Es como una topadora que va en distintas direcciones. Abre caminos, desmaleza, genera espacios. Es actriz, claro, pero también conductora, productora, directora, gestora de sus propios proyectos. Ahora se estrena como escritora. “Esa nueva piel. Sobre la maternidad, el duelo y sus alrededores” (Vergara) es un homenaje a su madre, fallecida hace poco más de dos años, y también a Ema, su hijita de casi 2 y medio. Eugenia Tobal termina las fotos para esta nota, la nena le pide ir a la plaza, ella debe resolver cuestiones de la obra en construcción que lleva adelante en la casa a la que pronto se mudará con su familia. Mientras tiene entre manos un proyecto actoral, del que no pude adelantar nada, que empezará a grabar en
unas semanas para una plataforma. Está cansada y a mil. Está feliz.
NOTICIAS: Es de las que todo el tiempo hace cosas, ¿no?
Eugenia Tobal: Sí, es mi naturaleza. Te juro que en algún momento intenté cambiar y encarar la tranquilidad, pero no, soy muy inquieta, muy curiosa, muy proactiva. Mi productividad es más eficiente y eficaz cuando estoy tapada de cosas, que cuando tengo tiempo. El movimiento me genera más movimiento mental.
Tengo una anécdota muy chiquita…
Entonces cuenta que en un día de mucho calor, miró el patio de la casa donde aún vive y pensó: “Acá hay que poner una pileta”. Tomó medidas, averiguó presupuestos, hicieron la excavación y, ¡en menos de 10 días!, estaba instalada. Destrucción, reconstrucción, construcción. Ella se identifica con esos términos, que vienen siendo eje en su historia. “Ahora se me dio la oportunidad de comprar la casa y me mandé, lo mismo con la obra. Me ha pasado muchas veces que yo lo pienso y lo elevo tanto al universo que lo macero, es inconsciente, es como un proceso de atracción total, y es creer o reventar, inconscientemente todo lo que me fue pasando fue de esa forma. Entender la reconstrucción, la destrucción, la construcción, sí, es parte de todo el camino”, sostiene.
NOTICIAS: También esos conceptos aparecen en el libro. ¿Cómo nació la idea?
Tobal: Fue un impulso casi inconsciente generado por unas charlas que había tenido con mi mamá. Cuando ella ya estaba internada, y yo me quedaba acompañándola, me decía que tenía que escribir sobre el lado B de la maternidad. Fue la motivación, fue un homenaje. Mi objetivo era hacer el libro que a mi mamá le hubiera gustado leer, no me importa nada más que que ella esté orgullosa. Y no me da vergüenza decir que creo que lo escribí con ella, porque casi ni pensé y fue un proceso de mucho recorrido personal, aunque no es un libro sobre mi mamá pero yo la maternidad la planee con ella también.
NOTICIAS: Dice que en algún momento se dio cuenta de que estaba tan atravesada por su madre que era como que deseaba más darle un nieto a ella que tener un hijo.
Tobal: Sí, y sin que ella me lo pidiera. Fue tal el recorrido que hicimos con esa enfermedad que ahí yo me empecé a desesperar, a tener esa sensación. Por suerte, lo pude hablar con ella.
NOTICIAS: ¿Y qué le dijo?
Tobal: Me dijo claramente: “Yo ya hice mi vida, ahora tenés que hacer la tuya, está todo bien” (se emociona).
NOTICIAS: Se la ve muy proactiva, pero con una sensibilidad a flor de piel. Será un desafío fuerte ser tan emocional en un mundo donde es peligroso quedarse en carne viva.
Tobal: Sí, lo sé, me pasó y lo atravesé en otra situación de mi vida. Ahí fue donde más se dieron cuenta cómo era. En aquel momento yo estaba en carne viva y me vieron.
Un paréntesis: no será la última vez que hará alusión a lo vivido a fines de 2011 y principios de 2012, cuando perdió un embarazo y se separó de Nicolás Cabré.
Tobal: Pero me parece que es la mejor forma de transitar el camino de la vida. Si yo me tengo que andar escondiendo…yo lloraba muchísimo en el embarazo por la enfermedad de mi mamá, y todos me decían que le iba a hacer mal al bebé. Pero los médicos me decían que necesitaban que llorara porque si no sí le iba a hacer mal al bebé. Lucía Galán, que es como mi hermana, me decía que le tenía que contar a Ema todo lo que me estaba pasando. Entonces me parece que lo más lindo de los seres humanos es poder mostrarnos así, con lo bueno y lo malo, lo sensible y lo fuerte, porque de eso nos nutrimos.
Hablo con vos, me emociono y no me da pudor. Quisiera que llegue el momento en que lo pueda contar sin que se me estruje el corazón pero todavía es pronto.
NOTICIAS: En el libro trata distintos duelos, como el de dejar atrás su vida de no madre, por ejemplo.
Tobal: Es que el duelo también es un proceso de crecimiento. El título salió justamente de ese planteo de empezar a tener una nueva piel, que uno desconoce, tenés que hacer el duelo de esa que fuiste para poder empezar a nacer con esa otra piel, no vas a ser nunca más la que fuiste, aparece una nueva mujer.
En esto de ir armándose espacios, Tobal tiene su canal de Youtube, muestra viva de su capacidad generadora. Allí va subiendo, por ejemplo, los episodios de la remodelación del futuro hogar familiar. “Siempre he tenido trabajo pero lo tuve que buscar, no he sido la elegida de alguno, como que te ponen en todas las películas o te hacen protagonizar todo el tiempo, no. Fue a puro remo, pero no reniego y estoy feliz. Protagónicos tuve uno o dos pero todos mis personajes terminaron siendo trascendentes porque yo los hice como si hubieran sido protagónicos”, cuenta. Allí están también, por ejemplo, los capítulos de “Rutas solidarias”, un programa que gestó a pulmón y que se vio por canal Encuentro hace años. “Eso fue también un impulso porque yo quería hacer algo que tuviera que ver con lo solidario, empecé a cranear un programa, lo compartí con un amigo que tenía una productora y construimos esta ruta solidaria. Fui a Telecom, a YPF, conseguí la plata y los pasajes, y ese programa salió pero nadie sabe eso”, recuerda.
NOTICIAS: ¿Qué le pasa cuando invierte tanta energía y no se visibiliza lo suficiente?
Tobal: Lo de Rutas, fue una de las mejores cosas que hice, recorrí el país, conocí gente y lugares maravillosos. ¿Fue en el año 2012? No, a ver, antes, mucho antes, fue antes de la gestión… de aquella situación espantosa… 2008, por ahí. No gané un peso pero fue lo más rico que hice. Después entendí, estamos en una sociedad que a veces no está preparada para algunas cosas y prefiere distraerse con otras. Calzó perfecto para Encuentro, pero sí, se enteró prácticamente nadie…
NOTICIAS: Viene de la experiencia de “Hogar Dulce Hogar” (El Trece), donde el rating impuso un final abrupto. ¿Ya está curtida?
Tobal: Sí, recontra. Te juro que sí. Con todo lo que a uno le pasa, aprendí a ver el vaso medio lleno. Yo di lo mejor. Cada vez que hago algo, doy todo de mí. Lo bueno es que aprendí y me generó alegría. Fue mostrarme como conductora, me encantó, aunque haya sido corto y abrupto, que digan lo que digan, la verdad no me importa.
NOTICIAS: ¿De dónde vino su decisión de no limitarse a ser actriz?
Tobal: Creo que ni me lo planteé. Las cosas me fueron pasando y yo fui agarrando los caminos. Armé una productora con una amiga, monté un espectáculo de Gaturro, lo dirigí y llené teatros. Tampoco sé si alguien lo sabe, pero a mí me llena. Con esa productora hicimos un trailer de una serie, la llevamos a Miami, la presentamos, nos sentamos con un montón de compañías importantes, les encantó, la actué y dirigí y tampoco nadie sabe y sin embargo lo hice. Yo me pongo a prueba, no le estoy mostrando a nadie lo que hago, a mí me moviliza la acción, si después viene el aplauso, buenísimo pero primero lo hago por mí.
Ahora, la expectativa que siente ante la salida del libro es especial. Cuenta que quería que esas páginas dieran un servicio. Por eso entrevistó e incluyó las voces de especialistas, además de los relatos de otras maternidades conmovedoras. “Y también deseo lograr que entiendan que no es una maternidad sufrida la que nos pasa a las que somos madres después de los 40. Les quiero sacar el mote de “pobre” a las mujeres que tanto esfuerzo y cuerpo ponen cuando desean ser mamás y que a veces llegan más tarde”, afirma.
NOTICIAS: Habiéndose (re)construido, ¿qué le dice a quien esté pasando por un momento de destrucción?
Tobal: Solo puedo decir que ir hasta el fondo fue lo mejor que me pasó, fue donde encontré el piso para volver para arriba. Atravesé los dolores hasta desgarrarme si era necesario y lloré y lloré, hasta que día a día fui llorando menos. Con lo de mi madre, sigo llorando pero cada vez siento que estoy llorando menos y estoy encontrando más sonrisas y más momentos felices, para poder honrarla, porque es lo que ella me enseñó cuando tuve aquel momento. Podés vivir momentos de oscuridad y de caer en pozos, pero lo bueno es saber que la esencia está intacta. Entonces diría que no pierda la esperanza de que la luz aparezca, siempre y cuando se disponga a buscarla.
Agradecimientos: Tribu - San Isidro.
Comentarios