Es uno de los lanzamientos del mes y de los más interesantes. Se trata de una compilación de artículos, conferencias y entrevistas que Mario Vargas Llosa realizó sobre y con Jorge Luis Borges a lo largo de su vida, y que el sello Alfaguara compiló con el título: “Medio siglo con Borges”. Allí, el Nobel peruano, no sólo despliega uno de sus talentos menos conocido por el gran público, el de la crítica literaria, si no que además confiesa su gran pasión por quien considera “lo más importante que le ocurrió a la literatura en lengua española moderna y uno de los artistas contemporáneos más memorables”.
Aquí, los momentos destacables de las charlas que mantuvo con un Borges siempre genial.
“Recuerdo mi sorpresa y mi alegría cuando supe, hace muchos años, que mi libro 'Historia de la eternidad' se habían vendido en un año hasta treinta y siete ejemplares. Yo hubiera querido agradecer personalmente a cada uno de los compradores, o presentarles mis excusas. También es verdad que treinta y siete compradores son imaginables, es decir son treinta y siete personas que tienen rasgos personales, y biografía, domicilio, estado civil, etc. En cambio, si uno llega a vender mil o dos mil ejemplares, ya eso es tan abstracto que es como si uno no hubiera vendido ninguno”. Preguntas a Borges, París, noviembre de 1963.
“Yo soy un viejo anarquista spenceriano y creo que el Estado es un mal, pero por el momento es un mal necesario. Si yo fuera dictador renunciaría a mi cargo y volvería a mi modestísima literatura, porque no tengo ninguna solución que ofrecer. Yo soy una persona desconcertada, descorazonada, como todos mis paisanos”. Borges en su casa: una entrevista. Buenos Aires, junio de 1981.
“Vargas Llosa: ¿Hay algún político contemporáneo que usted admire, que respete?
Borges: Yo no sé si uno puede admirar a políticos, personas que se dedican a estar de acuerdo, a sobornar, a sonreír, a hacerse retratar y, discúlpenme ustedes, a ser populares...”. Borges en su casa: una entrevista. Buenos Aires, junio de 1981.
“En qué otra cosa puede pensar un mendigo si no en el dinero o en la comida. Si usted es muy pobre tiene que pensar en dinero. Una persona rica puede pensar en otra cosa, pero un pobre, no. De igual modo que un enfermo solo puede pensar en salud. Uno piensa en lo que le falta, no en lo que tiene”. Borges en su casa: una entrevista. Buenos Aires, junio de 1981.
“Aunque mi familia era unitaria yo soy lejanamente pariente de Rosas -bueno, todos somos parientes en este país casi deshabitado”. Borges en su casa: una entrevista. Buenos Aires, junio de 1981.
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