Friday 29 de March, 2024

OPINIóN | 22-05-2023 13:36

Nubarrones en el horizonte chino

Autoritarismo, éxodo de empresarios, sequía y disminución de la población atentan contra el plan del gigante asiático para liderar el mundo.

Al presidente de la República Popular China Xi Jinping, parece que le cuesta encontrar un punto de equilibrio. Quiere que China sea una superpotencia, pero sus impulsos autoritarios y los del Partido Comunista la están aislando del mundo. La muralla con la que cercó el país imposibilita el ingreso de ideas del extranjero que son vitales para el desarrollo de sus empresas. Por culpa de la política de Cero Covid los académicos chinos dejaron de participar de conferencias y seminarios en el exterior; sus ejecutivos viajan muy poco con lo que se dificulta el cierre de acuerdos y la cifra de expatriados europeos en China se ha reducido a la mitad.

El futuro inmediato no es alentador: la sequía llevó el nivel del río Yangtsé a su nivel más bajo en más de un siglo y medio en un país que cuenta con casi 20% de la población, pero solo 6% de los recursos de agua dulce del planeta. Además, para el 90% de su producción de energía precisa uso intensivo de agua.

Quienes observan el panorama con desconfianza son los mega empresarios y los magnates chinos. Ellos comprendieron antes que nadie que una economía cada vez más dirigida por el Estado, y que prioriza la política y la seguridad nacional sobre el crecimiento, no puede llegar muy lejos.

La consecuencia es lógica, como ellos tienen la posibilidad de hacerlo, están dejando el país. Los ejemplos se acumulan casi a diario.  En septiembre de 2022, el matrimonio compuesto por Pan Shiyi y Zhang Xin, dos de los empresarios más conocidos de China, renunciaron como presidente y directora ejecutiva, respectivamente, de su imperio inmobiliario, Soho China. Jack Ma, cofundador de Alibaba renunció a la cúpula de la empresa. Colin Huang, fundador de Pinduoduo, competencia directa de Alibaba, dejó la presidencia, lo mismo que Zhang Yiming, fundador de la compañía matriz de TikTok, ByteDance.

Zhou Hang, renombrado empresario tecnológico, se mudó de Shangái a Vancouver, Columbia Británica, desde donde realizó duras declaraciones contra el régimen de Xi Jinping.

Al reprochar desde el exterior, se ahorró la condena a 18 años de prisión como la que sufrió Ren Zhiqiang, otro gran empresario, por criticar la gestión de Xi Jinping en suelo chino.

La consultora de migración de inversiones Henley & Partners estima que es este conglomerado de millonarios terminaría sacando del país unos USD 48.000 millones.

Queda claro que Pekín no mantendrá los brazos cruzados frente a esta diáspora. De hecho, varios abogados especializados en inmigración afirman que los traslados se han vuelto más difíciles en los últimos meses, ya que los plazos de tramitación de los pasaportes han aumentado. A esto se suman las nuevas trabas burocráticas impuestas por las entidades de control financiero para dificultar el giro de divisas al exterior.

También las empresas se están yendo de China. Importantes compañías como Apple, Samsung, HP y Dell planifican sus mudanzas a Malasia, Indonesia, Tailandia y Vietnam cautivadas por una mano de obra varias veces más barata que en China.

Otro tema de preocupación pasa por el descenso que registra la tasa de natalidad. Las cifras difundidas por la Oficina Nacional de Estadística, señalan que en 2021 hubo 10,6 millones de nacimientos, 1,4 millones menos que el año anterior.

La última vez que disminuyó la población china fue en 1960, cuando el país enfrentó la peor hambruna de su historia moderna, causada por la política agrícola de Mao Zedong, llamada el Gran Salto Adelante.

En 2010, el 9% de la población tenía 65 años o más. En 2020, la proporción había crecido al 13,5%. Durante el mismo lapso, la proporción de personas de entre 15 y 59 años disminuyó el 6,7%.

Un envejecimiento de la ciudadanía conllevará inmediatamente reducción de la mano de obra indispensable para el desarrollo económico del país.

En 2016, Pekín se apartó de la política de hijo único que rigió por décadas diseñada para limitar su crecimiento demográfico. Desde entonces las parejas tiene permitido tener un segundo hijo, limite que se extendió a tres en 2022.

Hoy cambió el discurso por completo. El Gobierno chino les dice a sus ciudadanos, especialmente a las mujeres, que “tener más hijos es un deber patriótico”. Otros incentivos pasan por más guarderías financiadas por el Estado y una mayor protección de las mujeres contra la discriminación en el lugar de trabajo.

Mientras que la edad media de China es de 36 años, la de Vietnam es de 30,7 años. Su mano de obra urbana tiene mucho margen para crecer. Siete de cada diez vietnamitas viven en el campo, casi lo mismo que en la India, y en comparación con sólo el 44% en China. La reserva de trabajadores rurales debería ayudar a amortiguar las presiones salariales, lo que daría a Vietnam tiempo para construir industrias de gran intensidad de mano de obra, una necesidad para una nación de casi 100 millones de habitantes.

 

* Por Agustín Barletti es autor del libro “El Hambre del dragón. El plan de China para comerse al mundo”.

 

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por Agustín Barletti*

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