La ciencia aportó un nuevo logro: el telescopio espacial James Webb, el más nuevo y más grande del mundo, está mostrando a Júpiter de una forma nunca vista. El sucesor del telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea, valorado en 10.000 millones de dólares, fue puesto en funcionamiento a fines del año pasado: orbita a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra y ha estado observando el cosmos en el infrarrojo desde entonces.
Algunos astrónomos que forman parte del equipo que opera el telescopio publicaron el lunes imágenes de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar, que fueron tomadas el mes pasado. Pueden verse las luces del norte y el sur de Júpiter y la neblina polar arremolinada.
Esto permitió observar mejor algunos fenómenos en torno al planeta, como La Gran Mancha Roja de Júpiter: se trata de una tormenta lo suficientemente grande como para tragarse la Tierra y que se destaca junto a innumerables tormentas más pequeñas; así como también los tenues anillos alrededor del planeta, así como dos pequeñas lunas contra un fondo brillante de galaxias.
El telescopio pudo capturar estas imágenes gracias a una cámara infrarrojo cercano (NIRCam). La misma posee tres filtros infrarrojos especiales para poder observar esos detalles.
“Nunca habíamos visto a Júpiter así. Todo es bastante increíble. "Realmente no esperábamos que fuera tan bueno, para ser honesto”, festejó en un comunicado la astrónoma planetaria Imke de Pater, de la Universidad de California, Berkeley, quien dirigió la observación. Las imágenes infrarrojas fueron coloreadas artificialmente en azul, blanco, verde, amarillo y naranja por el equipo de investigación francés-estadounidense, para resaltar las características y los detalles.
La recopilación de datos del telescopio requiere que los científicos le impriman un cierto orden. La información sobre el brillo de la luz que los telescopios detectan llega al Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial, que es el centro de operaciones científicas y de misión del Webb, en forma de datos brutos que luego se procesan en archivos calibrados y se entregan al Archivo Mikulski de Telescopios Espaciales para que sean difundidos. Los científicos se ocupan de traducir esa información en imágenes.
Los científicos esperan contemplar el amanecer del universo con Webb, mirando hacia atrás hasta cuando se formaron las primeras estrellas y galaxias hace 13.700 millones de años.
Comentarios