Thursday 25 de April, 2024

POLíTICA | 06-01-2021 16:53

El canciller Felipe Solá en el banquillo del Gobierno

Suma tropiezos en medio de las críticas de Cristina Kirchner al gabinete. Su versión del papelón con Joe Biden y la pelea con “Infobraden”.

Aprincipios de noviembre, el canciller Felipe Solá y la vicepresidenta Cristina Kirchner mantuvieron una reunión. Él la fue a visitar para hablar de algunos aspectos de la política exterior. Para ese momento el tema dominante de la agenda exterior era la elección en Estados Unidos, en la que Joe Biden se alzó con la presidencia. Hacía pocos días, Cristina había enviado su primera carta por el décimo aniversario de la muerte de Néstor Kirchner y había apuntado contra los “funcionarios y funcionarias que no funcionan”. Entre los apuntados estaba Solá.

La danza de nombres no frenó desde aquel día y Solá sumó algunos argumentos en su contra. El más escandaloso fue el día que Alberto Fernández conversó con Biden. El episodio comenzó con un blooper de Solá que se equivocó de lugar y en vez de ir a la Casa Rosada, donde se realizaría la comunicación, fue a la Quinta de Olivos. Para cuando llegó a la Casa de Gobierno, Alberto ya había cortado. De todos modos, le hicieron un punteo de los temas que se habían hablado.

Unas horas más tarde, Solá dio diferentes entrevistas y, en una de ellas, se extendió en los detalles. “El presidente Fernández le pidió dos o tres cosas, en forma medio general, pero muy importantes para la Argentina. Una es el visto bueno, la ayuda, la buena fe, la buena voluntad, del director de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional. Porque actualmente no estamos teniendo mucha suerte en este sentido con el director que deberá cambiar, que tendrá que cambiar después del 20 de enero. El gobierno que se va no está teniendo las mejores actitudes, en ese sentido, en el Fondo. Y el presidente Biden le dijo que él iba a tratar de liberar, saldar, esa es la palabra que usó, los problemas financieros de América latina”.

Este pasaje de una entrevista que dio en Radio Con Vos generó revuelo, sobre todo en el equipo económico, por el cortocircuito que podría provocar en la negociación con el FMI. ¿Qué pasó? Un sector del Gobierno afirmó que Solá había inventado el diálogo. La acusación de mentiroso no le cayó bien al canciller, por lo que en su entorno decidieron dar otra versión del asunto. Afirmaron a NOTICIAS que lo que pasó en verdad fue que Solá cometió la imprudencia de ventilar una parte del diálogo que no se debía filtrar, por la sensibilidad del asunto. Bocón, sí, mentiroso jamás.

Un mes después volvería a ser noticia, otra vez por sus dichos. Antes de Navidad, Cristina Kirchner participó de un acto en la ciudad de La Plata, donde volvió a cargar contra el gabinete de Alberto. “Por eso les digo a todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo, pero necesitamos gente en los sillones que ocupen de ministro, ministra, de legislador o legisladora, que sean para defender definitivamente los intereses del pueblo”, lanzó. Cuatro días después, Felipe Solá le respondió a CFK en un reportaje. “No me vendría mal otro laburo, pero no tengo tiempo para otro. Ningún ministro creo que tenga tiempo”, fue la frase que generó revuelo.

El verborrágico diputado oficialista Nicolás Rodríguez Saá publicó en su cuenta de Twitter una nota con la frase de Solá y agregó: “¿A qué hora renuncia el canciller? Los que hemos trabajado en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto sabemos los errores sistemáticos que se cometieron este 2020 en la gestión, como también así el maltrato con nuestros empleados estatales por parte de las autoridades”. Solá, que administra su propia cuenta de Twitter, le envió un mensaje privado. “Chanta. Versero. Berreta. Buscá tu minuto de gloria laburando”, le escribió el canciller con lenguaje nada diplomático. El mensaje fue publicado por Rodríguez Saa con la frase: “Cuando te insulta un canciller por privado es porque alguna verdad dijiste. El pueblo merece respeto a las palabras de Cristina. La están pasando mal. No se presta para chiste”.

Parecía que el enojo estaba escalando, hasta que al día siguiente el diputado borró la conversación privada y envió un tuit arrepintiéndose de lo que había hecho. “Pido disculpas al compañero Felipe Solá, me dejé llevar por el enojo, sin tener en cuenta mi responsabilidad como diputado nacional”. ¿Qué habrá pasado? Las malas lenguas sostienen que pudo haber recibido algún llamado aleccionador. De todos modos, Rodríguez Saá solo pidió disculpas por las formas. Por la cuestión de fondo no aclaró nada.

En la Cancillería sostienen que Solá nunca quiso polemizar con Cristina, sino que hizo un chiste “al estilo Felipe” y que todo comenzó con una nota del portal Infobae al que en el equipo de Solá llaman “Infobraden”, en alusión al ex embajador de Estados Unidos en Argentina Spruille Braden, célebre por su enfrentamiento con Juan Domingo Perón. El eslogan de campaña que inmortalizó aquella pelea fue “Braden o Perón”.

Deseo

Antes de ser canciller, en sus sueños más optimistas Felipe Solá se autopercibía presidenciable. Pasó por la etapa de precandidato en diferentes oportunidades, la última fue en la víspera del anuncio de Cristina Kirchner que proclamó a Alberto Fernández como el postulante del Frente de Todos. Ese mismo día, a través de Twitter, Felipe dio un paso al costado. Los testigos de aquel momento afirman que Solá llegó a desprender algunas lágrimas por no haber sido el elegido y que Alberto –culposo– le prometió que tendría un cargo importante en su Gobierno. Felipe, otra vez, se habría imaginado jefe de Gabinete o ministro del Interior, pero obtuvo un cargo menos importante, aunque nada despreciable: titular del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Hoy Solá es uno de los señalados para dejar el Gobierno. Nunca tuvo fuerte arraigo en ninguna de las tres ramas del oficialismo –la de CFK, la del albertismo y la de Sergio Massa–, lo que lo deja en un lugar vulnerable. En breve se sabrá si se queda o se va.

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Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

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