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SOCIEDAD | 29-04-2020 13:58

Médicos cubanos: secretos de la "Nueva Trova Sanitaria"

La interna en el Gobierno por el arribo de los profesionales de la isla. Kicillof vs. Ginés y Solá. Denuncias de “trabajo esclavo” y antecedentes internacionales.

Un emoji con los hombros levantados que representan incertidumbre frente a la pregunta de quién está manejando la posibilidad de que venga una brigada de médicos cubanos a la Argentina. Esa fue la respuesta que dieron a NOTICIAS desde el Ministerio de Salud después de que Ginés González García confirmara en la televisión que llegarían 200 profesionales de la salud cubanos al territorio gobernado por Axel Kicillof. “No tengo más información que la que dio el ministro en la nota. Provincia de Buenos Aires está trabajando en el tema”.

Pero, minutos antes, desde el Ministerio de Salud de la Provincia habían afirmado: “Hablalo con Nación. Nosotros no tenemos ninguna información ni hemos pedido”. Esa misma cartera apuntó al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto: “Cancillería está tramitando los permisos por si se llegan a necesitar en algún momento, aunque todavía no están pedidos los médicos cubanos y no hay estimación de si van llegar a venir”. Pero en la cartera de Felipe Solá rápidamente se desligaron: “Acá no hay nada. Si hubiera un pedido es un trámite que nos excede porque hay un decreto de cierre de fronteras”, contrapusieron en Cancillería.

En un transcurso de horas, cuatro gabinetes estaban involucrados en la gestión del acuerdo con médicos cubanos pero ninguno podía dar información certera. Gran Bonete, entonces ¿quién lo tiene?

Propuesta cubana. A pesar de que desde hace más de un mes se desmiente y posterga la llegada de médicos de Cuba, va a concretarse. “Sé que vendrán. No sé los tiempos”, aseguró a NOTICIAS un funcionario del gobierno. Y aunque estos acuerdos bilaterales suelen hacerse entre dos mandatarios nacionales, esta vez Cuba le hizo un ofrecimiento directamente a Axel Kicillof, un cristinista puro. La vicepresidenta tiene buena relación con el gobierno de la isla donde se asiló su hija para un largo tratamiento médico.
“La propuesta que se había recibido en aquel momento quedó en stand by. No tenemos planes de llevarlo adelante”, dijeron a este medio desde la gobernación de Buenos Aires. Según explicaron, Cuba ofrecía médicos, llanamente, sin especificar de qué especialidades, y pedía que la Provincia elevara sus necesidades en caso de aceptar el proyecto. Sobre el financiamiento no dieron detalles.

Médicos cubanos

Rápidamente, la comunidad médica se alertó. El Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires y la Confederación Médica Argentina (COMRA) sacaron comunicados oponiéndose a su llegada y rechazaron que no se les revalidaba el título, que se gastara en personal innecesario y también las condiciones contractuales de esos médicos.

"Mientras los gobiernos no transparenten las modalidades de contratación seguirá el rechazo. Sabemos que se hace una inversión muy grande pero que al personal médico de Cuba se le pagan valores muy bajos, y el resto lo retiene el gobierno cubano. Creemos que es preferible que se arreglen los problemas con los profesionales que hoy están en nuestro país y los que hay que repatriar”, señaló Jorge Coronel, presidente de COMRA. 

Hay distintas formas de subvención. En un contrato firmado en 2012 entre Cuba y Botswana, este último país se comprometía a pagar 2.385.600 euros anuales que se dividían entre lo que recibía el gobierno cubano y lo que recibían sus médicos.

Otra posibilidad es que el gobierno anfitrión les pague directamente a los médicos y estos reenvíen un porcentaje a Cuba. Los salarios promedian entre 800 y 1.000 dólares. En ambos casos, los Estados se encargan de costear sus gastos de vida.

En otras oportunidades, como en el brote de ébola en África y el último terremoto en Haití, se hicieron cooperaciones internacionales sin intermediación de dinero.

Experiencias internacionales. En tiempos donde todas las fronteras se cierran y los países intentan contener la pandemia por el coronavirus hacia el interior, 1.218 profesionales de la salud de Cuba, integrados en 20 brigadas médicas, partieron a 19 naciones de todo el mundo, según indicaron cifras oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.

Esas misiones, que se suman a las tantas otras que hacen desde 1963, y que le valieron un Premio de Salud Pública entregado por la OMS, hoy están puestas en duda por distintas organizaciones de Derechos Humanos.

Alberto Consuegra, historiador cubano que reside en Argentina y es investigador en el Grupo de Estudios sobre Centroamérica y el CONICET, entiende que hay un quiebre en las misiones médicas en torno a la idea de solidaridad. “Hay una reconfiguración del sistema político cubano con una reforma constitucional, con el reconocimiento de una propiedad privada y el tránsito del dólar. Cuba se ve obligada a tener que cambiar. Y la solidaridad del pueblo cubano y del país en general queda relegada a un segundo, tercer plano”, explica a NOTICIAS. Para él, se produjo una crisis de valores imposible de reconstruir.

En ese sentido, es cierto que Cuba trabajó para conformar un sistema de salud integral, gratuito y masivo que se ubicó entre los más elogiados del mundo. Pero no se puede desoír lo que alertan hoy desde Naciones Unidas.

Médicos cubanos

En un informe de esa organización sobre la situación de médicos de Cuba que participan en “misiones de internacionalización” se lee: “Las condiciones de trabajo reportadas podrían elevarse a trabajo forzoso, según los indicadores de trabajo forzoso establecidos por la Organización Internacional de Trabajo. El trabajo forzoso constituye una forma contemporánea de esclavitud”. En el mismo documento afirman: “Entre 2011 y 2015, los profesionales contratados en el exterior habrían aportado un promedio anual de más de 11 millones de dólares. De esa cantidad, al menos un 80% habría sido tributado por los especialistas de la salud”.

La resolución fue dictada después de que dos organizaciones, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos y Prisioners Defenders, presentaron denuncias en Naciones Unidas y en la Corte Penal Internacional. Con contratos de médicos cubanos, convenios entre Cuba y los países anfitriones que detallan el marco legal, testimonios de 110 profesionales –y afirman que están sumando a 350 más–, y cables telefónicos y mails entre distintos gobiernos llegaron a la conclusión de que el estado cubano retiene entre el 75% y el 90% del salario mensual de esos trabajadores; que casi todos se sienten obligados a ir; y que si un profesional decide retirarse del trabajo en el exterior se califica como “abandono de misión de trabajadores civiles”, acción que está penada con tres a ocho años de prisión según el artículo 135 del Código Penal de Cuba.

Frente a estas acusaciones, el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, contestó: “Nuevamente la mentira imperial intenta desprestigiar a los programas cubanos de colaboración de salud con otros países calificándolos como una ‘práctica de esclavitud moderna’ y de ‘trata de personas’. Les molesta la solidaridad y el ejemplo de Cuba”. En la misma línea, en redes oficiales del gobierno publicaron: “Cuba ha respondido a solicitudes de cooperación sin detenernos a evaluar coincidencias políticas o ventajas económicas”. NOTICIAS intentó en reiteradas oportunidades hablar con la embajada cubana en Buenos Aires pero no recibió respuestas.

Marlene Azor, doctora en Ciencias Sociales cubana y consultora del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, concluye: “Los que piden y entran en ese tipo de colaboración es por ser amigotes políticos: yo te apaño y tu a mí. Los gobiernos se posicionan y eligen los ejes en los que quieren tener apoyos. Entonces aceptan estas colaboraciones por intereses políticos similares”.

 

Denuncias de organizaciones de DDHH.

Al recabar testimonios de 110 médicos cubanos que participaron en programas médicos, Javier Larrondo empezó una investigación con la organización que preside, Prisioners Defenders, para denunciar a Cuba. Con pruebas sobre el programa “Mais médicos”, en Brasil, encontró que el Estado cubano retenía el 85% del sueldo de los trabajadores, otro 5% se lo quedaba la OPS por ser intermediaria, y solo el 10% iba a para los trabajadores. Surizaday Fernández, médica cubana que participó en ese programa desde el 12 de agosto de 2017 y hasta que Cuba se retiró, y en “Barrio Adentro” en Venezuela, contó a NOTICIAS: “La documentación oficial nos la retiran y solo nos dan copias, estos son los documentos que te permiten revalidar fuera de Cuba, o sea hacer el examen para poder practicar la medicina en el exterior fuera de las misiones”.

Con los testimonios, Larrondo armó estadísticas y encontró que el 56% no fue de manera voluntaria y el 39% se sentía presionado. El 76% tenían prohibido llevarse sus títulos académicos a las misiones y viajaban con “pasaportes de misión” en lugar de los válidos. “Además analizamos toda la legislación cubana vigente. Cogimos todos los contratos de médicos que nos llegaron a nuestras manos de diez países distintos, convenios internacionales con esos países, jurisprudencia anterior. Es una esclavitud moderna muy perfeccionada y potente, y con un nivel de ingresos impresionante”, señaló Larrondo.

 

MISIONES MÉDICAS

-Desde 1963 Cuba envía brigadas con profesionales de salud para atender catástrofes y epidemias.
-Por el coronavirus, 1218 médicos cubanos partieron a 19 países distribuidos en 20 brigadas.
-En el último tiempo, organismos de Derechos Humanos denunciaron que se esconde trabajo esclavo en estas misiones. Naciones Unidas publicó una resolución avalando esa postura.

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Delfina Tremouilleres

Delfina Tremouilleres

Periodista de Información General.

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