son mediadores inflamatorios y protrombóticos; que, junto con la inactividad física, produce un cuadro de inflamación crónica, que como resultado da aumento de la resistencia a la insulina, desencadenado esta cascada de reacciones y enfermedades.
Desde el abordaje que planteo vamos desde lo emocional, encontrando pistas en nuestro presente, pasado y árbol; sin descuidar desde la medicina orthomolecular la alimentación consciente, la actividad física, hábitos, suplementos y una actitud positiva ante la vida, poniendo el foco en dónde está lo importante.
Si te interesa este tipo de abordaje no dudes en consultarme:
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por CEDOC
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