A los 36 y con tres hijos, Lala Bruzoni debió barajar y dar de nuevo. Después de un matrimonio de 16 años, con su marido afrontaron que la relación había llegado a su fin. Y además de doloroso, le resultó un quiebre de paradigmas. “Estaba seteada para estar casada toda la vida. Era muy estructurada, fui parte de una generación educada para no fracasar, y de pronto me encontré saliendo del cascarón”, relata. Comunicadora social y con larga trayectoria en puestos empresariales, cuando se sumió en esta crisis empezó a buscar una luz en personas que hubieran pasado por procesos similares y emergido mejores. Lo encontró en lo que hoy llama “sobrevivientes”, historias de vida que la motivaron a empezar a comer, dormir y entrenar mejor, y así cambiar tanto su enfoque como su calidad de vida. En el proceso se dio el espacio para empezar a salir con el periodista Juan Pablo Varsky, hoy su segundo marido y padre de su cuarta hija en camino (Lupe, con fecha de parto para el 15 de enero). Pero antes de quedarse embarazada dio a luz a otro proyecto vital: The Gelatina, su medio de comunicación digital sobre cuestiones de bienestar y “salud contemporánea”, que está cumpliendo un año de vida.
Noticias: ¿Cómo la trató la cuarentena? Vivieron como nunca con la familia ensamblada que armaron con Juan Pablo, siendo 7.
Lala Bruzoni: ¡Súper bien! Estuvimos mucho tiempo juntos, fue como un gran pegamento para la familia. Así que más allá del contexto sensible y delicado, lo vivimos como un buen momento para el ensamble. Tengo tres hijos, Juan tiene dos, y fue un gran ejercicio para practicar estar juntos. Juan dejó de viajar, el fútbol se suspendió y si bien trabajó un montón porque sigue haciendo radio y el noticiero, fue distinto. Vivimos todos juntos como una familia y un matrimonio normal. Y no solo funcionó muy bien sino que en ese contexto me embaracé, así que fue como una buena señal.
Noticias: ¿Descubrió algo de sí misma en este tiempo?
Bruzoni: A estar más relajada con las cosas simples. Se acabó lo de trabajar más para mantener más cosas… Y llegó la sensatez de pensar “estoy mejor con un poco menos”, más liviana. Me descubrí tranquila en esa estructura y creo que es algo que llegó para quedarse.
Noticias: Esto es un poco lo que transmite en The Gelatina. ¿Cómo nació?
Bruzoni: Nació un poco por lo mismo: los kilómetros recorridos y la experiencia. Llegó un momento en que mi trabajo y mi hobby necesitaron unirse. Soy licenciada en Comunicación de la Universidad Austral, hice comunicación unos 23 años, trabajé en la imagen de marcas, después de personas, después del Ministerio de Modernización de la Ciudad de Buenos Aires. Y llegó un momento en el que me di cuenta de que no quería hacer más eso para otros, sino que quería hacerlo para el cuerpo y mente, porque lo necesitaba para mí. Fue un proceso personalísimo, tuvo mucho que ver con una crisis propia cuando me separé. Empecé a estudiar a mucha gente que le había pasado lo mismo que a mí. Me di cuenta de que todos los sobrevivientes tenían una calidad de vida mucho mejor a la anterior y que era muy exitoso lo que hacían después de haber estado tan tristes. Me apasionaban esas historias y me metí mucho en los regímenes alimentarios que habían tenido, su tipo de descanso, la rutina de productividad.
Noticias: ¿Por qué el nombre?
Bruzoni: Es un poco esta mezcla de frío y de calor como con los que se hace el postre. Históricamente la gelatina es como un caldo de huesos, en la guerra se usaba para mezclar con los alimentos y ayudar a sanar a los enfermos. Todas estas historias y mezcla de disciplinas con medicina alternativa e integrada necesité contarlas de una manera tradicional. Al principio pensé que iba a ser health coach, profesora de yoga o de reiki. Pero después entendí que tenía que hacer lo que sabía, que es comunicar. Así que junté todas estas conversaciones y a los expertos que saben de esto y fundé un medio de comunicación digital, que trata de enseñarle a la gente a vivir un poco mejor, a elevarse, sanar y curar traumas. Quería hacer algo formal, no quería ser una influencer; quería dejar un legado. Quise identificar un nicho y empezar despacito a hacer algo que notaba que nadie estaba haciendo acá, inspirada tal vez en otros medios internacionales.
Noticias: Claro, de alguna forma es como el Goop argentino [n. de la r.: el sitio de wellness de Gwyneth Paltrow].
Bruzoni: Sí, como Goop, como Thrive Global, que es un medio que Ariana Huffington impulsó en su momento. Afuera estas conversaciones son mucho más normales. Hablar de sanación en otros países es súper normal, y en Argentina todavía nadie lo estaba haciendo. Gwyneth hace varias cumbres de salud integral y yo fui a una en Nueva York y a otra en Los Ángeles. Estuve con ella y recuerdo que le dije que era impresionante lo temprano que había identificado esas conversaciones. Y ella me contestó que quizás hubiera sido demasiado temprano, porque de hecho convive con infinidad de críticas.
Noticias: Ella tiene su serie en Netflix, ¿soñaría el día de mañana con escalar a algo así?
Bruzoni: Admiro mucho lo que hace y estratégicamente entiendo las herramientas que usa a nivel comunicación, pero a mí no me interesa el alto perfil porque mi pasión es el contenido. Ella tuvo que usarse para impulsar estos temas, porque no eran conocidos. Acá las protagonistas son las historias de vida. Y me encantaría que se le empiecen a prestar atención a estos temas a nivel Latinoamérica, porque en el habla hispana todavía no son respetados. Mi sueño es que la gente empiece a poder ampararse en estas cosas.
Noticias: ¿Siente que el mensaje también es que no hace falta un sacudón tan terrible para animarse a vivir mejor?
Bruzoni: Ojalá uno tuviera la información antes. Ojalá uno no se exigiera tanto o no tuviera que tocar fondo para vivir. Pero las horas de vuelo también son necesarias. Antes nos casábamos más chicos, teníamos hijos más chicos, no se hablaba de traumas… La vida no viene con un manual debajo del brazo. Esto te alivia, porque antes hablar de un antidepresivo era un tabú o una vergüenza. Y también hay que tener la prudencia de entender quién se pone a hablar de eso. Como comunicadores tenemos la obligación de ser responsables. Porque hay mucho oportunismo y problema con el canje y la publicidad, todo el mundo se quiere hacer millonario de la noche a la mañana. Esta es una inversión que hicimos con Juan, y todavía no tiene retorno ni lucro. Queremos primero crear confianza y un pacto de lectura.
Noticias: ¿La pandemia agravó esta necesidad de información distinta?
Bruzoni: Esta es una información que llegó para quedarse. Es información que no vence y que se necesita desde siempre, no desde que empezó la pandemia. Siento que esto es un proyecto de vida que armé de acá a la eternidad. Ya siento que no voy a poder trabajar de otra cosa.
Noticias: ¿Cómo se imagina mamá en esta etapa de su vida, a diferencia de sus tres hijos anteriores?
Bruzoni: Es como un regalo. Un programón, estamos esperando a la beba con unas ansias impresionantes. No tengo ningún miedo y me siento súper bien. Todos los miedos ya los tuve y los viví. Juan tiene dos varones y viene una mujer, y parece una frase hecha, pero lo soñamos. Siempre me imaginé a Juan con una mujer de la mano, y esa visualización se está haciendo realidad. Llega en un momento justo de la familia que generamos hace cinco años, porque si hubiera venido antes tal vez generaba celos o algún conflicto, pero ahora estamos a punto caramelo para recibirla.
Noticias: Juan Pablo va a ser padre a los 50, ¿cómo le pega?
Bruzoni: El otro día dijo que va a ser un “paduelo”, mezcla de papá y abuelo. Pero está cada vez más entrenado, más nuevo. Y el año que viene tiene la Copa América, el otro el Mundial, ¡la beba va a vivir en canchas! Por eso digo, va a ser un programón y va a ser muy disfrutada. A mí me va a encontrar más segura, ojalá mis otros hijos me hubieran agarrado así de plantada.
Noticias: ¿Cómo lo conoció a Juan y qué la atrajo para decir “es acá”?
Bruzoni: A Juan lo conocí laburando. Fui gerente de comunicación de Arcos Dorado, Mc Donald’s, y lo contraté para un comercial de los 20 años de la marca. Yo estaba casada y él también, así que no nos dimos ni bola. La segunda vez lo contraté para un evento de Dove Men. ¡Siempre le di trabajo! Pero seguíamos casados. Y después de un tiempo, cuando vio que me había separado, me mandó un mensaje por redes sociales. Empezamos a salir pero yo pensaba que no iba a funcionar, nos veía a mí católica y a él judío desde mis prejuicios de mujer cuadrada. Pero me dio vuelta. Me enamoré de su religión, hoy soy más judía que católica. Me gustó su calle, su nivel de racionalidad, sus amigos, su mundo, sus kilómetros… Él tenía un proyecto de familia y un nivel de compromiso súper generoso que nunca me hubiera imaginado. Mi cuñado siempre le dice “vos estabas con una noviecita acá y otra allá y de repente clavaste un familión” (ríe).
Noticias: ¿Compartía ese prejuicio cuando lo conoció?
Bruzoni: Y sí, porque estuvo solterísimo. Pero se hizo cargo de mis hijos como si fueran los propios. Lo miro y todavía no lo puedo creer. ¡Va a ser papá de seis!
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