Poco antes de cruzar la barrera de los sesenta, Bobby Flores cargaba sobre sus hombros el oído de los diez, la cabeza de los veinte, la energía de los treinta, los problemas de los cuarenta y los achaques de los cincuenta. Inspirado en las terapias orientales que asimila desde hace tiempo, no se siente parte de los quemadores de etapas sino de los que cargan en el baúl lo necesario para el viaje: recuerdos intactos de canciones irrecuperables, lecturas de los mismos autores que descubrió por los '70 en Galería del Este, pilas para acompañar a un hijo de once años, deudas económicas y afectivas que nunca terminan y un cuerpo que comienza a quejarse. Ahora, que hizo pie en otra década, dice que el tesoro encontrado es la paciencia.
“Me di cuenta que a los 60 no es que ya no te importa nada sino que sabés que hay cosas que se van a solucionar y van caer por su propio peso. Ya no pontifico más, es al pedo, ni con mis hijos. Mi viejo me decía: 'Yo no explico, yo muestro'. Ahora lo entiendo. Y al que me discute, que siga pensando así, no me importa, ya lo verá solo”, dice el padre de Clementina (28), Benicio (16) y Astor (11). Con menos pelo y más actitud zen, lo que nunca le ha faltado en su abundante recorrido profesional, desde 1977 hasta mañana, es la pasión por los discos y la radio, sus hogares adondequiera que vaya.
Después de quince años, en 2020, Bobby Flores volvió a la Rock & Pop (95.9), la marca en la nuca que llevará hasta la reencarnación. Y volvió con un programa diario y otro semanal, los sábados a las 22, “su” horario durante otros quince años, desde 1990 a 2005, en la histórica forever young de las FM. “Tuvo varios nombres, según el sponsor, pero era siempre la misma propuesta. Extrañaba ese horario que había quedado como huérfano y nadie lo había ocupado como lo había hecho yo. Por eso, cuando me llamaron después de tanto tiempo, le puse 'Tao' que significa destino y karma. Es un programa musical hecho a la vieja escuela, con mis discos, no los de la radio, en vivo, muy abarcativo en géneros y estilos y donde hablo muy poco”, dice el ganador del Konex de Platino 2007 en el rubro Periodismo de Música Popular.
Este año sumó otro espacio, también los sábados pero en otra radio, por la tarde y AM. “Aduana de palabras”, como el tema de los Babasónicos, se llama el magazine de cultura y espectáculos que conduce junto con Mariana Mactas, en CNN Radio (950), los sábados de 14 a 17, con tres columnistas de lujo: Graciela Borges, Eduardo Sacheri y Pietro Sorba. “Cuando empecé trabajaba con las madres de mis amigos, después con las novias y las esposas de mis amigos; luego con las ex esposas; y ahora con las hijas de amigos: conozco a Mario (Mactas) hace mucho y a Mariana a través de él y me siento feliz de que sea ella”, dice sobre su compañera, periodista, crítica de cine y conductora en canal TN.
Noticias: Con más de 40 años de radio, ¿hay algo nuevo para decir sobre música?
Bobby Flores: Tengo muy poco para decir y, por eso, no hablo. Sí se ha abierto musicalmente un panorama que antes no existía. Diez años atrás, la gente no tenía el acceso de hoy a la música. Ponías un disco en la radio y quedaba en lo anecdótico, el que lo escuchó, bien, y el que no, no lo escuchó. Hoy está todo para quien quiera. Entonces puedo aportar más con mis discos que lo que pueda decir, hay demasiada gente hablando, cuánto menos lo haga, mejor. Eso en mi espacio del sábado a la noche. No es lo mismo en CNN que es AM, otro medio, y donde buscamos hablar de lo que nos gusta, sin prejuicios ni atados a la actualidad.
Noticias: ¿El trabajo del musicalizador cambió?
Flores: Cuando empecé en la radio, en los 70, la tarea del musicalizador era aclimatar el espacio, si se entrevistaba a un francés, se ponía música francesa y así. En los 80, con el desarrollo de las FM y la aparición del walkman, la tarea pasa a ser difusión; hoy que la música ya se difunde y se muestra sola a través de multitud de plataformas, el musicalizador debe curar música. El algoritmo de Spotify es muy básico, es mecánico, carece de esas moléculas y químicas inorgánicas que todos tenemos y llamamos alma, espíritu o lo que sea.
Noticias: ¿Se considera un crítico musical?
Flores: No. Yo no sé de música, sé de discos. Como musicalizador, la única ventaja que tengo —y lo que me hace, quizás, el mejor—, es la edad, 61 años, tengo la edad del rock, crecí con el rock, a todo llegué por el rock: a la literatura negra francesa, a la pintura de (Vasili) Kandinsky, al cine de (Alfred) Hitchcock, estaba cuando salió “El lado oscura de la luna” (Pink Floyd), vi llegar a (David) Bowie, vi morir a Bowie, vi llegar e irse a la música disco, al punk, a la new wave, no necesito la película sobre Elton John para saber quién fue. Pero no me considero crítico, ellos son estudiosos, los quiero, los admiro, los consulto, convergemos pero ellos vienen de otra extracción, vienen de la redacción y la máquina de escribir, yo, de las discotecas y la bandeja.
Noticias: ¿Disc Jockey o DJ?
Flores: Soy disc jockey. El DJ es productor, produce su propia música, llega con el auge de la computadora y la posibilidad de amar una base musical sobre la que subís música.
Noticias: ¿Es un trabajo honesto? (risas)
Flores: Cuando Pappo lo mandó a DJ Deró a buscarse un trabajo honesto (en “Sábado Bus”, 2000) me reí mucho. Pero a mí no me lo dijo Pappo. Cuando venía a mi cabina, miraba los discos y decía, mientras se tomaba un whisky, “¿podés poner éste?”. Esa fue una discusión semántica boluda. Pappo tocaba y yo lo admiraba por cómo tocaba y él me admiraba porque sabía más de discos y podía encontrar lo que andaba buscando.
Noticias: Disc jockey, musicalizador, conductor, director y gerente: ¿Cómo se lleva con esas sillas?
Flores: La silla que no dejo nunca es la de musicalizador, las otras van y vienen.
Noticias: También fue director de Nacional Rock, de 2016 a 2019, durante la gestión macrista
Flores: No me llevó la política a Radio Nacional, nunca milité. Pero sí te estigmatiza mucho, me ha cerrado puertas. Se sufren muchos pelotazos estando adentro pero apoyé la gestión de Macri como apoyé la gestión de Menem, De la Rúa, Alfonsín, Kirchner y Fernández porque son los presidentes democráticos de mi país, termine o no a las puteadas, eso es tema mío. Cumplí mi parte y cuando se terminó, me fui. Fui cadete en ese edificio que amo y 40 años después me llamaron para dirigir, ¡cómo iba a decir que no! El problema no es la radio, es el entorno.
Noticias: ¿Cómo la pasó con Héctor Larrea en el programa que hicieron juntos en Radio Nacional, “Mirá lo que te traje”?
Flores: Hay dos tipos que me han formado que son Cacho Fontana y Larrea. Otros ya no están como (Juan Carlos) Mareco y (Hugo) Guerrero Marthineitz. No había escuela de radio pero vivías robándoles cosas a esos tipos. Afortunadamente, tengo con Cacho y con Héctor una relación de amigos a pesar de los años que me llevan. Son un caudal de anécdotas, son como un oráculo para mí y soy un afortunado de que me quieran, es un diploma. No nos costaba hacer ese programa porque era lo que hacíamos cuando nos encontrábamos en un bar, compartir discos, y se armaba una tertulia con gente alrededor comentando. Lamento que no podamos hacerlo más, Radio Nacional llega a lugares adonde no hay otra cosa.
Noticias: ¿El rock ya pasó de moda?
Flores: Si, ya pasó, no es más cool escuchar rock, es lo que fue el tango o el jazz para nuestra generación, la música de nuestros padres.
Noticias: ¿Le pesa envejecer?
Flores: No, para nada. Siempre quise tener 60 años. Siempre quise generar el respeto que uno genera a los 60 años. Por eso puedo hacer lo mismo durante toda la vida porque siempre quise tener esta edad. Nací viejo. A los 20 años me gustaba el blues, me gustaba BB King. Con las lecturas también.
Noticias: ¿De qué se arrepiente?
Flores: De muchas cosas. De fallarle a amigos, de no haber confiado en quienes debería haber confiado. Algunas cosas saldé, otras, no. Algunos se murieron. No ayudar a un amigo en el momento justo y cuando me avivé, ya era tarde. Uno de mis mejores amigos de la infancia, una vez me llamó y no sé por qué no lo atendí. Y se murió. De esas cosas me arrepiento.
Noticias: ¿Quiénes son sus mejores amigos? ¿Alguno de la época dorada de Rock & Pop, por ejemplo, Lalo Mir, Pergolini?
Flores: Los padrinos de mis hijos. Uno de ellos es Fabián Vena, que es conocido, después tengo otros como mi primo el Gordo. Pepe Monje, padrino del mayor, otro amigo. También músicos: Antonio Birabent, Willy Crook, Stuka, Juanse, Coleman, Juanchi Baleirón. En cuanto a los otros, a Lalo no lo llamaría amigo pero sí nos queremos mucho. Con Mario (Pergolini) nos encontramos a las salidas de bailes porque su hija y mi hijo tienen la misma edad y todo bien pero no nos frecuentamos. La gente cree que si nos vemos vamos a empezar a hacer chistes. Ya somos hombres grandes.
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