Saturday 4 de May, 2024

PERSONAJES | 24-02-2024 09:46

Marilú Marini: “Soy bastante infantil”

Dejó París por unos meses y volvió a hacer teatro en Buenos Aires. Vida parisina, pasión en el escenario, miedos y terapia.

“Soy una artesana, una trabajadora. En ciertas cosas soy muy precisa y, en otras, trato de entregarme al vacío constructivo. Es lo que hace falta cuando uno hace un oficio en el área del arte”, cuenta Marilú Marini, que ha dejado por unos meses París, donde reside desde los años ’70 y ha desarrollado una prestigiosa carrera artística, para hacer teatro en Buenos Aires. 

Protagoniza “El corazón del daño”, un unipersonal basado en la novela de María Negroni, con dirección de Alejandro Tantanián. Un texto que atraviesa como un puñal —sobre la relación de una hija con su madre— y que Marilú acompaña con un trabajo exquisito. Verla es asistir a una ceremonia conmovedora. Hasta mediados de marzo en el teatro Picadero.

Soy bastante infantil, estoy muy cerca de lo imaginario, con esa libertad de imaginación que tienen los niños. A pesar de tener códigos muy estrictos por mi educación, justamente para romper eso, puedo llegar a esa libertad. A veces, como por golpes violentos, y ahora con la edad me lo permito más”, sostiene. Entre las distinciones que recibió están el Konex de Platino, el de Brillantes y la Orden de las Artes y las Letras en Grado de Comandante que le otorgó el gobierno francés. 

Noticias: ¿Cuáles son sus aspectos luminosos?

Marilú Marini: Los afectos y la capacidad que tengo de sorprenderme todavía. Lo que me sorprende y me interpela es la belleza. No la belleza que responde a los códigos sociales establecidos, sino la que va hacia otros límites que, a veces, pueden ser terribles, monstruosos o molestos. Eso es algo que me conmueve y me maravilla. 

Noticias: ¿Sus partes más oscuras?

Marini: Lo que menos me gusta de mí son los miedos a mí misma y mi incapacidad de tenerme confianza. Yo soy alguien muy inseguro, aunque tenga una seguridad interior frente al trabajo y a los afectos.

Noticias: ¿Cómo son esos miedos?

Marini: Mi mayor miedo es quedar abandonada en medio del camino y no tener recursos propios para defenderme. 

Noticias: ¿Su mayor logro?

Marini: Haber construido una familia. La relación con mi marido —Rodolfo de Souza, actor—  que es hermosa. Mi relación con mi hija Laura y con mis nietos Diego (7) y Rafael (10). 

Noticias: ¿Desde hace cuarenta años tiene la misma terapeuta?

Marini: Sí, Isaura Verón, una psicoanalista maravillosa, correntina, que vive en París. La veo una vez por semana. 

Noticias: ¿Para qué le sirvió la terapia y para qué le sirve actualmente?

Marini: Me sirvió para reconstruirme, para conocerme, para seguir creciendo y para desatar los nudos de miedos y poder acceder a una parte bastante íntima de mí misma. Me sirvió para hacer camino y para confiar en que no todo se puede controlar. Hay cosas que uno no controla, afortunadamente.

Noticias: ¿Qué siente cuando está en el escenario?

Marini: Una gran felicidad y, al mismo tiempo, un miedo brutal, antes de salir, la incertidumbre, todo eso. Pero es el lugar donde más libre me siento. Es un mundo que me pertenece.

Noticias: ¿Tiene rituales?

Marini: Antes de salir a escena, hago una parte de una clase de Feldenkrais, caliento la voz. Estoy en el camarín tres horas antes. Tengo una cábala que me enseñó Jorge Luz, que es persignarse y escupir por sobre el hombro izquierdo antes de entrar en el escenario. Es un poco lo que se hace en Grecia, en los bautismos ortodoxos los padrinos escupen al demonio para alejarlo del bebé. 

Noticias: No estudió actuación. ¿Cómo compone sus personajes? ¿Tiene su propio método?

Marini: Son herramientas y formas de trabajo que fui adquiriendo a través de la experiencia. El método difiere con cada personaje y también lo trabajo en análisis. Llevo mis textos y mis personajes a mis sesiones con Isaura y lo trabajamos con respecto a mí, y eso es muy precioso, muy valioso. 

Noticias: ¿A qué apeló para construir a la protagonista de “El corazón del daño”?

Marini: Es una hija escritora que a través de la relación con su madre deviene artista. Me fui a mi propia experiencia y luego a esos ecos que me enviaba el texto de María Negroni. Es un texto tan singular, tan poético, no hay una narrativa, hay una situación que se desarrolla, se simboliza y se sublima a través del texto. Fue a través de mí que lo hice.

Noticias: ¿Por qué eligió esta obra?

Marini: Me la ofreció Alejandro Tantanián. El trabajo de adaptación que hizo con María y Oria Puppo fue fundamental y también el texto, la dirección de Alejandro y la mirada de Oria (escenografía, iluminación y vestuario) que orquestó un clima esencial en la puesta. La obra me eligió a mí. 

Noticias: ¿Cómo fue su experiencia de hija?

Marini: Fue una experiencia complicada, hermosa. Tenía una madre prusiana, distante, que venía de un duelo muy profundo porque había perdido a una hija antes de que yo llegara. Yo fui para ella una luz, pero ella, pobre, estaba de duelo, lejos de mí. Yo no sentí la mirada de mi madre, la mirada que da la identidad. La buscaba todo el tiempo. Era una persona muy delicada y también, de alguna forma, quedó alguien muy niño toda su vida. Murió hace treinta y pico de años.

Noticias: ¿Hoy la recuerda con amor o con odio?

Marini: La recuerdo con amor. Ahora la puedo entender más que cuando estaba viva.

Noticias: ¿Cómo es el vínculo con Laura, hija de su marido y su hija del corazón?

Marini: Ah, es un vínculo delicioso. Yo soy de una generación donde el código de ser mujer era muy estricto, muy duro, empezábamos leyendo a Simone de Beauvoir, que nos decía que mujer no se hace, se deviene, se trabaja. Laura me ha dado mucho amor y también la posibilidad de aprender muchas cosas de la vida, saliéndome de lo estricto de mi educación. Yo salí rompiendo y con ella puedo aprender a salir deviniendo más fluidamente.

Noticias: ¿Qué clase de abuela es?

Marini: Lo peor de las abuelas, malcriadora, horrible. El otro día Rafael me dijo: “Malus, vos debés ser todavía muy niña para jugar conmigo como jugás”. Nuestros nietos nos dicen Malus y Papus a Rodolfo y a mí. Me quedé ancha después de escuchar eso. 

Noticias: ¿Cuántos años lleva con Rodolfo?

Marini: Estamos juntos desde el año ’89 y en el camino nos casamos, somos una pareja con libreta. 

Noticias: ¿Cómo es el amor después de tanto tiempo?

Marini: Muy profundo, es fruto de un gran trabajo. El amor en el cotidiano, el cuerpo a cuerpo cotidiano pide mucho trabajo sobre el terreno, mucha comprensión, mucha atención al otro y a la relación. Por supuesto, el amor cambia a lo largo de tantos años. Pero hay algo de lo no dicho, de lo se que siente, de lo que se vive que queda intacto y alimenta ese amor.

Noticias: ¿Cómo es su vida en París?

Marini: Muy tranquila. Es una ciudad muy bella, hay mucha oferta cultural y trato de aprovechar eso todo lo posible. Vivo en el Boulevard Richard Lenoir y tengo allí dos mercados al aire libre. Me encanta comprar la verdura de los productores locales y me encanta cocinar. Rodolfo es muy casero, yo soy más de andar trotando por la calle, pero también me gusta estar en casa.

Noticias: ¿Qué le gusta de la sociedad francesa?

Marini: Esa estructura instalada desde hace tanto tiempo que te da una cierta tranquilidad y, que, a veces, puede parecer muy encorsetada para nosotros. En Francia las cosas son más lejanas entre la gente. Me gusta también el lado agrícola y campesino, lo ves en los mercados maravillosos. Y el sentido de la república que tienen, es algo que se respeta mucho, es un deber. 

Noticias: ¿Qué extraña de Buenos Aires?

Marini: El afecto, el acceso tan fácil a lo afectuoso que tiene la gente acá, a la comunicación directa. Allá está todo eso mucho más codificado. Son códigos muy distintos a los nuestros.

Noticias: ¿Cómo ve a Argentina en esta nueva etapa?

Marini: La situación es muy complicada. Sería bueno que toda la clase dirigente reflexione acerca de lo que necesita para evolucionar el país, no la clase política, para no estar tan alejados de las reales necesidades del pueblo.

Noticias: ¿Un sueño?

Marini: Hacer Sancho Panza. Queda en el área de la imaginación todavía. Tendría que ponerme a trabajar en la adaptación, pero soy una perezosa. Veremos, en una de esas, ahora me largo.

 

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Cecilia Escola

Cecilia Escola

Periodista.

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