Llegó fin de año y con él, los consabidos balances. Y si el 2020 fue distinto a todo, también lo será su última ponderación. Es que es probable que en ningún otro año el mundo haya estado tan en sintonía con sus consumos, costumbres y modas. Es probable, también, que estos nunca hayan sido tan funcionales y concretos como en 2020. Encerrados gran parte del año a causa de la pandemia y la consiguiente cuarentena, todos quedamos unidos por una serie de necesidades y hábitos, y de ellos se desprendieron algunos productos estrella. A continuación, el listado definitivo de lo que la pandemia nos dejó.
Volver a los orígenes
Se relató en incontables notas: una de las primeras respuestas que generó la cuarentena fueron las ganas de volver a cocinar sabores casi ancestrales. Recetas de larga cocción, como aquellas que hacían las abuelas, de alguna forma sirvieron no solo para llenar el tiempo muerto sino además para conectarnos con el carácter de refugio de la casa. En ese camino, la Pastalinda, la histórica máquina para hacer pastas, vivió un revival inédito en el año de su 70 aniversario, convirtiéndose en un absoluto objeto de culto. “Estamos ante la mayor demanda de la historia desde que nació la fábrica”, detalló la empresa en un comunicado reciente.
En línea similar, la masa madre fue otro de los grandes hits. Se multiplicaron las cuentas de cocineros amateurs y no tanto que explicaban cómo hacerla, y pronto fueron miles los que empezaron a compartir sus experimentos. Pan, pizzas y hasta medialunas de masa madre fueron los grandes protagonistas de Instagram en la primera mitad del año.
El beneficio impensado del tiempo libre asimismo llevó a muchos a pensar en crear su propia huerta. En terrazas, patios, balcones o incluso ventanas con maceteros, empezaron a plantarse tomates, lechugas y aromáticas varias, entre otros cultivos que sirvieron para reconectar con la naturaleza y sus ritmos después de varios meses de encierro. Y mientras aquellas plantaciones florecían, otro producto en auge fueron los bolsones de verdura directo a la puerta de casa, en muchas ocasiones orgánicos.
En las antípodas del “hágalo usted mismo” y siempre en el plano culinario, otro producto estrella fue Thermomix, el robot de cocina al que alcanza con ir proveyéndole los ingredientes para que cree las delicias más elaboradas, ya que tritura, calienta, cocina al vapor o al vacío, muele, mezcla y licúa, entre otras habilidades. Todo esto no es barato, pero aunque ronda los $ 300.000, entre marzo y octubre vendió 2736 unidades, con récord de ventas en junio.
Y conforme la cuarentena avanzó, las ganas de cocinar también bajaron: fue entonces cuando el delivery y el take away lograron su protagonismo, con restaurantes que se reinventaron en creativos menúes envasados al vacío, propuestas de pasos y hasta cajas gourmet para seguir seduciendo a su público.
La nueva moda. Por supuesto, encerrarse implicó toda una nueva vertiente de moda. Aunque al inicio la mayoría se contentó con su clásica ropa “de entrecasa”, la industria no se dejó amedrentar por la falta de ocasiones para lucir grandes galas, y en cambio redobló la apuesta sacando al mercado nuevas variantes de pijamas, camisones, calzas, joggings, remerones, buzos y pantuflas, todo perfecto para pasar el día yendo de la cama al living. Hasta la misma Anna Wintour se mostró con un jogging rojo con tiras blancas desde la intimidad de su casa en su cuenta de Instagram. Arriba, un clásico sweater a rayas completaba la escena, demostrando que incluso una de las máximas referentes de la moda mundial exigía la llegada de prendas más versátiles y cómodas para un momento único de la humanidad.
Aunque el accesorio estrella no es otro que el barbijo: es el nº1 de los productos más vendidos de Mercado Libre en 2020. Nació tímidamente con un estilo quirúrgico para pasar a las versiones con brillos, strass, logos y estampados. Mientras las grandes marcas como Louis Vuitton sacaron el propio (y Wanda Nara y Luciana Salazar fueron de las primeras en ostentarlo), por estos días el furor es por el modelo creado por el Conicet, hecho de telas antivirales que prometen desactivar el coronavirus en solo cinco minutos.
También fueron muchos los que decidieron no dejarse estar con el entrenamiento, sobre todo como una forma de sobrellevar la desazón del panorama incierto. Por eso también creció mucho la oferta de prendas deportivas y elementos de fitness como pesas, mats de yoga, bandas elásticas y colchonetas. De hecho, la categoría de Fitness y Musculación de Mercado Libre creció este año un 197%.
Tecnología salvadora
Confinados y al inicio sin mucho permiso para salir a la calle, el e-commerce fue uno de los rubros que más nos salvó (y por ende creció) en este 2020. En Mercado Libre, líder en la industria, solo hasta el tercer trimestre del año se registraron más de dos millones de nuevos usuarios en Argentina (y más de 17 millones en la región). ¿Qué fue lo más vendido? Además de barbijos, picó en punta el alcohol en gel y en spray. También los celulares, juegos de mesa, pañales y la bendita mopa, un elemento de limpieza viejo como el mundo pero que se reconvirtió este año en versiones híper modernas. En plan de reinvenciones, la aspiradora robot fue otra estrella de las redes, furor de ventas y sorteos de influencers. Y por supuesto, prohibido olvidar a la omnipresente lavandina, usada hasta el hartazgo para limpiar compras del supermercado, superficies de la casa y hasta veredas.
Finalmente, cuando caímos en la cuenta de que esto iba para largo y el trabajo remoto no debía ser un parche sino una realidad, el uso permanente de Zoom, Google Meet, Teams y otras plataformas de videollamada motivaron un nuevo hit de ventas: el aro de luz. Este producto que atraviesa generaciones, de las púberes y adolescentes que se maquillan o filman videos para Tik Tok a los padres que buscan una mejor iluminación en sus reuniones virtuales, vio pavimentado su camino al estrellato en la segunda mitad del 2020.
Como una radiografía, el registro de consumo de este año habla a las claras de un período distinto. Uno en el que cada quien lo transitó como mejor pudo, pero en el que en el proceso fuimos encontrando anclas que hicieron más llevadora la experiencia. Del aroma del pan recién hecho al zumbido auspicioso de la aspiradora robot haciendo su trabajo, pasando por el alcohol en gel en cuanta cartera y bolsillo exista, puede que los hábitos y compras de este año pasen a la historia como los más reconfortantes en mucho tiempo.
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