Por Facundo Giménez
El modelo de Marie Jorgie Joseph para Latinoamérica, el Caribe y EE. UU.
En la Argentina y la región, donde las pequeñas y medianas empresas enfrentan día a día la dificultad de acceder a líneas de crédito formales, la transparencia en la gestión financiera es más que una aspiración: se ha convertido en una condición para la supervivencia. Ese es precisamente el terreno en el que ha forjado su reputación Marie Jorgie Joseph, recientemente honrada con el Global Recognition Award™ 2025 por sus aportes a la gestión financiera, al desarrollo de pequeñas empresas y al fortalecimiento de capacidades organizativas en programas de cooperación internacional.
Su currículum habla de números y resultados: quince años de trayectoria en USAID, donde coordinó un portafolio de 144,6 millones de dólares destinado a proyectos de Democracia, Derechos Humanos y Gobernanza; y en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, donde administró 275 millones de dólares del Global Fund, creando controles internos que evitaron desvíos y redistribuyeron recursos hacia iniciativas comunitarias. Ese rigor técnico, lejos de quedarse en la teoría, se traduce en sistemas electrónicos de monitoreo —basados en plataformas como Phoenix, IGOR y ATLAS— capaces de emitir alertas en tiempo real cuando un gasto se aparta de lo planificado.
Para las pymes argentinas, acostumbradas a navegar en escenarios de alta volatilidad cambiaria y a menudo carentes de procesos claros de rendición de cuentas, el ejemplo de Joseph ofrece un modelo replicable: informes periódicos con indicadores clave de desempeño que facilitan el diálogo con bancos y organismos de crédito; manuales de procedimiento que documentan cada etapa del proceso; y tableros de control financiero que ponen al alcance de equipos reducidos la misma sofisticación de grandes organizaciones multilaterales.
Más allá de los balances, su capacidad para tender puentes culturales resulta igualmente valiosa. Habla inglés, francés, criollo haitiano y posee un español funcional que le permite comunicarse con equipos diversos, un atributo destacado por los evaluadores del Global Recognition Award™ al resaltar su habilidad para diseñar “sistemas financieramente sólidos y culturalmente sensibles”.
Su experiencia de campo, lejos de limitarse al escritorio, incluye años de voluntariado en ONG de Washington DC, donde comprobó en primera persona que cada línea de un informe representa el sustento de una familia o la continuidad de un servicio comunitario. Esa mirada humana infunde a sus metodologías un componente de responsabilidad social que no se conforma con la precisión de los números, sino que busca traducirlos en bienestar tangible.
Para las pymes argentinas, este ejemplo resulta más que valioso. Es claro que un sistema de monitoreo continuo y reportes periódicos puede mejorar la calificación crediticia. La documentación clara y el seguimiento de indicadores reducen la desconfianza de los prestamistas. En un contexto de alta inflación y volatilidad cambiaria, adoptar estas prácticas puede abrir nuevas puertas de financiamiento. Mostrar números al día y contar con alertas tempranas ayuda a sostener el crecimiento.
La experiencia de Marie Jorgie Joseph demuestra que la transparencia no es un lujo, sino una necesidad. Cuando las pymes incorporan controles simples y acceso rápido a sus datos, ganan credibilidad y oportunidades de inversión. Cuando una pyme puede mostrar sus números al día y confiar en sistemas de alerta temprana, no solo mejora sus condiciones de crédito, sino que fortalece el entramado productivo de todo un país. Ese es el legado que propone Marie Jorgie Joseph: una hoja de ruta concreta, real y replicable.
por CEDOC














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