Monday 6 de May, 2024

PERSONAJES | 11-11-2023 12:22

Jorge Rojas: “Muchas veces me ofrecieron hacer política”

El cantautor repasa sus inicios lejos de los centros urbanos, el contacto con la música y su labor social.

“Mi contacto con la música es franco, sincero, honesto y muy transparente. Me hace feliz gestar una canción que es un medio hermoso de poder comunicarnos”, afirma el cantante, compositor y productor Jorge Rojas a días de presentar “Principio y destino”, su nuevo trabajo discográfico en el que vuelve a demostrar que es una de las mejores voces que ha dado el folclore.

Nació hace cinco décadas en Cutral-Có, provincia de Neuquén, donde sus padres se encontraban por motivos laborales, aunque siendo muy niño, la familia regresó a la casa de los abuelos, en el paraje Marca Borrada del Chaco salteño. Allí tuvo una infancia feliz y comenzó a comprender que, con las herramientas del conocimiento, se puede cambiar la realidad. 

Desde muy joven se dedicó a la música e integró el grupo “Los del Cerro”, con el que llegó a competir en el pre-Cosquín, la selección previa para actuar en el tradicional festival cordobés. Más tarde se uniría a “Los Nocheros”, y durante 12 años sumaría récords e innumerables recitales por todo el país, nominaciones al Grammy Latino y más de dos millones de placas vendidas. En 2005 lanzó su primer álbum solista y se dedicó a cimentar una carrera importante en la que lleva editados más de 20 discos.

Padre de cinco hijos y joven abuelo de dos nietos, encontró en Anisacate, Córdoba, su lugar en el mundo. Allí construyó su casa, un estudio de grabación con tecnología de punta, y un anfiteatro. En sus ratos libres disfruta de su parque y los animales que cría.

Noticias: ¿Cómo fue su infancia en el paraje Marca Borrada?

Jorge Rojas: Es el lugar que me marcó de una manera muy profunda en muchos aspectos de mi vida. El hecho de estar tan lejos de los centros urbanos hizo que tenga, desde muy chico, una profunda conexión con la naturaleza. Mis bisabuelos trabajaban en el monte, igual que sus abuelos. Y lejos, siempre muy lejos de la ciudad. La más cercana era Tartagal, a 200 km por camino de tierra. Así que esa vivencia en pleno contacto con la naturaleza lo ha hecho muy especial. Aprendimos a quererla, y respetarla, y saber que da absolutamente todo. Otra cosa que me marcó mucho también fue que ahí hay asentamientos de comunidades aborígenes, de casi siete etnias diferentes, y me permitió ver cómo vive un pueblo originario desde adentro.

Noticias: ¿Y el primer contacto con la música?

Rojas: Recuerdo que había momentos en que se generaban reuniones de carácter social o religiosa. El encuentro de muchos vecinos y parientes donde se juntaban y se vivían días festivos. Las fiestas duraban un montón de días. Ahí fue el contacto con la música y en vivo con el violín. Por lo que un poco uno ha investigado, entendés que ese instrumento llegó de mano de los jesuitas. Se enquistó en el Chaco salteño de una manera muy fuerte. Ahí la historia de la música se la identifica con el violín y la chacarera. Con esos dos instrumentos más un bombo legüero se armaban las fiestas y los bailes. 

Noticias: ¿Es cierto que como no tenía guitarra, se armó una con ramas y palitos?

Rojas: (risas) Mi papá tenía una especie de taller con herramientas donde trabajaba distintas cosas. Imaginate que ahí no se iba a comprar en una ferretería. Entonces me las ingeniaba. Agarré el serrucho, corté madera, tratando de darle la forma del instrumento. Le saqué unas líneas de pescar que tenía mi viejo e improvisé así una especie de guitarra. En esas siestas, que allá son muy calurosas siempre, se descansa, se ponen bajo la enramada a tomar un poco de sombra. Mi viejo siempre dormía la siestita, y yo pensaba que en ese momento no me veían, pero habían estado observando trabajando en el taller. Un tiempo después, hizo un viaje a la ciudad, me trajo una de regalo, y ahí empecé a tocar. Tendría unos 10 años, y la misma casa de instrumentos le dio un librito de acordes de música, y así empecé a aprender. Quería estar todo el día con la guitarra.

Noticias: En los pueblos y las ciudades del interior hay un contacto más cotidiano, más directo con la música, ¿no?

Rojas: El vivir en zonas rurales hace que la música tenga que ver con el paisaje, las costumbres, las tradiciones. Por ahí en las grandes urbanizaciones ya te llega información de todos lados. En aquel momento, cuando yo era chico, lo único que nos conectaba un poquito con el mundo exterior era Radio Nacional, que es la que sintonizaba mi abuelo. Él se sentaba a las tardecitas a escuchar unos programas de folclore, y era el único contacto que teníamos con música que podía llegar de otro lado. 

Noticias: Leí que su papá le decía a usted y a sus hermanos que se saquen las zapatillas para ir a la escuela

Rojas: (risas) Lo que pasa es que teníamos un par de zapatillas que era el que usábamos para ir a la escuela, y teníamos 8 km de camino para llegar. Entonces ese trayecto lo hacíamos con las alpargatas de trabajo y, un rato antes de llegar a la escuela, nos cambiábamos el calzado para cuidarlo y mantenerlo. Era una forma de aprender a cuidar lo que teníamos.

Noticias: ¿Su familia le transmitió un espíritu solidario?

Rojas: Sin duda. Allá todo forma parte de una cadena social muy solidaria. Cuando estás muy lejos de los centros urbanos lo que generalmente pasa es que el que produce algo lo cambia con el vecino. Al tener cerca una comunidad aborigen, en la que muchos se dedicaban a los cultivos y la recolección, recuerdo que llegaban a mi casa muy seguido con miel que conseguían en el monte, y generalmente era para canjear con algo. 

Noticias: De alguna forma lo trasladó a la Fundación Cultura Nativa que preside. 

Rojas: Sí. Obviamente los tiempos cambiaron muchísimo. Es una realidad que el monte ya no es el mismo, en ningún lugar del mundo. Los recursos que antes se utilizaban o se tenían, que permitían a las comunidades vivir de la naturaleza, hoy ya no están. Esos asentamientos son de gente que quedó muy desprotegida, y sin la posibilidad de poder insertarse en una sociedad de consumo como en la que vivimos. Quedó totalmente al margen del sistema, y hoy se ve una realidad muy difícil en esas comunidades. Eso ha hecho que nos organizáramos y ahí fue que nació esta idea de poder generar un espacio, una institución donde pudiéramos lograr algunas ayudas colectivas. En salud, que es lo más difícil que tiene el Chaco salteño, trabajamos en un programa de medicina solidaria. También en educación, para tratar de conseguir lugares, contactos, becas para que los chiquillos empiecen a prepararse sabiendo que, teniendo conocimiento, la realidad se puede modificar.  En muy pocos años el crecimiento agroindustrial que ha tenido nuestro país se llevó puesto el monte nativo y terminó afectando a las personas que vivían de él.

Noticias: Sabiendo de su labor en la Fundación, ¿alguna vez le ofrecieron participar en política?

Rojas: Sí, muchas veces (ríe). 

Noticias: Veo que no aceptó…

Rojas: Creo que para incursionar en la política hay que meterse de lleno en eso. Hoy mi trabajo con la música, y el que tengo con la Fundación, me lleva tiempo completo. Es otra vida la que tendría que hacer si me tuviera que dedicar a eso, y la verdad que, a esta altura, yo no la conozco, debería aprender muchísimo. Desde el lugar donde estoy, la música me ha dado la posibilidad de llegar a muchos sectores de la sociedad, a muchas instituciones, y lograr ayudas concretas. La música me da muchísima posibilidad de abrir puertas, entonces es un camino que estoy recorriendo, que no me hace pensar en otra cosa. Es lo que respondo cada vez que intentan seducirme para ocupar un espacio, o para dirigir algunos equipos de trabajo. No lo sé en el futuro. Si alguna vez lograra aprender más, pero hoy, creo que con lo que sé y la experiencia que tengo, en el espacio donde estoy, es donde puedo ayudar de la mejor manera.

Noticias: ¿Soñaba con su exitoso presente?

Rojas: No, la verdad que no. A mí la música me hace feliz en solitario. Incluso si estoy solo, a veces acá en este espacio, componiendo canciones o grabando o cantando. Paso muchas más horas cantando solo que frente al público. La mayor cantidad del tiempo uno hace la música para uno mismo. De chico también sentía que estar cerca de la música me hacía muy feliz. Con el tiempo conocí a los chicos de “Los Nocheros” y eso me hizo vivir una realidad absolutamente distinta. Por momentos parecía que era algo irreal cuando la música te conecta con tanta gente. Ese contacto con el público es otra vivencia absolutamente distinta. Gracias a Dios han sido cosas muy lindas y positivas en mi vida. Vivir toda esa vorágine de cosas que nos pasaron me enseñó para poder seguir adelante con mis proyectos, convencido del lugar que uno ocupa. Hoy sé que voy a hacer música siempre. 

Noticias: ¿Volvería a cantar de nuevo con el grupo?

Rojas: No lo sé, es posible. Hace un tiempito, Mario (Teruel) tuvo una pérdida tremenda con la muerte de su esposa (Noemí Laspiur, La Moro, compositora de muchos éxitos de “Los Nocheros”). Pasé por su casa y estuvimos conversando un largo rato, compartimos un día. A medida que fue pasando el tiempo pudimos rescatar ese afecto y lo pasamos muy bien. No creo que por el momento esté listo para volver a hacer algo artístico, pero desde lo afectivo sí, sentí que nos acercamos.

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Jorge Luis Montiel

Jorge Luis Montiel

Periodista crítico de artes y espectáculos.

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