Acostumbradas a lucirlos, suelen ser las mejores modelos para sus propias creaciones. Siguiendo las tendencias, con más o menos tela y en general con amplitud de talles, las marcas de trajes de baño con firmas famosas detrás se van haciendo cada vez más recurrentes conforme pasan los veranos. De la novísima colección de Wanda Nara a la ya instalada de Jimena Cyrulnik, pasando por la propuesta pandémica de Flavia Palmiero, son varias las celebrities que han decidido probar suerte en este rubro. Cada una fiel a su estilo y gusto, seducen a un público de lo más diverso.
Las más nuevas
El lanzamiento más reciente es el de Wanda Nara, que luego de incursionar en los cosméticos decidió ir por los trajes de baño con la línea Wanda Swim (vende ambas categorías de productos y quien sabe qué próximos en el “Wanda Store”). Inaugurada el 1 de enero, esta nueva división de negocios ofrece bikinis y trajes de baño enteros con talles amplios (del 1 al 4) y diversidad de modelos en su página, nombrados en honor a las mujeres de su clan: Zaira, Nora, Isabella, Francesca y Mali. Todos cuestan lo mismo: $ 10.000, y aunque en la página web los desfilan diferentes figuras, en su Instagram, Wanda es la primera en mostrar cómo se lucen desde su casa de Santa Bárbara en el verano porteño, donde está pasando algunos días en familia. Los más de 13.000 likes en el primer posteo en el que develó una de las prendas ya le auguran buenas ventas.
En septiembre de 2020, luego de meses de angustia por la cuarentena, Flavia Palmiero se sumó a las huestes de famosas que lanzan su propia línea de trajes de baño. Decidida a conectarse con algo alegre en pleno encierro, evocó playas para crear seis modelos distintos entre bikinis y trajes de baño enteros, y llegó a la primavera con su primera temporada a la venta. Pensando en su gusto pero también en sus cientos de miles de seguidoras en redes, diseñó líneas clásicas con destellos de tendencias, y armó “una colección para todas las edades con diseños que te enaltecen”. Para esta temporada, los modelos tienen nombre de destinos europeos de verano (como Ibiza, Positano y Niza) y van desde los $ 8200 a los $ 11.500. En su página y sus redes puede apreciarse cómo cada uno lo luce la misma Flavia, prometiendo mostrarse sin retoques digitales para que pueda verse el real calce de la prenda.
Las instaladas
Entre las novedades de estos lanzamientos también está la amplitud de talles. Es que para el común de las mujeres el elegir un traje de baño implica poner en juego varias inseguridades. Y aunque parezca que estas figuras públicas tienen la imagen muy resuelta, muchas veces este tipo de emprendimientos responde a necesidades propias no satisfechas. Para Jimena Cyrulnik, por caso, el nacimiento de su marca Xyrus se dio cuando luego de tener a su segundo hijo no se sentía cómoda con ningún modelo de traje de baño y decidió diseñar los propios. Para cuando algunas amigas le empezaron a pedir unos y el círculo se empezó a ampliar, entendió que había un nicho por explotar. Así fue creciendo en estilos y también en talles, y lo que comenzó con XL hoy llega hasta triple XL. “La idea es que todas las mujeres se puedan sentir cómodas y no se vayan frustradas de mi local porque no encontraron un traje de baño”, sentencia. Aunque las enterizas son su mayor hit de venta, también ofrece comprar bombachas y corpiños por separado para armar el bikini ideal y sus precios promedian los $11.000. “Cuanto más cómoda estás, más linda te ves”, suele decir Jimena, que es una de las modelos de la marca pero no la única, ya que siempre busca estar acompañada por figuras de otros talles.
También sucede que hay celebrities que suman el diseño de estas prendas como una nueva pata de sus negocios ya instalados. En Helicia, la marca que creó Flor Torrente con su socia Agustina Bruzón en 2013, en el inicio todo fueron carteras y accesorios, pero la pandemia las obligó a reinventarse y abrir el espectro. Comenzaron con buzos, joggings y tapabocas, y frente al éxito de ventas (vendieron en un año más que en sus 8 anteriores) siguieron expandiéndose. Así no tardó en llegar en 2021 la línea de beachwear, con tres modelos de trajes de baño súper fieles a la esencia de la marca: de estampas más bien retro, con calces amplios y tiro alto con el fin de “poder representar a las diferentes mujeres y darle a esas personas diferentes usos”. La propia Flor es siempre la primera en mostrarlos y la respuesta del público sorprendió hasta a la dupla: la primera tanda se agotó en un día de preventa. ¿Precios? Los más caros salen $ 7390.
Y algo similar sucedió con Pompavana, la marca de lencería sexy de Ivana Figueiras que, dado el éxito de venta de sus productos, pronto empezó a extender su reinado a otras categorías como ropa deportiva, batas y pijamas, ropa interior para embarazadas y hasta productos de belleza, pero donde la línea “Pompa Swim” es una de las más aplaudidas. Su diferencial es que sigue el mismo camino que hizo ascender a la marca, proponiendo trajes de baño bien sexies, con diseños con transparencias, recortes, engomados y encaje, y donde aunque hay algunos enteros, el protagonismo es de los bikinis. Entre los $ 6900 y los $ 9500 y con seis cuotas sin interés, puede lograrse un verano sensual de la mano de Pompavana.
Las razones
A veces también sucede que algunas marcas de trajes de baño invitan a ciertas celebrities o influencers a realizar colecciones cápsulas con sus diseños. ¿Y por qué este tipo de prenda atrae tanto a las figuras famosas? Desde la revista Vogue vaticinan que tiene que ver con que es una apuesta fácil y sencilla de diseñar en cuanto a recursos e inversión, pero que a la vez estas figuras conocen bien en tanto modas, usos y comodidades, ya que es un ítem muy común en sus carreras. Al mismo tiempo, la nueva perspectiva sobre el cuerpo femenino abre un mundo de posibilidades en cuanto a diseño, y muchas famosas levantan este guante. Tras años de sentirse interpeladas por la mirada ajena, encuentran en este rol de diseñadoras una gran forma de reivindicarse. Bienvenida sea la amplitud de visiones.
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