Desde abril, María Areces está al frente de RePerfilAr, el noticiero de NET TV, junto a Santo Biasatti y bajo la consigna de “periodismo sin grieta”. Detesta la famosa palabra y subraya que “el propósito es no estar en ningún lado sino simplemente en el rol de los periodistas profesionales que somos. Estoy chocha de volver a trabajar con Santo. Es una propuesta que está empezando y a mí eso me encanta porque hace que no pierda la capacidad de asombro, me entusiasma ver qué podemos aportar”.
Noticias: ¿Cuál es el plus de “RePerfilAr”?
María Areces: La idea es que sea un formato de noticiero donde la gente se informe, hacer un periodismo lo más equilibrado posible, ser lo más objetivos que se pueda. La propuesta de NET es hablarle a quien piensa libremente.
Noticias: Ha dicho que intenta equilibrar el ego, ¿trabaja en eso?
Areces: Sí, todo el tiempo. Para mí el objetivo de esta profesión es el servicio. Pero, particularmente en la Argentina, se le da tanta trascendencia a la gente de los medios que a veces se endiosa a las personas. Me parece bárbaro que los periodistas tengan un papel preponderante, sobre todo en las épocas que corren porque nosotros somos interpeladores del poder, entrevistadores, contamos historias. Pero somos intermediarios, la noticia es el otro, la noticia es la realidad y tenemos que contribuir a eso, no creernos el centro de la información, porque se empieza a tergiversar la profesión.
Noticias: Siempre optó por un perfil bajo. ¿Qué costo tuvo eso?
Areces: Creo que depende de dónde te pares y del valor que le des al costo. Sos una persona no tan popular o que no genera tantos comentarios o tantos escándalos y eso en la tele puede no ser redituable. Entonces, desde el punto de vista económico, todos, porque a medida que uno va haciéndose conocido, aumenta el valor como profesional. Pero también tiene mucho que ver con el autoestima: este medio es tan vertiginoso y dinámico que hoy puede haber un empresario que quiera tenerte en la pantalla y otro a quien no le intereses para nada y debés aceptar esas reglas de juego, es muy difícil a veces porque te empezás a cuestionar. Si estás bien plantada, sabés que valés como profesional… A mí me gusta tener el perfil que tengo, soy muy feliz. Vivo tranquila y sigo firme con mis convicciones, es el precio de la libertad y de la paz interna. A todos nos encanta que nos elogien el trabajo pero para mí es mucho más importante que mis hijos (Alejo, 28, Nacho, 21, y Joaco, 16) crean que soy una buena madre, que soy una compañera de ellos. Me importan más los afectos.
Defiende la libertad de elegir desde sus entrañas y es de las que cree que siempre hay más capas en la cebolla. Hace unos años, se encontró con un lugar consolidado como presentadora de noticias pero se dio cuenta de que quería dar a conocer historias de vida inspiradoras. Convenció al canal (TN) de hacer el segmento “En primera persona” y, con la ayuda de la productora Jéssica Fabaro, fue por la primera: a mediados de 2014, entrevistó a Immaculée Ilibagiza, una ruandesa que perdió a su familia en una guerra tribal, luego estuvo frente al asesino y lo perdonó. “Escribió un libro donde cuenta que tenía un rosario trenzado, regalado por su papá, y se mantuvo aferrada a él adentro de un baño por tres meses junto a otras seis mujeres. Antes de ir a la nota, abrí un cajón y encontré un rosario trenzado de colores y quise dárselo. Cuando lo vio, me dijo que era igual al de su padre. Entonces sentí que ese era el camino. Yo creo en esas cosas”, cuenta.
Noticias: ¿Cómo vivió su salida de TN en 2018?
Areces: Fue todo muy extraño porque estaba haciendo una carrera lindísima en TN. Tuve un cáncer de mama (diciembre 2013) y ahí debí parar un poco. Sentía como que decía las noticias y había una realidad que me atravesaba y me conmovía y yo no estaba colaborando en nada. Ahí me senté a hablar con mi jefe y fue todo una negociación. Quería hacer a personas que hubiesen generado cambios en la sociedad, empecé a descubrir a los personajes anónimos y entré en un mundo divino. Y cuando terminó, el planteo fue: “Mirá, María, vos te fuiste de la conducción, los horarios son escasos, no sabemos qué hacer”. Sentí que no había lugar y no soy una persona que decida quedarse para ver qué pasa. Me dijeron: “Bueno, te podés quedar, pero…”, y yo ahí dije: “Me voy”. Y sí, fue duro, pero más que nada porque al día siguiente en los portales salió: “Despidieron a una periodista de TN en el medio de su enfermedad”. Primero que la enfermedad ya había pasado, entonces me revivió ese momento. Y, por otro lado, algo que me molestó mucho fue que yo se lo comenté a dos o tres personas del canal y al día siguiente ya estaba en los portales… no creo que haya salido de los directivos, habrá sido otra persona. De todas formas, es un medio que respeto mucho, crecí ahí adentro.
Noticias: Su elección de hacer algo diferente a lo que venía haciendo fue jugada.
Areces: Sí, trabajo mucho en salir de la zona de confort porque soy curiosa, cero rutinaria. Fue una elección que me cambió la vida y la mirada de la profesión, conocer a determinadas personas, acercarme. Tengo un montón de amigos que surgieron por esto y descubrí que todo es posible gracias a ellos.
Por eso le ronda en la cabeza seguir con las historias de vida por Instagram. Cuenta, por ejemplo, de Enrique, que perdió la movilidad en sus piernas a la vera del camino donde murieron su papá y su hermano, que es feliz que con lo que tiene y sigue adelante. O de Coco, un tipo que sin familia ni apellido, formó una cooperativa de cartoneros y un día le dijo que él tuvo que aprender a ser útil a la sociedad. “Te abren los ojos, imaginate, vos tenés todo para servir a la sociedad y viene un tipo que no tiene nada y te dice que tuvo que aprender a preguntarle al otro qué necesitaba y en qué le podía servir. Son historias que sacuden”, confiesa.
Noticias: A lo largo de su carrera, ¿le dijo que no a algo?
Areces: A un montón de cosas, de las que te imagines. Desde ofrecimiento de dinero para hablar bien de determinada persona, por parte de un dirigente de fútbol cuando había elecciones en el club, hasta participar en política. Y también lo que tiene que ver con los vínculos entre los hombres y las mujeres.
Noticias: ¿La acosaron?
Areces: Sí, claro, creo que a todas las mujeres de este medio nos ha pasado algo así. Hoy sería impensable, no se animarían. Yo me planté y dije que conmigo no se iba a dar una situación así y he perdido un trabajo.
Noticias: ¿La echaron o se fue?
Areces: No me echaron pero me empezaron a pasar a horarios marginales y al final dije: “Me voy”. O sea siempre tengo que poner límites (se ríe), ahí están los costos que me preguntabas.
Noticias: Es priorizar la libertad de elegir, ¿no?
Areces: Creo que la libertad es pura ganancia, eso siempre le digo a mis hijos. No tiene precio y podés ser libre estando con alguien o trabajando para alguien, la libertad es interna y la vas construyendo, porque imagínate que cuando pasó eso, yo acaba de ser mamá por primera vez. En el medio se fue construyendo mi personalidad también. Ahora siento que aprendí a vivir y esa fortaleza me hace mucho más feliz de lo que era.
Grafica el vértigo del crecimiento como pasar de andar por su pueblo, San Antonio de Areco, con pollerita Kill y Guillerminas a manejarse sola en Buenos Aires, meterse a hacer radio y, de ahí, tele. Un cambio rápido y furioso y todo antes de los veinte.
Noticias: ¿Cómo se armó internamente para no volver atrás y sostenerse?
Areces: Me lo sigo preguntando al día de hoy. Era tanto el deseo que de hacer lo que me gustaba, de descubrir un mundo nuevo que creo que eso generó que me fortaleciera como persona. Con las piedras podés hacer un camino sinuoso o construir un castillo. Y yo a veces sentí que estaba en un camino sinuoso, pensando que no iba a poder salir, y después miro para atrás y veo que no lo hice tan mal. Con mi hijo Alejo, por ejemplo, fue una etapa de mi vida compleja porque yo me había separado del papá, iba a cubrir la temporada a Mar del Plata y producía con él saltando en la cama del hotel… y lo veo hoy y no sabés lo que es. Creo que cuando te pasa algo, la llorás un tiempo, la padecés, es una cagada pero no tenés muchos caminos: o te caes y te quedás regodeada en el lugar de víctima, o salís adelante y hacés lo mejor que podés.
Noticias: El año pasado falleció su madre que venía de una enfermedad tan dolorosa como el Alzheimer.
Areces: Sí, mi mamá siempre me hablaba de metafísica y de cómo los seres humanos somos energía. Creo que la vida es un tramo de la existencia, simplemente un tramo. Cuando me dijeron que tenía Alzheimer, pensé que no iba a poder con eso. Sin embargo tuve la relación más amorosa, fue la mejor versión de mi mamá. Rescato siempre las cosas positivas a pesar de que en el momento parece que se te viene el mundo abajo.
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