Perón llamaba a los niños “los únicos privilegiados”. Y aunque Alberto Fernández no es Perón, por un instante jugó a imitarlo en su anuncio del fin de semana desde Olivos. Después de todo, tiene a su lado a una admiradora y émula de Evita, la periodista Fabiola Yáñez. De ella fue la iniciativa con la que el Presidente sorprendió en su mensaje grabado, y según la cual a partir de hoy estarían permitidas las salidas recreativas con los chicos por espacio de una hora y en un radio de cinco cuadras alrededor de sus hogares.
Pero fue una idea que nació prácticamente muerta, porque Alberto no la consultó previamente con los gobernadores y porque, después del anuncio, tanto Kicillof y Rodríguez Larreta como los mandatarios de Córdoba y Santa Fe aclararon que no la implementarían en sus distritos por temor a exponer a los niños al contagio.
¿Cómo surgió la iniciativa de “Evita” Yáñez? Cerca del Presidente y su pareja cuentan que ella acercó a los directivos de la fundación Unicef, quienes le hablaron a Fernández de lo tortuoso que puede ser para los “únicos privilegiados” un encierro tan militarizado que se prolonga semana tras semana. No es lo mismo, por ejemplo, el espacioso y arbolado aislamiento del veinteañero Estanislao en la quinta presidencial que el confinamiento de chicos de pocos años en un monoambiente sin patio ni balcón, como ocurre en una gran mayoría de hogares de esta Argentina precarizada.
Tras escuchar a los expertos y a Fabiola, Fernández intuyó que tal vez era hora de dar una buena noticia, de mostrar una luz al final del túnel, en un momento en que las encuestas le marcan que la severa cuarentena que en los primeros días merecía una aprobación generalizada ahora empieza a generar hartazgo. La intención de su anuncio era esa: descomprimir. Pero no salió como quería.
Lástima por Fabiola.
Galería de imágenes
Comentarios