Tuesday 7 de May, 2024

OPINIóN | 26-04-2024 10:48

El súbito odio de Milei

Hasta hace dos años admiraba a NOTICIAS. Las investigaciones que desataron su ira pero que nunca desmintió.

Hasta hace unos años a Milei le encantaba la revista NOTICIAS. Lo conocí en julio del 2018, cuando lo entrevisté para una nota de tapa llamada “Efecto Milei: La Argentina friki”. Tuvimos una larga conversación en la redacción de la revista y protagonizó una divertida producción de fotos de Juan Ferrari, en la que su única condición fue que nadie le tocara el pelo. Cinco años antes de convertirse en Presidente, jugó para la cámara a dar mazazos, a leer una bola de cristal y acarició sensualmente un maniquí desnudo. La razón por la que lo habíamos elegido para protagonizar aquella portada no era precisamente elogiosa: lo presentábamos como la representación del “frikismo” nacional, personajes excéntricos, al borde de la patología psicológica –decía textualmente la tapa- que tienen fans, generan fascinación y no le temen al ridículo.

A Milei, presentado como “el insólito economista liberal”, le bastaba con estar en la tapa de NOTICIAS. Aunque fuera como un nuevo exponente border de la tele. Tan fascinado quedó que al día siguiente siguió haciéndome aportes para la nota por whatsapp. Me pedía que incluyera en el texto sus apodos: 1. El heredero de Adam Smith; 2. El Mozart de la economía; 3. El gladiador monetarista; 4. El demoledor de keynesianos; 5. El quijote libertario. Así, enumerado. Nunca un político (perdón Milei, pero es lo que es) entendió tanto como él la dinámica de los medios. Y los supo usar.

Después de aquella tapa, su agradecimiento con la revista fue permanente. En diciembre de ese mismo año se excusó por no poder concretar una nota junto con José Luis Espert porque su amigo no quería. “Pido disculpas de que no se haya podido avanzar. Yo estoy siempre dispuesto a colaborar con el medio de ustedes porque es el que mejor me trata de todos. Estoy muy agradecido por cómo se portan conmigo”, me decía en el audio.

Hasta diciembre del 2021, nos seguía teniendo en consideración. Le envié la invitación a nuestro evento aniversario y me respondió que le encantaría ir pero ese día iba a estar en Uruguay. Hasta me mandó el folleto digital que anunciaba su presentación.

Ni ensobrados, ni pseudo-periodistas, ni imbéciles, brutos o casta éramos para Milei, incluso casi dos años después de que se publicara la tapa “SuperAlberto”, que ahora tuitea para denostarnos, y expresaba la insólita popularidad del presidente que en el inicio de la pandemia llegó a tener 93% de imagen positiva, mucho antes de que se conociera el cumpleaños en Olivos de Fabiola y los vacunatorios vip. La apelación al superhéroe, además, ya la habíamos usado para simbolizar el pico de adhesión social a otro presidente que, como ahora Milei, castigaba a los medios críticos con el ahogo que implica el uso discrecional de la pauta oficial: en el 2003 Néstor Kirchner había sido “SuperK” en la tapa de NOTICIAS.

¿Qué pasó entonces en estos últimos dos años para que Milei pase de la admiración al deseo de que esta editorial quiebre? Periodismo.

Esta revista fue la primera en exponer verdades incómodas: sus libros con plagios a académicos de México, España y el FMI. El funcionamiento de un ejército digital para disciplinar voces críticas de artistas, periodistas o políticos, con insultos y fake news. Su inestabilidad emocional y las prácticas místicas compartidas con una hermana que saltó del tarot y la repostería a manejar el oficialismo. Lo que podría ser apenas una curiosidad se vuelve trascendente cuando ese pensamiento esotérico atraviesa la gestión de Gobierno. Lo expresamos en la última tapa “La caprichosa geopolítica de Milei”, que el Presidente consideró (vía retuit) la tapa más judeofóbica de la historia. Golpe bajo absurdo, porque lo que se cuestiona es su adhesión incondicional al accionar de Netanyahu (un primer ministro muy controversial entre sus compatriotas) por considerarlo heredero del legado de Moisés. También por mandato del profeta más importante del judaísmo es que pretende mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén. El problema no está en su sistema de creencias, sino que interfiera en los asuntos públicos.

Pero lo que, según un íntimo interlocutor del Presidente, consideró “una declaración de guerra”, fueron las revelaciones de esta revista en torno a sus perros clonados. No tiene interés público que Milei los sienta sus hijos o los ame más que a nadie. Pero sí que el Presidente considere a Conan un canal de luz para que Dios le manifieste su misión; que consulte a médiums y una “comunicadora interespecies” para dialogar con él y niegue su muerte y la de uno de sus clones. Lo inquietante es su mecanismo de negación de la realidad como patrón de conducta: los 5 perros que son 4 o la ilusión de que aplicando retoque digital en sus fotos oficiales, el mundo lo verá más joven, flaco y alto. Además de insultarnos con gran creatividad, el Presidente nunca desmintió con información a NOTICIAS. Algo estaremos haciendo bien.

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Alejandra Daiha

Alejandra Daiha

Jefa de Redacción y columnista de Radio Perfil.

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