En el cambiante escenario económico argentino, los hábitos de ahorro y consumo se han convertido en un fiel reflejo de la lucha constante que enfrentan los ciudadanos ante la inflación y la incertidumbre. Desde las investigaciones que realizamos en el TREND LAB de YOUNIVERSAL, encontramos distintos emergentes que reavivan aprendizajes y nuevos hábitos que se van desarrollando los consumidores argentinos para adaptarse en este contexto desafiante. En el marco de las PASO y con resultados que sorprenden a muchos, la realidad de la inflación sumada a la incertidumbre por el futuro, hace que los meses que nos quedan hasta las elecciones generales, puedan contarse como “meses que valen años” por el nivel de ansiedad y desgaste que generan en los ciudadanos consumidores.
Estuvimos realizando distintos estudios en los meses anteriores a las PASO y encontramos que la gran mayoría de los consumidores las tenía en el radar como un hito del año, cuyo “día después” y más allá las preferencias políticas e ideológicas de cada uno, todos estaban convencidos de que tendría consecuencias muy concretas e inmediatas para su economía diaria y su capacidad de consumo.
Ya es un lugar común hablar de la “excepcionalidad argentina” y el desafío de la inflación, un problema crónico en la economía argentina, afectando la capacidad adquisitiva de los ciudadanos y erosionando el valor de sus ingresos. Ante este desafío, los argentinos históricamente han adoptado diversas estrategias para enfrentar los aumentos constantes en los precios y muchas de ellas se reactivan en contextos turbulentos. Compartimos aquí algunos de los emergentes de nuestras últimas investigaciones con consumidores de toda la pirámide y entre 18 y 65 años:
Reevaluación de prioridades de gasto: Los consumidores argentinos están reconsiderando sus prioridades de gasto, optando por bienes y servicios esenciales como alimentos, vivienda, salud, conectividad.
- En alimentos hay un crecimiento de segunda marcas, compras en mayoristas, menor capacidad de stockeo, disposición a la prueba de nuevas alternativas más económicas que prometan rendimiento.
- En vivienda surge muy fuerte la preocupación por los alquileres y cómo seguirán su aumento, en los jóvenes surge fuete la preocupación de si podrán mantener su vivienda autónoma o deberán volver a su casa paterna y el sueño de la casa propia, se ve cada vez más lejos por falta de crédito.
- En las áreas de salud y conectividad, hay una evaluación muy fuerte (y crítica) de los costos de las prepagas, evaluándose en muchos casos el abandonarla, cambiar de plan o irse a una más económica.
Para muchos, los gastos discrecionales, como entretenimiento y viajes, han sido reducidos en favor de necesidades básicas y para quienes aun pueden permitírselo, se transforman en la “vitamina” que les aporta un poco de placer que les ayuda a compensar la tensión. Aquí encontramos desde conservar servicios de streaming, hasta salir a comer afuera o ver un recital o ir al cine o teatro. En tiempos de incertidumbre, los consumidores buscan refugio en el placer y en los buenos momentos como un instinto innato de preservación emocional.
Búsqueda de ofertas y descuentos. La caza de ofertas y descuentos se ha convertido en una práctica común. Los consumidores están dedicando más tiempo a comparar precios y buscar promociones tanto en tiendas físicas como online. Esto conlleva un auge en la popularidad de plataformas de aplicaciones de descuento y potenciación de ofertas. Los consumidores argentinos son especialistas en buscar y rebuscar opciones para poder seguir consumiendo y hoy las apps ayudan desde a calcular las mejores formas de pago para “ganarle” a la inflación, a aprovechar beneficios adicionales.
Postergación de compras importantes. Ante la incertidumbre sobre el futuro económico, muchos argentinos están postergando compras importantes como automóviles, electrodomésticos y propiedades. Otros, eligen comprar lo que los compromete menos pero a la vez les permite proteger valor de alguina forma, por ejemplo con la compra de un auto o elctrodomésticos, tratando de aprovechar lo que sea que vayan a durar los plazos y cuotas vigentes hasta hoy. Elijan comprar o no, la idea de comprometerse con deudas a largo plazo es vista con cautela y limita los sueños de muchos en este sentido. Un horizonte que se hace cada vez más corto y que nos les permite proyectar.
Apertura a nuevas formas de inversión. Muchos argentinos (sobre todo varones más jóvenes y adultos de clase media), están explorando opciones tales como invertir en criptomonedas, acciones y otros activos financieros como una manera de protegerse contra la inflación y la devaluación de la moneda local.
En síntesis, los consumidores con quienes conversamos durante todos estos meses estaban y están preocupados por la economía y la inflación, por su estabilidad laboral y por la inseguridad. Dolores a los que estamos acostumbrados, pero que siguen doliendo. Estrategias de corto plazo que reactivamos con cada nueva embestida del contexto, pero que quisiéramos no tener que utilizar.
La incertidumbre desencadena nuestro instinto de supervivencia, generando ansiedad debido a la falta de control y previsibilidad en el futuro. Sin embargo, también nos impulsa a explorar nuevas posibilidades y a adaptarnos a lo desconocido: en última instancia, esta amalgama de emociones refleja nuestra complejidad y nuestra capacidad única para enfrentar lo desconocido con una mezcla de aprehensión y creatividad. Será cuestión de sobrevivir una vez más, recalculando.
Ximena Diaz Alarcón es Cofundadora y CEO de Youniversal, consultora especializada en investigación de mercado y tendencias.
por Ximena Díaz Alarcón
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