Thursday 9 de May, 2024

POLíTICA | 13-10-2023 07:34

Cristian Iturralde, el bolsonarista argentino que reivindica a Franco

Admirador del dictador español, el escritor crece dentro de la nueva derecha regional. Reunión con Kast. Su pasado con skinheads y nazis. Negacionismo de los 30 mil y su encuentro con Milei.

La plaza San Martín está lejos de estar llena. Debe haber un poco más de un centenar de personas. Como cada 6 de octubre, muchos se reunen ahí para homenajear a los “caídos por la subversión” durante la última dictadura militar. Entre el público está Alejandro Biondini, el filonazi más famoso del país, la dirigente Cecilia Pando, el ex carapintada Jorge Breide Obeid y también una entonces desconocida Victoria Villarruel. Es el 6 de octubre del 2006 y desde un escenario se proyectan imágenes de “terroristas”, mientras que se exige un juicio político para cada uno: Jorge Taiana, Eduardo Luis Duhalde, Miguel Bonasso, Horacio Verbitsky y Mirian Lewin, entre otros.

Como suele pasar todos los años, hay una contramarcha en repudio al evento. Van ahí desde organizaciones de izquierda hasta de derechos humanos. Las peleas y los tironeos están a la orden del día, y si no fuera por una fuerte presencia policial la situación escalaría aún más.

Uno de los que se planta en la primera línea de combate es Cristian Rodrigo Iturralde. En una entrevista callejera que le da a TVR se lo puede ver con el brazo izquierdo levantado, recto, apuntando hacia el cielo. “¿Por qué el saludo nazi mientras cantaba el himno?”, le pregunta el cronista. “Bueno, mirá, nazi... eso es lo que hacían los romanos. O sea, no tiene porque ser nazi, lo hacía también 'el Duce' (por Musssolini). Todo el mundo lo pone por una cuestión de dejar mal parado al nacionalismo argentino lo del brazo en alto. Es verdad que acá hay grupos de skinheads y bueno, es un acto público, aunque tenemos muchas cosas en común con muchos de ellos, ¿no?”, dice un joven Iturralde.

Cristian Rodrigo Iturralde

Fascismo for export. Desde entonces pasaron casi veinte años. Iturralde ya peina alguna cana, mientras que dice estar más “moderado” desde que profundizó su veta de practicante cristiano. “Antes ibamos mucho a la calle, nos cruzábamos con grupos de izquierda que vandalizaban a Iglesias, era más militante de choque. Después me volqué a escribir y me di cuenta de que la batalla estaba por el otro lado, y fui encontrando buena gente en otros lados. Y tengo amigos que son de izquierda, tengo amigos judíos, me fui dando cuenta de que hay que ver más a la persona que lo que públicamente manifiesta”, dice ahora, en diálogo con NOTICIAS.

Otro elemento novedoso es que Iturralde pasó de ser uno más del público que se juntaba en la plaza San Martín a tener diálogo de ida y vuelta con algunos de los grandes popes de la nueva derecha de la región. El año pasado tuvo una reunión con el chileno José Antonio Kast, y en septiembre Eduardo Bolsonaro, el hijo del ex mandatario brasileño a quienes muchos ven como su sucesor, lo invitó a la CPAC. Esa es la “Conferencia Política de Acción Conservadora”, el encuentro regional de ultraconservadores más famoso del continente que suele tener entre sus integrantes a Trump y al predecesor de Lula. “Satisfacción de conocer personalmente al autor de 'La escuela de Frankfurt y el comienzo de la Nueva Izquierda'”, subió Eduardo a su cuenta de Twitter, el día que se conocieron, en julio.

El brasileño había leído ese libro a principios de año y desde entonces buscaba conocerlo. En la región algunos dicen que Iturralde -que también escribió “La Inquisición, tribunal de misericordia”,1492, el fin de la barbarie” y “El pacto Perón Israel”- es uno de los consejeros del hijo de Bolsonaro. Él lo niega, aunque ahora acaban de publicar un libro juntos. Es “Guerra cultural”, un trabajo que comandó su anfitrión en el país vecino y en el que escribe uno de los capítulos.

A Milei lo conoció también. Fue de casualidad, en el 2021, y el libertario le pidió de regaló su libro sobre Perón. Iturralde dice que lo va a votar, aunque no comparte todas sus ideas. “Pero pienso casi igual en todo a Villarruel”, aclara. José Benegas, periodista e intelectual liberal que escribió “Lo impensable, el curioso caso de los liberales que mutan al fascismo”, tiene una interpretación sobre esta cercanía: “Iturralde es la tercera capa de la cebolla que es Milei. En la primera está él con su retórica liberal de frases hechas y recién aprendidas. Después están Laje y su alter ego Nicolás Marquez como el vínculo con lo nacionalista religioso. Por detrás está la verdad que es Iturralde, el centro de la cebolla, un fascista puro y duro que representa al verdadero proyecto. Todo esto junto representa a su vez al espíritu del viejo partido militar en el que unos autopercibidos liberales buscaban alguien que pusiera orden desde arriba mientras ellos pudieran tener un mercado. Eso termina muy mal”.

Identidad. “Yo levanto el brazo por Franscisco Franco, lo reivindico, soy franquista. Tengo mucha empatía por él. Pero esto no implica que esté a favor de que se mate gente. Mi intención es el bien común, y a mí entender en ese momento histórico Franco se lo dio a España”, dice Iturralde.

Noticias: Pero el fascismo viene adosado a la violencia como manera de hacer política.

Iturralde: Yo me remito a ese proceso histórico donde eran momentos más violentos. Hoy no podés ir a buscar un tipo a la casa y matarlo, no estoy de acuerdo con esas cosas. Pero sí me interesan la determinación en valores para mí innegociables, como la defensa de la patria.

Noticias: Pero no es indivisible el fascismo de matar gente, de la violencia política.

Iturralde: Yo hablo de que no se mate gente a menos de que haya una guerra. Ahí lamentablemente no queda otro camino, uno ya tiene la responsabilidad de defender su propia vida y la de aquellos que está siendo vulnerada injustamente. Pero es un tema difícil porque cualquier actitud parecería ser tomada como fascista.

Cristian Rodrigo Iturralde

Noticias: Va en línea con lo que dijo Milei en el último debate sobre la dictadura.

Iturralde: Estoy de acuerdo con lo que dijo. Hubo una guerra, que comenzó en un gobierno constitucional. Había que repeler una amenaza. Los derechos humanos son difíciles de poder garantizar en una guerra, estoy de acuerdo con la acción del ejército salvo por supuesto en el tema de las desapariciones que tendría que haberse manejado. Pero si estoy de acuerdo con la reacción del gobierno respecto a los terroristas. Yo no lloro a uno sólo de estos ocho mil desaparecidos.

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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