Desde sus primeros sueldos, Alexia Alberti se encargó de comprar dólares con los pesos sobrantes después de cubrir todos sus gastos. Hace un año, sin embargo, viendo que tenía más dinero disponible, empezó a investigar en qué podría invertirlo para mantener su valor más allá de dolarizarse. Su primer interés fueron las criptomonedas, en un momento en el que en Argentina comenzaba a hablarse con más fuerza que nunca del tema. Y tras informarse con una amiga que ya había incursionado en el rubro y mirar tutoriales sobre el uso de las distintas plataformas, eligió una y destinó un pequeño monto.
“Pero había escuchado que la clave es que hay que diversificar el riesgo, y eso se logra invirtiendo de distintas maneras, así que seguí buscando cómo hacerlo”, cuenta. Su siguiente paso fue investigar en redes a distintas mujeres emprendedoras hablando de finanzas y contando sus experiencias. En eso estaba cuando le escribió por Linkedin una asesora financiera, que le ofreció incluirla en un plan de un seguro de retiro. Tras asesorarse con familiares y expertos cercanos, decidió probar, ya que el sistema le interesaba y parecía confiable. Esa fue su segunda inversión.
La tercera llegó de la mano de esta misma asesora, que a través de una aplicación la ayudó a invertir con rendimientos en el corto o largo plazo. “Por otro lado, siempre seguí comprando dólares, y a raíz de unas charlas con amigos y familia empecé a comprar MEP, utilizando nuevas plataformas”, relata. Aunque como le resultó difícil meterse en este mundo, al tiempo también dejó que lo hiciera por ella la asesora financiera.
Con 28 años y tras apenas uno de haber comenzado a adentrarse en el mundo de las finanzas, su portfolio de inversiones es variado y amplio. Y aunque parece una “rara avis”, en su espejo pueden verse reflejadas muchas mujeres que en los últimos tiempos han comenzado a interesarse por este tema. Como prueba, bastan los distintos libros, podcasts, apps, cursos y cuentas de redes sociales (y su enorme séquito de seguidoras) que han surgido para informar sobre la cuestión.
Aproximación emocional
Cuando en marzo de 2022 Helena Estrada publicó “Dueña de tu dinero” (Editorial El Ateneo), ya llevaba un tiempo concientizando a mujeres sobre la importancia de hacerse cargo de sus finanzas desde su cuenta de Instagram, @helenamestrada, y su podcast “Mujer es Poder”. Pero desde entonces el número de interesadas no ha hecho más que crecer. “Es impresionante cómo cada vez más mujeres se acercan a este tema, tanto jóvenes como mayores. Cada vez hay más conciencia del impacto que sus finanzas personales tienen en su vida y de la responsabilidad que tienen a título personal sobre ellas”, relata.
Entre las cuestiones donde nota más interés resaltan las implicancias y responsabilidades económicas que surgen de los vínculos con sus parejas, así como cuestiones de violencia económica y patrimonial. “Es un tema que no se habla mucho públicamente, así que cada vez que posteo algo en relación a eso, surgen muchísimos casos y preguntas, o a veces simplemente se genera un espacio para conversar”, cuenta. En ese sentido, donde Helena ve menos conocimiento es en el alcance de los derechos. “No todas las mujeres tienen tan claro que el 50% de los bienes de la sociedad conyugal les pertenecen, y que tienen poder de decisión sobre ellos. Muchas siguen pensando que si el varón es el que aporta más dinero (o el único), todo es de él y ellas tienen que pedir permiso para usarlo”, advierte.
Un dato relevante es que la primera aproximación de las mujeres al tema es sobre todo emotiva. Por eso el libro de Estrada, aunque es sobre educación financiera, no tiene un solo número más allá de ciertos datos o estadísticas. “Quise empezar por la relación emocional que tenemos las mujeres con el dinero. Porque una vez que tenemos en claro la motivación y las razones por las que queremos comenzar a interesarnos, el resto es operativo y hay muchas herramientas disponibles”, explica. Por lo pronto, el libro ya está en su segunda edición.
Erradicar el tabú
Es un hecho que el dinero no hace a la felicidad. Pero sin duda ayuda. Eso entendió desde temprano Aldana Hamer, cuando a sus 14 años nació su medio hermano con síndrome de Down y supo que con el tiempo se convertiría en su tutora legal. Esto no solo hizo que creciera con más responsabilidades, sino que tomara conciencia de la importancia de ser independiente económicamente. “Tenía 18 años y hablaba de jubilaciones y todo mi círculo me decía que no me preocupara por eso”, recuerda. Cuando hace dos años creó “Femeninas Financieras”, una cuenta de Instagram (@femeninasfinancieras) y también un blog, finalmente encontró un público afín que también está interesado en planear ese futuro, sin por eso dejar de vivir el presente. A la par llegó su libro, “¡Stop! Mujeres invirtiendo” (Tinta de Luz), y desde esas tres plataformas comparte hoy la importancia de invertir, ahorrar y planificar, siempre con términos sencillos y fáciles de entender para todo público.
“En las últimas décadas la mujer se ha insertado más en el mercado laboral, pero aun así seguimos teniendo menos acceso a instituciones financieras y mecanismos de ahorro. Mientras el 55% de los hombres asegura tener una cuenta en instituciones financieras formales, solo el 47% de las mujeres la tiene, y ese número es aún menor en economías de ingresos medios y bajos”, relata, citando un estudio de ONU Mujeres. Su búsqueda de concientización tiene que ver con ayudar a acortar esta brecha, entre otras formas, ayudando a que deje de ser tabú hablar de dinero entre mujeres. “En una reunión es mucho más común escucharlas hablar de economía doméstica, por ejemplo comentando en qué supermercado es mejor comprar, mientras los hombres hablan del dinero grande, de inversiones y negocios”, ilustra, apuntando a la necesidad de equiparar esto.
En su comunidad se reiteran consultas sobre cómo aprender a ahorrar y manejar el dinero luego de una separación (en la que siempre manejó todo el hombre), cómo generar ingresos extra, cómo manejar deudas, cómo invertir. “Tengo clientas más chicas que yo, que están empezando su primer trabajo y se dan cuenta de que es importante planificar para tener algo en el futuro, y también otras que ya son jubiladas y les quieren dejar algo a sus nietos”, cuenta Hamer, convencida de que aunque jamás nos enseñaron educación financiera en el colegio o la universidad, es vital comenzar a instrumentarlo para las masas.
Al alcance de todas
Y no solo en redes es posible acceder a contenido actualizado sobre economía para mujeres. Es tanto el interés que en 2020 se creó Mujer Financiera, una app que incluye herramientas básicas para manejar las finanzas personales, así como educación financiera y el contacto con una comunidad especializada, y que lleva superadas las más de 200.000 descargas.
Creada por el emprendimiento homónimo de educación en finanzas Mujer Financiera, de Sabrina Castelli, la app es sobre todo utilizada en busca de recursos de independencia. La sección “Mis cuentas”, por ejemplo, es sumamente útil para registrar ingresos, gastos y ahorros, tanto personales como familiares o de algún proyecto, permitiendo ver el impacto de las decisiones económicas a diario. En la empresa madre, en tanto, ofrecen cursos e información que permitan ahorrar e invertir de modo simple y fácil, y cuentan con una comunidad de más de 500.000 seguidoras en @mujer_financiera.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por su parte, también apoyan este crecimiento, y a fines de 2021 lanzaron un curso gratuito de finanzas para mujeres. Online, busca brindar oportunidades de formación para el logro de la autonomía económica. “Tenemos como objetivo crear mejores oportunidades de desarrollo para las mujeres, y la educación financiera es uno de estos ejes de trabajo. Por eso, junto al Ministerio de Educación estamos trabajando en el desarrollo de una plataforma que tendrá diversas herramientas para poner a disposición”, sostuvo Marisa Bircher, secretaria para la Igualdad de Género. Por lo pronto, el curso es virtual y gratuito y aborda temas como los pasos iniciales para ahorrar, cómo armar un presupuesto y cómo invertir.
El empoderamiento femenino también llega a las finanzas. Por suerte, las herramientas al alcance son cada vez más.
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