CFC son una filosofía que nos permite ver la vida de una manera diferente, entendiendo que formamos parte de un sistema, ya sea familiar, laboral y/o de amistad. En donde todos están interconectados por hilos invisibles y cada movimiento individual afectará a los demás integrantes, no sólo de forma horizontal sino también vertical, es decir, ancestros y descendientes se verán afectados. Abuelo, padre e hijo con un mismo patrón de repetición, por ejemplo, adicción al juego.
Puntualmente en el sistema familiar, así como nuestros padres nos trasmiten a través de los genes nuestro ADN, el color de ojos, color de pelo, la contextura física, además nos heredan aspectos no físicos como los dones, talentos y virtudes, pero también nos transmiten dolores, enfermedades, miedos y aquellas situaciones que no pudieron resolver en sus vidas.
Así como existe la ley de gravedad, existen leyes universales desde la mirada de CFC, al infringir alguna de estas leyes, en nuestra vida comenzará haber bloqueos, trabas, síntomas en distintas áreas como salud, trabajo, relaciones, etc.
La primera ley es el SÍ A TODO Y SI A TODOS, incluso a aquello que no me gusta y/o rechazo. Este conocimiento nos permite comprender que todo lo que sucede, incluso lo desagradable, tiene un propósito de ser. Al asentir lo que acontece, nos colocamos en nuestro yo adulto que nos permite la transformación y la sanación más rápidamente que estar en una actitud de queja y víctima, actitud que sólo nos ancla en el dolor y el pasado sin poder cambiarlo.
Cuando rechazamos a alguien por su manera de ser, sus características físicas, emocionales, mentales, relacionales, se nos va la energía, tiempo y foco en querer cambiarlo, en vez de usar esa misma energía en nuestra evolución.
Como dice Brigitte Champetier de Ribes en su libro “Los Desafíos de la Vida Actual”: “... Estar en la energía del SI, es estar en sintonía con la vida, es ver lo que hay, y sin juicio. Con amor, alegría o dolor, agradeciendo porque simplemente es lo que hay. Es lo que nos permite vivir, aunque no entendamos. Es rendirnos a todo como es, abrazar cada desafío como combustible necesario para una nueva solución para todos.”
En las próximas notas seguiremos viendo un poco más de las leyes que nos ayudan a vivir mejor.
Queremos dar un especial saludo a nuestra querida maestra Marcela Parolin de Constelar Red, que con dedicación y amorosidad nos acompañó en este camino de crecimiento.
Carla Villarreal y Nicolás Campilongo
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