“Señoras y señores, chichipios de todas las edades, si yo viviera hoy estaría dándole al streaming como loco. Con tanto chorro dando vueltas, esto no es Netflix, es Cleptoflix y la serie se llama Argentina: la Casa de Papel higiénico”, comenzó el monólogo un Tato Bores realizado por Inetligencia Artificial.
En su cuenta de X, el usuario Ferdeluca difundió un video realizado en IA del emblemático humorista argentino. En el fragmento, se lo observa al genial Tato, seudónimo utilizado por el actor Mauricio Borensztein, dando detalles de la realidad política nacional. En ese sentido, el creador del video apuntó contra la figura de Cristina Kirchner.
En estos días, el personaje de Tato Bores tomo principal relevancia al conocerse la decisión del juez en lo Civil y Comercial Federal Alejandro Patricio Maraniello de dictar una medida de censura previa contra los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico impidiendo la difusión de unos audios vinculados a Karina Milei.
“El derecho a la libertad de expresión debe ceder ante las graves repercusiones que podría conllevar la difusión”, determinó el cuestionado magistrado. Un argumento que tiene la debilidad de que el mismo juez reconoce no estar en conocimiento del contenido de los audios, por lo cual sería imposible que supiera cuán gravosas puede ser su emisión.
La prohibición evoca un hecho similar ocurrido en los noventa, en pleno menemismo y con el escándalo del Yomagate en puerta. En 1992, la jueza federal María Servini pidió que se censurara parte de la apertura del programa “Tato de América” que conducía el comediante. El caso no solo se transformó en un símbolo de censura previa para el periodismo por la decisión judicial, sino también por la ingeniosa respuesta de Tato Bores.
El humorista tuvo la ocurrencia de emitir el programa y en las partes que había intento ser frenadas por Servini puso un cartel: “Censura judicial”. Finalmente, convocó a más de 70 artistas, músicos y periodistas, que cantaron “La jueza Barú Budú Budía, es lo más grande que hay” en los estudios para una audiencia de millones de personas que sintonizaban el programa de Canal 13. El hecho se transformó en uno de los momentos más recordados de la televisión argentina.














Comentarios