Como la mayoría de las modas, comenzó entre los más jóvenes, aquellos que ya ni siquiera son millennials sino centennials, los nacidos en los albores de los 2000. Esta generación, nativa digital y presente en casi todas las redes sociales, pero en especial en aquellas visuales como Instagram y Tik Tok, tiene una especial obsesión por lo bello, eso que causa placer a los ojos. La nueva tendencia que han dado a luz se llama “aesthetic”, una movida que podría traducirse como “estética”.
¿Y qué engloba un término tan amplio? Mucho, porque se sabe que la belleza está sobre todo en la mirada del observador. Así, este estilo mezcla un poco de grunge, otro de cultura gótica y mucho del espíritu pop de los '90. También, tiene una gran influencia de la moda juvenil asiática, en general súper lúdica y colorida.
Todas las tribus
Podría decirse que la tendencia “aesthetic” engloba diversas tribus. Tal vez la más conocida sea la “baddie”, un look brillante y exagerado que todo lo que busca es deslumbrar. Lo hace sobre todo a través de un maquillaje súper llamativo, con glitter, purpurina y motivos florales. La paleta de colores oscila del rosa pastel al azul marino y el bordó y se despliega en prendas como jeans rotos, crop tops, gorras, buzos con capucha, tacos pero también zapatillas. El filtro que se usa luego para editar las fotos con estos outfits es más bien de un tono nude, casi quemado. Porque sí, esta estética atraviesa sobre todo lo que se publica en redes y por eso una de las apps más usadas para trabajar las imágenes y agregarles emojis o distintos tonos o efectos es Picsart.
Otra versión de lo “aesthetic” es la vintage, cuya base es la década del '70 y '90, con una paleta que va del marfil al gris y camel. Aquí lo retro se juega en jeans “boyfriend”, boinas, sweaters con cuello alto, remeras estampadas y las clásicas zapatillas Converse.
También está el estilo Kawaii, que en japonés significa tierno y hace un culto de los colores pasteles. Quienes lo siguen usan sobre todo buzos y remeras oversize, polleras, medias largas, zapatillas blancas y shorts de jean. Y en las fotos que suben suelen abundar los agregados de stickers casi infantiles.
La ya mencionada influencia “grunge” también tiene su estética particular, con dicho nombre y mucha conexión con la música, utilizando una paleta de colores que apela a los tonos tierra. Les gusta usar zapatillas Vans, polleras escocesas, vestidos sobre remeras y pantalones rotos, entre otras prendas icónicas.
Una forma quizás más clara de comprender por dónde va esta corriente consiste en identificar celebrities que la siguen. Algunas internacionales son Hailey Baldwin, Billie Eilish, Aitana y la tiktoker Charli D’Amelio. De estas dos últimas se desprende un rasgo más: el pelo “aesthetic” se prefiere más bien corto, alrededor de los hombros, con algunos mechones teñidos de colores pastel como lila o rosa, o también flúo, al estilo Eilish. Otro punto fuerte son las uñas ultra trabajadas, largas, con apliques y nail art.
También en la deco
Pero la movida “aesthetic” no se limita a la imagen personal. También aplica a los objetos que nos rodean y la decoración de la casa. Y por eso abundan los locales que venden productos estéticamente placenteros, con mayor o menor funcionalidad. Uno de los más exitosos es Puercoespín, ubicado en Palermo (aunque su local inicial está en Ingeniero Maschwitz) y furor de las generaciones más jóvenes. Aquí es posible encontrar desde unas pantuflas con forma de helado a una maceta con aspecto de hipopótamo, anotadores y lapiceras con estampas o una lámpara con proyector de figuras de cohetes. Todo, pleno de brillo, color y alegría. “Nuestra estética se basa en llenar de colores todo, en base a nuestro gusto personal y de diversos diseñadores. Estamos siempre en busca de nuevas tendencias para estar siempre un paso adelante”, apunta Juan Manuel Nouque, creador de la colección de la marca. Aunque confiesa no estar tan familiarizado con el término “aesthetic”, al conocer sobre el mismo está de acuerdo en que aplica a su espacio. “Lo que logramos en nuestros locales es ese entorno que produce una sensación de felicidad”, resume.
En cuanto a cómo llevar eso a casa, lo primero es disponer de un espacio amplio y claro. Sobre esa suerte de lienzo luego pueden colocarse ítems básicos del estilo “aesthetic”, como plantas colgantes, tiras de luces LED o neón, discos de vinilo, guirnaldas y pósters o fotos en bastidores, mucho más informales que con marco. También son un “must” los espejos, vitales para apreciar los looks armados y duplicar la belleza de la habitación. Y otros infaltables son los tejidos de punto grande, híper cálidos y acogedores, así como los almohadones que simulan pelo o con apliques y detalles.
El resultado es el cuarto al que aspiran todas las adolescentes de hoy: una decoración que permita fondos idóneos para cualquier posteo de Instagram o video de Tik Tok.
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