Hasta hace un año, María Gorof se alisaba sus rulos y llevaba el pelo largo. Ahora va con su melena descontracturada: “Tiene que ver con animarme a ir soltando la estructura. Antes era buscar lo perfecto todo el tiempo. Y cortármelo fue buscar la nueva versión de mí misma, de aceptar mis rulos. Fue una liberación”, explica. Tenía 23 años cuando abrió su primer local de ropa y, como sus clientas promediaban los 50, ella se vestía con traje, tacos y el pelo muy tirante, para dar una imagen de “chica seria”. Pero con 39, ganó seguridad y va para adelante, más allá de la pandemia y de los achaques de la industria. La buscan todas las famosas y está a punto de desembarcar en Estados Unidos. Convencida de que crisis es oportunidad, aprovechó el parate forzoso de 2020 para cumplir los requisitos que requiere una marca para ser internacional y concretar su apertura al mundo. “Por supuesto que mis ingresos tienen que ver con la Argentina y esa era la parte tremenda, estábamos trabajando pero sin vender nada. Cuando me agarró medio panic, empecé a revisar mis pasos y me dio mucha tranquilidad el trabajo bien hecho que venimos haciendo. Siento que tomé buenas decisiones”, cuenta.
Noticias: Y se animó a hacer un desfile en diciembre.
María Gorof: Sí, ese mundo gris, ese encierro, me generó la necesidad de un sueño, de algo que te haga feliz, que te reconforte, de conectar con la vida. Hasta noviembre estaba planificando algo muy reducido, iba a ser filmado y con solo cinco modelos y de repente se abrió todo y ahí fue “tiene que ser en el Rosedal”, era el oasis en medio del desierto.
A los 12 años ya sabía que quería hacer moda. Su mamá era directora de la revista Inter Country y a los 16 empezó a cubrir los eventos de moda. Allí, por consejo de la redacción, María Gimena Gorojovsky, como dice su DNI; le abrió paso a María Gorof.
Noticias: ¿Cuándo se dio cuenta de que tenía un lugar en la alta costura?
Gorof: Cuando hace un par de años la gente veía un diseño y sin saber que era mío se daban cuenta de que lo era. De repente se empezó a reconocer mi identidad.
Noticias: Es la diseñadora elegida por las famosas, ¿cómo hizo el primer contacto?
Gorof: Me llamaban las estilistas que las asesoran o las famosas diciendo que querían un vestido.
Noticias: ¿No fue una acción deliberada suya de ir a buscarlas?
Gorof: No, nunca fui a buscar a ninguna famosa, siempre me buscaron.
Noticias: ¿Trabaja con ellas a partir del canje?
Gorof: Sí, obvio, yo siempre les diseño. Las cuido mucho, para mí es un ida y vuelta.
Noticias: Le demandará bastante tiempo y energía atenderlas.
Gorof: Tiempo y exigencia pero bienvenidas, por toda la exposición que vamos a tener ellas y yo. Para mí esa exigencia es buena, siempre me prepara y me mejora, hace una mejor versión de mí.
Noticias: ¿Alguna de ellas es una especie de musa inspiradora?
Gorof: Dentro de lo que es mi estilo, pienso en muchas mujeres. Sé por ejemplo que Tini (Stoessel) tiene un estilo que va mutando, diseño y digo: “Esto le puede gustar”. Y en general no me equivoco. O “esto a Caro, a Pampita, le va a encantar”. Es empatizar con quién es el otro y va más allá del vestido, es quién sos.
Se autodefine como una “facilitadora de sueños” y dice que antes de marcar la tela y cortarla tiene que hacer un trabajo detectivesco: descubrir a quién tiene enfrente, qué quiere y le pasa. “Creo que a mí me ayuda mucho ser mujer, porque entiendo los miedos, las incertidumbres y las seguridades. Desde ahí, busco la mejor versión de vos para que pases un momento hermoso y trascendente”, afirma.
Noticias: ¿Cómo hace para cuidar su marca?
Gorof: Hay dos cosas que me marcaron mucho en mi carrera y tienen que ver con vencer miedos. Al principio no hacía vestidos de noche, hasta que un día puse dos, se vendieron y empecé. Después estuve ocho años en Zona Norte, me iba re bien pero no iba a poder lograr más. Dejé todo y me mudé a Capital, no me conocía nadie, los primeros seis meses la pasé pésimo. Fueron dos saltos que di, en los que dije: “Me juego, si no, no voy a avanzar”. Ahora que a partir de abril vamos a estar en Estados Unidos, digo: “Tengo la edad, la seguridad, la energía, la experiencia, el salto es ahora”. Estoy en la cresta de la ola en mi país y lo voy a seguir estando porque soy una obsesiva y una apasionada. La persona más crítica soy yo. Es una linda ambición, una ambición sana.
Noticias: Tiene mala fama la ambición.
Gorof: Sí, hay que ver qué hacés con esa ambición, pero me parece algo bueno.
Noticias: ¿Usted qué quiere lograr?
Gorof: En lo que respecta a mis clientes, realmente, les hago su vida mejor y más feliz en esos momentos especiales. Hago de lo que supuestamente sería frívolo, algo muy humano. Y respecto a mí, me desafío a crecer.
Noticias: A veces la exigencia y la obsesión terminan endureciendo a las personas.
Gorof: Re. Pero trabajo mucho para que no me pase eso y para pasarla bien. Cuando recién empecé a hacer desfiles, terminaba agotada, en vez de estar feliz, me quedaba tres días mal porque “tal cosa no salió bien”. Obviamente que siempre te querés perfeccionar pero llegué a un punto en el que me perdono los errores.
Noticias: ¿Por qué la alta costura argentina no puede trascender las fronteras? ¿Cómo hará para que en su caso sí suceda?
Gorof: No sé qué les pasó a los demás. Creo que a mí me tocan dos cosas positivas, que todo está muy globalizado, te ven por Internet y eso ayuda, y que tengo una edad en la que soy joven pero tengo experiencia, madurez y una identidad como diseñadora que me suma mucho.
Noticias: ¿Cómo influye el movimiento feminista en la moda?
Gorof: Creo que empezamos a ganar seguridad, a sacarnos algunos fantasmas, al menos las de mi edad, teníamos mucho eso del qué dirán y hoy no veo en las chicas que eso esté tanto, ellas se corrieron de un montón de lugares en los que a nosotras nos pusieron y nos dejamos poner. Igual creo que faltan dos generaciones para estar más liberadas y, al tener una alta exposición, hay muchas chicas que sienten que tienen que ser o parecer. Pero por el otro lado, tenés toda otra movida donde las figuras que realmente influencian son liberadas en un montón de sentidos, en sus opiniones, con sus cuerpos. Y yo quiero vestir a mujeres que cuentan otra historia y que tienen otro compromiso social y que sus acciones hacen que trasciendan la belleza, ese es el cambio, me parece que estamos todos buscando un contenido.
Noticias: Y eso está en tensión con la crítica encarnizada sobre los cuerpos.
Gorof: Es un límite interesante, hace ya más de dos años que las actrices empezaron a vincularse mucho más con mi marca y fue como una caricia porque ya no era solo una figura hermosa, bella y reconocida por lo fotogénica sino que, en general, ellas están más comprometidas, uno sabe más qué piensan.
Noticias: En ese sentido, ¿le diría a alguien que prefiere no vestirla?
Gorof: Me costó mucho tiempo poder separar cuál era mi opinión personal sobre alguien y cuál era la de la marca, de una manera amorosa y diplomática tratando de que nadie se sienta mal. Yo dependo de cuál es la estrategia de la marca, qué le genera ventas, quién provoca empatía. A quién viste María Gorof marca se decide como empresa y no por mi opinión personal.
Noticias: Se define como “una facilitadora de sueños” ajenos, ¿cuál es el suyo?
Gorof: Mi sueño es no quedarme con nada en el tintero por no haberlo intentado, que mis cápsulas estén en muchos países y seguir estando en Argentina trabajando con placer.
Comentarios