Friday 26 de April, 2024

SOCIEDAD | 09-02-2023 10:05

El negativo auge del "Body Shaming"

Desde Madonna hasta Moria Casán, desde Sam Smith hasta Mariana Enriquez, la práctica de avergonzar a los demás por sus cuerpos.

En la última ceremonia de los premios Grammy, Madonna fue una de las protagonistas. Apareció en la ceremonia luciendo un rostro completamente nuevo y un peinado con trenzas recogidas. Y su aspecto fue duramente criticado tanto por detractores como por fans que consideraron que lucía irreconocible.

La reina del pop presentó la actuación de Kim Petras, quien se convirtió en la primera cantante transgénero en ganar un Grammy, y también el cantante Sam Smith, quien luego de tener mucho tiempo un "cuerpo hegemónico", hoy no tiene complejos en mostrar su nueva imagen, haciendo oídos sordos a comentarios gordofóbicos.

Una práctica que consiste en avergonzar a los otros por sus cuerpos y se conoce como “body-shaming” (del inglés, “body”, cuerpo; “shame”, vergüenza). Más allá del peso, el cuerpo, la ropa o el rostro que se tenga, en un sentido estricto, casi no hay persona que no haya sufrido body-shaming alguna vez.

El peso de lo visual y de la imagen en la cultura moderna, reforzada muchas veces por los discursos mediáticos que ponderan cuerpos como válidos y otros como antimodelos, ejercen una presión sobre  distintos sujetos que puede llevarlos a la pérdida de la autoestima, depresión o desórdenes alimenticios.

El propio Sam Smith contó en una entrevista que decidió someterse a una liposucción con tal solo 12 años porque sus compañeros le hacían bullying por su peso. "Me molestaba porque estaba con mis amigos y no sabía si se avergonzaban de ir conmigo por culpa de esa gente que me gritaba", contó el cantante. 

Sam Smith
Sam Smith en su nuevo videoclip "Im not here to make friends".

Además, este tipo de comentarios sobre la propia imagen, los cuales a veces pueden ser hasta bienintencionados, suelen provenir de ámbitos amorosos y hasta familiares. Muchas veces es la propia familia quien, desde muy temprano, va minando la confianza y el amor que el niño puede tener hacia su imagen con comentarios sobre cuánto está comiendo o cómo se ve su cuerpo. 

Pero el body shaming no se circunscribe solo a temas de apariencia facial o peso corporal. Muchas veces va aparejado de otro tipo de prejuicios, como el edadismo, que consiste en la discriminación o estereotipificación de personas o colectivos en relación a su edad: se lo suele nombrar con términos complementarios como “Etarismo” o “Gerontofobia”.

Esta presunción promueve la idea de que hay “cosas para jóvenes” y “cosas para viejos”, avergonzando a las personas mayores (a aunque también a veces es sufrido por jóvenes) de salir a bailar con amigos, de seguir explorando su sexualidad, o incluso de mostrar su cuerpo con libertad: hace solo unas semanas, la ex vedette y actriz Moria Casán fue criticada por una tuitera luego de publicar una foto suya en la playa, tomando sol en bikini y exhibiendo su cuerpo. “Tápese señora, ubíquese como lo que es, una mujer mayor”, escribió la mujer. 

moria tuit

También la escritora Mariana Enriquez, quien acaba de conquistar a los críticos ingleses con la publicación a ese idioma de su novela “Nuestra parte de noche”, contó que en dos locales de ropa a los que ingresó a comprar le dijeron que "admiraban" que "a su edad se animara a cosas juveniles".

La periodista de 49 años, quien cultiva una estética gótica y rockera desde siempre, se sintió muy descolocada por el comentario. Los cuerpos no hegemónicos son uno de los temas recurrentes de la literatura de Enriquez, pero son los cuerpos jóvenes y esbeltos los que tienen más representación en la televisión, el cine o la cultura en general. Esto hace que solo haya un tipo de cuerpo o de belleza legitimado como "normal", lo cual también promueve la presión social sobre quienes poseen cuerpos diferentes y no son "aceptables".

Mariana Enriquez
Mariana Enriquez en entrevista para el podcast "El Método Rebord".

Como escribe Marico Carmona, influencer y escritor trans no binario especialista en temática de género, “detrás de cada cuerpo hay una historia, y en esa historia puede haber inseguridades, traumas, violencia y hasta una lucha contra una enfermedad. Una opinión que incluso puede parecernos positiva sobre el cuerpo de alguien más, puede hacerle revivir momentos dolorosos a esa persona”.

Por otro lado, los cuerpos, al igual que las personas que los portan, siempre están sujetos a cambio: de peso, de altura, de apariencia, de forma. Una sociedad que pone el acento en alcanzar un determinado estándar de belleza y conducta, basándose casi exclusivamente en la imagen, le resta importancia a las emociones que hay detrás del cuerpo que critica, y naturaliza así discursos violentos. 

Pero además de los cuerpos, las cabezas también cambian. Luego de pronunciar su discurso en los Grammys, que le dedicó a toda la gente “rebelde”, Madonna volvió a demostrar que la rebeldía es algo de lo que ella entiende. “Nunca me he disculpado por ninguna de las elecciones artísticas que he hecho ni por mi apariencia o por cómo visto y no voy a empezar ahora", contestó la reina del pop a las críticas.

"He sido degradada por los medios desde el principio de mi carrera. Entiendo que todo esto es una prueba y estoy feliz de ser pionera para que a todas las mujeres detrás de mí les sea más fácil en los próximos años", agregó. También denunció de la discriminación "por edad y la misoginia que impregna el mundo en el que vivimos". Madonna contestó el body-shaming con autoestima. 

Y en uno de los casos locales, la “víctima” tampoco se dejó amedrentar frente a los comentarios. “Tapate vos, imbécil”, le contestó Moria Casán a la twittera que la cuestionaba, y una ola de seguidores de “la One” salió a bancarla en redes, replicando el mensaje de que no es correcto señalarle a alguien qué debe o no hacer con su cuerpo según su edad ni ningún parámetro. “Aclaro además, el tajo que se me ve arriba de mi pelvis es mi tattoo predilecto, mi cesárea.

Y la playa es la Bristol: grasa, celulitis más cesárea igual: libertad”, agregó la diva. El hecho fue tan sonado que el prestigioso diario francés Le Monde lo replicó en una nota, titulada “Argentina: una foto de la actriz Moria Casán promueve la ‘revolución de las viejas’”. El hecho de que figuras importantes en todo el mundo vindiquen su derecho a verse como las hace sentir bien evidencia cambios más profundos que los cambios de cuerpo, peso y peinado: un cambio de paradigma. 

por R.N.

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