Wednesday 8 de May, 2024

ESPACIO NO EDITORIAL | 05-01-2024 12:05

Lic. Fabián Melamed: “Hay que estar alerta con las modas alimentarias”

Las dietas ¿son una moda pasajera o se convierten en una trampa perpetua? En la búsqueda constante de la dieta perfecta, la obsesión por las tendencias alimentarias podría estar socavando nuestra salud y nutrición.

Moda en la ropa, claro. Moda en la música, por supuesto. Moda en lugares de vacaciones, ¿por qué no?

Moda se caracteriza por ser algo cuya atención y esfuerzo se realiza durante un tiempo breve o de mediano plazo.

Cuando se trata de ropa, ¿qué problema puede causar? ¿Tener que tirar la mitad de tu armario? Si es un restaurante, ¿cambiar a otro? Nada grave. ¿Pero cuando la moda dictamina tu manera de comer? ¿Cuándo la moda es tu alimentación diaria y en la que basas tu nutrición? ¿Y si aparte lo haces en tiempos evolutivos? Ah… eso es diferente, trae aparejadas otras consecuencias que dejarán marcas más duraderas y, por cierto, bastante más complejas que un simple pantalón más o menos.

En los últimos años, las dietas han crecido y se han diversificado vertiginosamente. Hemos sido testigos, y lo seguimos siendo, del auge en la adopción de diferentes dietas y estilos de vida alimentarios. Algunos de ellos no sólo ridículos, sino también muy peligrosos.

Parece que todos estamos buscando la “dieta perfecta”, esa “quimera mágica“ que nos acerque a ese cuerpo ideal que la cultura expresa a través de los medios y las redes sociales como sinónimo de realización, felicidad y una vida en plenitud. 

Sin embargo, preocupa que esta obsesión por seguir modas alimentarias esté causando un profundo deterioro en nuestra relación con la comida y, junto a ella, la restricción y exclusión de ciertos grupos de alimentos necesarios para una dieta equilibrada. La mayoría de estas dietas de moda carecen de una base científica sólida y pueden llevar a severas deficiencias nutricionales.

Las dietas, como ya se sabe en ámbitos científicos y académicos, no es más que un engaño.  Un fraude.  Nadie que se jacte de trabajar seriamente en esta área puede sostener y difundir sistemas de restricción alimentaria, aun disfrazándolos con el nombre que quieran: dieta, light, comida saludable, etc.  Es algo como la apología de la iatrogenia. ¿Qué es la iatrogenia? Una acción médica o de salud que aún buscando hacer el bien (supongamos que no van sólo tras el dinero), hacen daño.

Todas estas formas de restricción contrastan con una certeza ampliamente corroborada y es la que sostiene que uno de los mejores predictores de aumento de peso es restringir la alimentación (dieta)

La palabra dieta cayó en desuso porque ya todos sabemos que no sirve. Fuera de un sistema al que le ha generado y lo sigue haciendo miles de millones de dólares, es necesario “re bautizarla”, y son justamente estos nuevos gurús de la alimentación quienes le han cambiado el nombre, pero manteniendo las mismas mañas: restricción, distinción entre buenos y malos alimentos, déficit calórico, magia y mentiras, etc.

Preguntarnos por el resultado de una dieta es una pérdida de tiempo. Es como aquella película que vimos una y mil veces, ya sabemos el final, sólo es cuestión de sentarse a esperar.

Las dietas son absolutamente predecibles: fracasan. La ciencia dice que no sirve, la experiencia de la gente lo ratifica y cambiarle el nombre es un ingenioso engaño comercial, razón por lo que hace falta difundir estas advertencias, para detener el engaño.

¿Cuáles son las razones detrás de ese títere que, aún a sabiendas de su alto nivel de ineficacia, su rotundo fracaso, deterioro de la salud física y emocional, pasan las décadas, se reinventan y siguen aquí? Y la población sigue diciendo: el lunes empiezo la dieta.

Así que tiremos estas dietas nuevas que solo son las viejas remozadas o nuevas formas de hacer lo mismo: restringir.

Nuevas tendencias en alimentación: Veganismo y Vegetarianismo

El veganismo y vegetarianismo, tienen tres vertientes: la ideológica, la sanitaria y la estética. La piedad por los animales, la primera; las ventajas que tiene una comida sin grasa animal, la segunda; y, en tercer lugar, la restricción selectiva de alimentos con el fin de perder peso. 

Trabajando durante casi 40 años con trastornos alimentarios, he presenciado numerosos casos de elecciones meramente estéticas. No eran conductas piadosas sino patológicas con fines a adelgazar y confundir a la familia con falsos argumentos, para perseguir un fin obsesivo: el descenso de peso.

Para graficar esta dudosa adhesión en muchos, permítanme un pequeño y simple experimento mental: si comer de manera vegana haría que llegues a pesos normales, pero más altos que los que tienes ¿la seguirías?; si esa forma de sostener tu lucha ideológica haría que aumentes de un índice de masa corporal de 21 a 24, ¿lo harías? Mi experiencia me dice que habría muchos cuya ideología sería abdicada inmediatamente.

Son 40 años en Argentina trabajando y formando colegas en el mundo hispano latinoamericano y mi presunción es compartida por muchos colegas.

Los padres de adolescentes deberían tener una clara conciencia de los riesgos y objetivos de estas decisiones alimentarias, consultarlas con su médico e intentar desaconsejarlas en base a la falta de nutrientes que suelen tener estas formas de alimentación en edades de crecimiento, encubriendo, como si fuera poco, el inicio de un drama como lo son los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA).

Lic. Fabián Melamed, Director de Clínica de Familia, Especialista en TCA y Terapia Familiar y de Pareja.

@Psi.fabianmelamed

www.clinicadefamilia.org

[email protected]

por CEDOC

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