Tuesday 19 de March, 2024

PERSONAJES | 27-11-2019 11:26

Laura Ocampo: "Decorar es armar la historia de vida"

Modelo, estilista de moda e interiorista, desde Casa FOA y como vicepresidenta de DarA, le da impulso al diseño argentino.

Da para discutir, sin posibilidad de llegar a una certeza absoluta, si el gusto estético es una cuestión de cromosomas o de hábitat. El caso es que el refinamiento y la elegancia de Laura Ocampo, la morocha longilínea que se mueve como pez en el agua frente a la lente del fotógrafo, podrían originarse en la genética pura de las letras armoniosas de su madre, la poetisa Elvira Orphée y en las pinceladas prolijas de su padre, el artista plástico y embajador Miguel Ocampo.

O quizás, la real causa estuvo marcada por esa crianza cosmopolita y planetaria que tuvo gracias al rol diplomático de su progenitor, que le permitió mamar desde muy chica la rica cultura de algunas de las ciudades más vibrantes del mundo. El caso es que desde hace más de dos décadas, luego de probar la vida de modelo, de productora, de entrepreneur, y haber estado casada con el diseñador náutico German Frers (padre de sus hijas Zelmira y Victoria) Laura da rienda suelta a esa estética heredada o adquirida, a través de sus espacios ambientados con un lenguaje refinado, colorido y  lúdico que son su marca registrada. Refinamiento en estado puro.

Noticias: Usted tiene una larga historia como modelo, productora, decoradora, sin embargo, cuando uno la busca en la red hay muy poca información suya. ¿Timidez extrema o celosa de su privacidad?
Laura Ocampo: ¡No lo sé! Casi que no tengo vida privada. Simplemente vivo apasionada por lo que hago. Hace 25 años que hago diseño de interiores y, desde hace ocho que empecé a trabajar en DarA. Siempre me interesó la estética. De joven fui modelo, y esa fue una escuela que te enseña la forma de ensamblar tu manera de vestir, de maquillarte, de peinarte, te da todo para que aprendas a crear un estilo, fue mi primera inspiración estética. 

Noticias: Pero usted ya viene de una familia muy estética, su madre poetisa, su padre artista plástico y embajador.
Ocampo: Es verdad, en mi casa se respiraba estética pura. 

Laura Ocampo

Noticias: Por el trabajo de su padre, usted pasó muchos años viviendo en otros países, ¿qué se llevó de esa experiencia?
Ocampo: Tenía apenas cuatro años cuando nos fuimos a Roma, y de Italia me quedaron muchos recuerdos. Es ruidosa, simpática y tiene olores y sonidos característicos. Después me vine un tiempo acá con mi abuela, y enseguida nos fuimos a Francia. Empecé mi adolescencia en París. Eso me dio una educación distinta que me enseñó a pensar. 

Noticias: ¿Cuándo comenzó a modelar?
Ocampo: En París a los 14. Iba a una clase de baile y me seleccionaron para hacer fotos de caras. Siempre eligen a chicas muy chicas para eso, y te hacen ver más grande pintándote como una puerta. 

Noticias: ¡Era una Lolita!
Ocampo: ¡Sí, totalmente!, pero al final, aunque no fui seleccionada para ese trabajo, empecé una carrera. Fue una fuente de ingresos, y eso no le molestaba a mi familia porque les parecía bien que cada una se buscara su propia plata. Fue mi posibilidad de ser independiente, el medio para que pudiera viajar,y me permitió volver a París, sola sin mi familia. Algo que fue un error porque no era lo mismo, como mi papá estaba en Nueva York me fui para allá, donde seguí modelando y trabajando hasta que decidí volver, lento, pero volver. ¡Me vine bajando desde Nueva York en auto! La travesía duró meses y fue una experiencia interesante, pero que no repetiría.

Noticias: ¿Era rebelde?, porque ahora se ve una mujer tranquila
Ocampo: La misma Laura, pero antes era más impulsiva, me gustaba experimentar. ¡Mirá lo que habré sido de precipitada que ahora ni siquiera viajo! Me agoté. 

Noticias: ¿Tenía alguna vocación?
Ocampo: La literatura, pero nunca llegué a concretarla. Hacía cursos, talleres, pero nunca los terminaba.

Noticias: Quizás porque la vara materna estaba muy alta...
Ocampo: Era inconsciente, porque escribía pero no había ninguna proyección concreta, y siempre que le mostraba a mamá, le encantaba lo que hacía.

Noticias: ¿Qué escribía?
Ocampo: Vivencias, nada especial porque no tengo mucha imaginación.

Noticias: ¡Imposible! Si usted imagina espacios...
Ocampo: ¡Será que en el papel no me sale! Una decoración es armarle una historia de vida a otro. Con lo que trae de su casa o con lo que se le compra, y le vas armando su historia.

Laura Ocampo

Noticias: Su hija arquitecta, Zelmira Frers, dice que usted es una intuitiva nata que llena de color.
Ocampo: Pero el color debe estar en las cosas que se mueven, no en las estáticas, porque el color es muy invasor. Poner un rojo en grandes superficies es abrumador. Tuve una vez un cuarto rojo y lo odié. Pero ponerlo en muebles y objetos, es como las flores en la naturaleza, hay un telón de fondo que se funde y se resalta con pinceladas de color 

Noticias: ¿Es obsesiva para algunas cosas?
Ocampo: Trato de estar ordenada dentro del despelote que heredé de mi madre. La prolijidad la heredé de papá, que era un artista ordenado. Podías hacer un cuadro con sus pinceles colgados de lo ordenados que estaban. Mi madre tenía un orden desordenado, nunca había nada tirado, pero había caos con sus papeles. 

Noticias: Volvió a Buenos Aires a los 21 luego de mucha movida, trabajó como  modelo y como productora para la revista Claudia, estudió Museología y de repente se casó con Germán Frers, ¿se convirtió en ama de casa?
Ocampo: ¡No tanto! (risas) Como nunca pude estar quieta, con una amiga pusimos una peluquería, ¡justo yo que ni me hacía las uñas y que no conocía la tintura!

Noticias: ¿Cómo anduvo la peluquería?
Ocampo: Pésimo. Era la época de Alfonsín, y teníamos cinco horas de corte de luz por día. Peor rubro, imposible. Cuando cerró la peluquería nos fuimos con Germán y Zelmira a Milán, donde nació Victoria. Cuando volvimos empecé a trabajar en decoración.

Noticias: ¿Por qué decoración?
Ocampo: A la gente le gustaba lo que había hecho con mi casa que me empezó a pedir consejos. Como me había mudado tanto, tenía experiencia armando lugares. 

Noticias: ¿Cuál fue el trabajo que más le gustó?
Ocampo: El homenaje a los inmigrantes en Casa FOA del 2000. Era un cuarto con cuatro camas, y cada una tenía un dispositivo con la voz de una persona que contaba su historia. Al costado había una mesa con objetos de cada uno. Eran historias reales, de personas reales. Ahí me saltó mi costado literario. La gente entraba y lloraba. 

Noticias: ¿Cómo es el argentino a la hora de decorar su casa, tradicional o se anima a cambiar? 
Ocampo: La gente es muy conservadora, hay muchos que no se animan a cambiar ni siquiera un mueble de lugar. Se hizo una moda uniforme y la gente le tiene miedo al qué dirán. Se usa el blanco, todos de blanco, no se usan más las flores y nadie se pone ni una rosa. Somos muy uniformados. Querer ser lo más posible parecido al otro. Les da mucho miedo ser tildados de ridículos y prefieren aplacar las ganas o los gustos para agradar al otro.

Noticias: ¿Cómo se relaciona con un cliente? 
Ocampo: He tenido pocos clientes conflictivos. Algunos te dan carta blanca y otros se meten mucho. Cuando entrás en una casa, sabés cómo es esa persona, y hay que seguir su rumbo. No me interesa darle vuelta la casa. Tu mueble viejo es tu historia, tiene que haber algo que te identifique. No podés tirar toda tu historia porque te despersonaliza.

Laura Ocampo

Noticias: ¿Con qué jamás transaría en una decoración?
Ocampo: El sillón Chesterfield de cuero marrón no me va. Los marrones me gustan para la ropa pero no para la decoración. No me gusta el beige, me nubla la vista. Antes tenía muchas más cosas que me disgustaban, pero ahora aprendí a ser más flexible. Me gusta todo mientras estéticamente sea tolerable y le encuentre una vuelta para usar.

Noticias: ¿Su marca registrada?
Ocampo: El color. Tengo obsesiones que van variando, ahora es el verde o el amarillo que a mamá le encantaba porque es el color de la inteligencia.

Noticias: ¿Cómo difiere el hábitat de la nueva generación de millennial? ¿Son minimalistas, ecológicos, marqueros? 
Ocampo: Están muy sujetos a la moda, dónde todo es descartable, aunque les gusta utilizar lo que tienen. Es una mezcla de descartable y ecológico. Si el objeto queda sin uso se muere.

Noticias: ¿Cómo vive el argentino su casa, como un refugio, como un espacio para jugar?
Ocampo: De a poco lo están viendo como un capullo. En la misma casa te encontrás con un living súper elegante, y cuando ves los cuartos parecen salidos de un convento de clausura. Parecería que la gente tienen una vida para el afuera. Prefieren resignarse en su hábitat íntimo para mostrar una vida diferente de los demás. El millennial europeo te levanta algo de la calle y lo recicla, acá se mueven en aguas seguras. Nos miramos los unos a los otros y tenemos pánico al mal gusto. El mal gusto es tenerle miedo al propio gusto.

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Gabriela Picasso

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