Actualmente estamos navegando aguas turbulentas, signadas por la incertidumbre y las dificultades económicas.
En este contexto, resulta vital que atendamos a las emociones de todas las personas que componen una organización, sin importar líneas jerárquicas.
“9 de cada 10 trabajadores se sienten agotados, con los valores más altos de la región y también de la historia local, con un malestar excesivo en el contexto laboral que afecta a la salud y al bienestar psicológico”
Ante esto, el rol de los líderes y sus acciones se vuelven protagonistas.
En el siguiente texto vas a encontrar ideas y pistas capaces de brindar contención a tu equipo.
1. Conocer a uno por uno
Excepto que mi equipo sea tremendamente numeroso (cuestión que dejaría
dudas respecto del organigrama o de mi capacidad para delegar) tengo que hablar con cada persona para saber cómo se siente y qué expectativas tiene respecto del futuro.
Luego, entender con qué soportes cuenta, como amigos, familia, etc.
Finalmente, determinar qué podemos hacer para acompañarlo desde la empresa, en el aquí-ahora. Ejemplos: brindarle una ayuda económica extra a título de préstamo, un día de home office o un mejor espacio físico de trabajo.
2. Liderar espacios de diálogo
Las personas necesitamos hablar de lo que nos pasa en un lugar que no nos
sintamos perseguidos y que nos dé seguridad para contar cosas importantes.
La importancia de liderar estos espacios se justifica en que debemos tener en
claro el objetivo perseguido en cada uno de ellos, ya que si solo buscamos la catarsis colectiva no lograremos nada en concreto y la gente sentirá frustración al cabo de algunas reuniones.
Para evitarlo hay que ir con una idea clara de “con qué me quiero ir al finalizar la reunión”.
3. Enseñar a amigarse con la incertidumbre
Por medio de conversaciones grupales, podemos orientar a la gente a vivir en
contextos como los actuales.
Amigarnos con ellos, implica verlos como una invitación a hacer cosas distintas y no como un drama.
El escenario incierto es un fenómeno global y el desafío argentino es equivalente al que percibe un empleado del primer mundo, cuando teme que la IA generativa se quede con su puesto.
4. Mostrar claramente el propósito de la organización
Independientemente de tener una estrategia concreta y medible (lo que es
difícil en sí mismo y máxime en estos tiempos), es necesario que
comuniquemos el por qué de nuestra organización, para quiénes trabajamos, qué necesidades estamos satisfaciendo y cuál es el sentido de lo que hacemos para la sociedad a la que servimos.
Esta idea puede parecer algo abstracta pero sin embargo tiene la capacidad de brindar sostén emocional, al disminuir la carga de incertidumbre en nuestro cerebro.
5. Proyectar acciones conjuntas a corto plazo
Para ello podemos escribir qué hemos hecho bien, qué no, qué debemos hacer
más, qué menos y qué dejar de hacer.
Luego, diseñar un plan a 6 meses determinando qué queremos lograr (cuantificable), cómo lo vamos a hacer (acciones específicas) y quienes serán responsables de cada tarea.
6. Enviar mensajes apreciativos
Por último, este paso consiste en reconocer los logros tanto individuales como
del equipo, dado que eso carga nuestro tanque de combustible emocional.
Identifiquemos las situaciones reales que nos permitieron crecer, no solo
alcanzando resultados económicos, sino también habiendo superado ciertos obstáculos en el pasado.
Luego, resaltémoslas en nuestros mensajes verbales, escritos, por medio de la cartelería interna y de la intranet.
Ps Gustavo Giorgi
Director de Human Touch Argentina
Cel 11 2456 8136
www.humantouch.com.ar
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