Disney compró Lucasfilm por 4.000 millones de dólares en 2012 e inmediatamente comenzó a estrenar nuevas películas, incluyendo una nueva trilogía, además de las derivadas "Solo" y "Rogue One”. Pero mayormente fueron vapuleadas en las reseñas (salvo la protagonizada por Felicity Jones) y con ingresos de taquilla por debajo de lo esperado.
Pero el lanzamiento de Disney+ en 2019 (streaming que hoy cuenta con más suscriptores que Netflix), obligó a repensar la saga Star Wars. Y Jon Favreau, responsable del lanzamiento del Universo Marvel con “Ironman”, fue el elegido para ponerse al frente de "The Mandalorian", el western espacial que abrió con su éxito, la puerta para una decena de proyectos nuevos. Universos paralelos para la estelar franquicia.
George Lucas ya había coqueteado con la idea de una serie de Star Wars que fuera sobre el proceso rebelde antes de vender Lucasfilm a Walt Disney Company en 2012. Se llamaba “Underworld”, y se escribieron guiones y se filmaron imágenes de prueba, pero el nivel de calidad que estaba buscando el director resultó ser demasiado caro para un presupuesto de televisión. Pero con “The Mandalorian” convertida en un fenómeno global, el presupuesto apareció para dar vida a un puñado de ambiciosas series
A fines de 2022 o principios de 2023 llegará la tercera temporada de “The Mandalorian”, que reúne al pistolero con casco de Pedro Pascal con su pequeño pupilo verde (el querible “baby Joda”). El año entrante abrirá con Rosario Dawson como “Ahsoka”, la aprendiz de Anakin Skywalker. Y hacia fines de 2023 se apunta “The Acolyte”, ambientada un siglo antes de la era de los Skywalkers, para empezar a sembrar historias de jedis y lores sith.
La presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, reconoce que tras el traspaso de la compañía a Disney, el objetivo principal era rejuvenecer Star Wars con una nueva era de películas. Pero el mix de lo nuevo y lo viejo, con el regreso de Han, Leia y Luke para acompañar a Rey y Finn, no dio resultado. Ni J.J. Abrams ni Rian Johnson dieron en el clavo. Las películas ganaron millones, pero la narrativa zigzagueante fue odiada por los fans.
“Reconocimos que necesitábamos trabajar juntos para crear la arquitectura hacia donde íbamos", apunta Kennedy. Y Star Wars requería un mayor grado de devoción profesional por parte de los cineastas. “Cualquiera que ingrese al universo de Star Wars debe saber que es un compromiso de tres, cuatro o cinco años”, dice.
Y Kennedy recurrió a Jon Favreau, que había inaugurado el Marvel Cinematic Universe, y estaba inmerso en la narración serializada a gran escala. Favreau llegó con una idea sobre un mandaloriano, la tribu de guerreros galácticos que con frecuencia aparecen como mercenarios o cazarrecompensas.
El problema era que otro estimado ejecutivo de Lucasfilm, Dave Filoni, también había ideado una serie centrada en los mandalorianos. Filoni, la mente maestra detrás de “The Clone Wars” quería explorar líneas narrativas que se separaran del eje central (algunas de las cuales podrán verse en “Tales of the Jedi” que llegará a Disney+ a finales de este año y se centrará en el Conde Dooku y Qui-Gon, y la segunda temporada de “The Bad Batch).
Como Filoni y Favreau eran amigos, Kennedy propuso que colaboraran. “Hubo muchas miradas diferentes, pero obtuvimos una que finalmente hizo clic”, resume Favreau.
“The Mandalorian”, había nacido como una idea para película. “Obi Wan Kenobi” también. “Andor” es la ambiciosa precuela de “Rogue One”. “Estamos haciendo series que estaban destinadas a estar junto a nuestras películas con un tercio del presupuesto y la mitad del tiempo”, reconoce Carrie Beck, ejecutiva de producción de Lucasfilm, quien fue coproductora ejecutiva de “The Mandalorian”.
“Siento que la sangre, el sudor y las lágrimas de todos están en esa pantalla”, agrega. Parte de ese logro en abaratar costos se debe a que ILM, la división de efectos especiales de Lucasfilm, logró perfeccionar e implementar la colosal pared LED curva que llaman The Volume, que puede envolver a un equipo de filmación de manera tan efectiva como cualquier set en locación, generando un ambiente que es convincente y fotorrealista.
No hay necesidad de enviar equipo, accesorios y actores a ningún lado. El brillo del atardecer o del amanecer puede durar toda la jornada laboral si es necesario. Puede congelar el sol, o los soles, si se recrea el planeta Tatooine. Una tecnología que ILM ya empleó para la secuela de “Avatar”, de James Cameron: consiste en millones y millones de diminutos diodos emisores de luz incrustados en una superficie curva.
La tecnología se utilizó para poder insertar a un Mark Hamill (Luke Skywalker) joven en “The Mandalorian”, y muchas de las escenas de “Obi Wan Kenobi”, en la que revive la vieja rivalidad con Anakin Skywalker, o sea Darth Vader.
“Originalmente me contrataron para interpretar una parte muy específica de la vida de esta persona. La mayor parte de mi trabajo fue con Anakin. Y ahora puedo volver y explorar el personaje de Darth Vader”, festejó Hayden Christensen, quien comparte la voz del hombre de negro con James Earl Jones. Una vuelta a los personajes originales para revisar el canon, y ampliarlo en nuevos universos.
Así se sumarán en el próximo año "The Acolyte", con Amandla Stenberg: se situará en la era de la Alta República, 100 años antes de “la amenaza del fantasma”; también "Lando", donde Donald Glover volvería como la versión joven de Lando Calrissian en la serie de Disney+ que desarrolará Justin Simien; "Rangers", que seguirá a un grupo de pilotos de X-wing en la misma línea de tiempo que “The Mandalorian” y conectará con "Ahsoka"; y "Skeleton Crew", donde Jude Law protagonizará la que serie que tendrá lugar durante la reconstrucción posterior a “El regreso del Jedi”.
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por R.N.
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