Friday 26 de December, 2025

PERSONAJES | Hoy 07:29

Hernán Casciari: “Me chupa un huevo la guita”

Escritor, editor y creador de contenidos, creó la Editorial Orsai, la productora Orsai Audiovisuales y Orsai Educación. Proyectos y cuentos.

“Que las cosas confluyan y tengan éxito no depende solamente de las ganas ni del sacrificio ni de la voluntad. Juegan también el azar y el destino, pero una vez que ocurre, es un golazo. Y yo puedo gritar gol porque estoy donde se me antoja con los que tengo ganas, digo que no a la mayoría de los ofrecimientos porque no los necesito, me chupa un huevo la guita”, dice Hernán Casciari desde su casa en el campo, vive ahí  y solo viene a CABA los viernes. A pesar de eso, hasta mi mamá sabe quién es Casciari, “el de ‘Más respeto que soy tu madre’, el de ‘El mejor infarto de mi vida’, el escritor que lee cuentos en la radio”, dice. Todos sabemos quién es el tipo que logró anudar la literatura con internet creando la Editorial Orsai, Orsai Educación y Orsai Audiovisuales, responsable, entre otras cosas, de “La muerte de un comediante”, película dirigida y protagonizada por Diego Peretti, producida por más de 10.000 socios que pusieron dinero, tiempo, entusiasmo y confianza. Hernán Casciari se entrega a esta charla que pide ser leída en voz alta.

Noticias: Leí por ahí que la máquina de escribir fue su primer juguete. ¿Hay gente que no sabe la fascinación que provocaba una Olivetti?

Hernán Casciari: Es cierto. Mirá yo tengo el recuerdo de haber hecho todas mis carpetas de la primaria a máquina, me gustaba tanto que iba a la escuela, tomaba apuntes, pero después pasaba todo a máquina. ¿Sabés qué manía tenía? La de justificar el margen a la derecha, entonces, creo que encontré la manera de buscar sinónimos para que la palabra fuera más corta o más larga y de ese modo se pudiera cortar en sílabas sin que estuviera serruchadito del otro lado. Una obsesión ridícula, ya lo sé, ¡pero me divertía un montón! (Se ríe). 

Noticias: Cuando le piden un tip para escribir historias, usted responde que para escribir hay que leer. Algunos ya no leen ni los posteos de Instagram. ¿Qué hacemos?

Casciari: Realmente lo primero que tenés que hacer si pretendés escribir es leer; no es una frase hecha. Yo no tengo consejos ni reglas para que se lea más, pero cuando descubro que ya no leen, me fijo qué están haciendo y voy hacia ese lugar, con el objetivo de contar lo mismo que relataba por escrito para que sigan escuchando mi voz de la manera que sea. Sé que hay que leer en voz alta para que escuchen lo que no leen; eso es seguro. 

Noticias: Rescatar la tradición oral de contar un cuento requiere captar la atención de quien lo escucha. ¿Cómo se atrapa ese interés?

Casciari: En primer lugar, es necesario lograr que no parezca leído. Si vos empezás una historia con esa voz solemne de la literatura, ¡todo el mundo se va a la mierda! (risas). Es algo que espanta. Si vos empezás una historia diciendo: “No sabés lo que me pasó ayer”, con el tono coloquial de sobremesa de asado, después podés meter un cuento de Borges, porque esa entonación inicial lleva al otro a bajar la guardia del prejuicio y ya tenés medio camino ganado. Yo aprendí mucho en la radio, buscaba que la gente no se fuera del estudio cuando estaba leyendo y para eso entendí lo importante que era editar mi propio material, a buscar el tono y también a utilizar ciertos conectores.

Noticias: ¿Cuáles son?

Casciari: El fútbol y la risa, por ejemplo. Cuando escribo cuentos y les meto fútbol en el medio, me doy cuenta de que mucha gente empieza a engancharse no por el cuento sino por el fútbol; hablás también de otras cosas, pero esa es la entrada. Con la risa pasa lo mismo, te conecta inmediatamente y después podés meter al lector en una profundidad que no tenía prevista. Yo entiendo que el lector, el oyente, el espectador, el usuario son personas distraídas que tienen un montón de estímulos al mismo tiempo mientras les estoy hablando. 

Noticias: Usted estaba muy bien ubicado escribiendo en prestigiosos medios gráficos como el diario El País y publicando sus libros en editoriales tradicionales hasta que un día rompió con eso. ¿El volantazo tuvo que ver con animarse a crear su propio formato?

Casciari: Sí, más que animarme, creo que tuve la suerte de encontrarlo sin buscarlo, porque en esa época muy poca gente hablaba de comunidad y yo tuve la fortuna de construir una. Me refiero a un grupo de personas que libremente y sin que le estuvieran metiendo un revólver en la cabeza venía a mi blog a buscar cuentos que yo publicaba de forma gratuita sin esperar nada cambio, lo que generó durante años un caudal enorme de personas que empezaron a llegar y a consumir lo que hacía. Y un  día me di cuenta de que me interesaba más eso que lo que me daban las empresas tradicionales en las que ya estaba. 

Noticias: Usted ha dicho que desde chico su sueño fue escribir en El País. Cuando lo logró, ¿fue un “cuidado con lo que sueñas, puede  convertirse en realidad”?

Casciari: El País fue un diario extraordinario, no tanto en los últimos años, cuando empezó a decaer por diversos motivos. El tema es que yo vivía en Barcelona, escribía en El País, hacía una columna semanal acá en La Nación y al mismo tiempo publicaba cosas en grandes editoriales, pero me di cuenta de que no era por ahí. Porque por ese lado me aburría muchísimo, además de que me cagaban guita y hacían otras cosas por el estilo. A veces no queda otra que permanecer en esos lugares, pero como yo tenía una comunidad, empecé a fantasear con generar medios que me sirvieran para publicar mis libros o para producir otras cosas. Así nació primero la editorial Orsai, después Orsai Audiovisuales y Orsai Educación, todo surgió de la necesidad de poder divertirme sin que me rompieran los huevos (risas).

Noticias: Leí que de chico le gustaban mucho las novelas de detectives, quizás de ahí salga texto de estar todo el tiempo buscando. Si fuera un detective, ¿qué misterio le gustaría resolver?

Casciari: Me gustaría mucho resolver los misterios de la sociedad argentina. Misterios que para la mayoría de nosotros son absolutamente oscuros, encontrar la respuesta a esa gran pregunta de por qué nos pasa lo que nos pasa. Todas estas cosas que tienen que ver con lo que ocurrió en las últimas elecciones… que se parece tanto a lo que pasó en las anteriores, que ya se parecían mucho a las que las precedieron. Me gustaría develar por qué convivimos con esta sensación de que siempre es lo mismo. Entender por qué un lugar tan absolutamente espectacular y  privilegiado tiene esa contraprestación. No busco respuesta de chiquitaje ni acepto respuestitas  de la política actual, me lo pregunto en serio y quiero llegar al fondo. ¿Será por la cantidad y la calidad de la inmigración que recibimos? ¿Será de verdad que cuando llega Perón todo se pudre o tal vez cuando llega Perón todo está mejor y... entonces cuándo se pudre? No quiero llegar al resultado que mi ideología pretende sino a la gran respuesta de verdad. Si en vez de ser escritor de boludeces hubiera estudiado, ¡capaz ya tendría el misterio resuelto! (risas) 

Noticias: “Más respeto que soy tu madre” ya fue blog, película con Florencia Peña y Diego Peretti y una obra teatral emblemática protagonizada por Antonio Gasalla. Ahora su madre real, Chichita, hace un espectáculo con usted en el Paseo La Plaza. ¿Fue raro ver a una figura legendaria como Gasalla y sentir que había algo de su mamá ahí?

Casciari: Mirá, cuando cedo los derechos de un material para mí la obra original partió y es otra cosa, hay que soltarla. A Gasalla lo conocí muy poquito, creo que lo vi solo cuatro veces en mi vida porque justo cuando se trabajaba en la obra de teatro yo no vivía en Argentina. Pero la partida de Antonio me pegó un montón, no tanto como compañero de trabajo ni como socio de un proyecto, sino muy especialmente como espectador. Es una persona a la que admiré desde chiquitito. Cuando se inició la democracia, yo tenía 11 años. Creo que ahí fue la primera vez que supe de él y muy rápidamente empezó en la televisión. Me acuerdo de que miraba su programa por ATC y era tremendamente disruptivo con  respecto a otras cosas humorísticas que ocurrían en la tele de esa época. Estaba todo el under, Urdapilleta, Tortonese, Daniel Aráoz, Vero Llinás, Juana Molina... mucho después, en perspectiva, entendimos la magnitud de esa maravilla que había hecho Gasalla.

Galería de imágenes

En esta Nota

Marcela Soberano

Marcela Soberano

Comentarios