Monday 2 de December, 2024

PERSONAJES | 21-05-2023 00:29

Ricardo Juncos: “El mundo es de los audaces”

Dueño de una escudería en la IndyCar, repasa sus difíciles comienzos y comparte una historia de superación.

De fundirse por la crisis de 2001 y emigrar a Estados Unidos, con sólo 400 dólares prestados, a tener un equipo en la IndyCar, ahora con 60 empleados y al multicampeón argentino Agustín Cananpino como uno de sus pilotos. Así puede sintetizarse la historia del ingeniero Ricardo Juncos, que al llegar a Miami trabajó de carpintero y luego -en un principio, gratuitamente- en un equipo de karting de la familia Fittipaldi. Hasta que en 2003 logró formar su propia escudería, con la que ganó 19 títulos. A los que luego sumó cinco coronas en la actual Indy Pro 2000 y otras dos en la Indy Lights, los eslabones previos a la IndyCar.

Hoy, con un socio inversor que fue accionista mayoritario de Williams en F1, su formación pasó a llamarse Juncos Hollinger Racing, la que acaba de empezar su segunda temporada completa en la principal serie de monoplazas estadounidense. Con ella, Juncos se propone darle pelea a rivales como Andretti, Foyt, Ganassi, McLaren, Penske y Rahal, en base a su filosofía de “hacer posible lo aparentemente imposible”, lo que explica a NOTICIAS desde su sede en Indiana.

Ricardo Juncos: Tiene que ver con mi historia de vida y el poder de la posibilidad. Porque cuando tenía 15 años y mi papa llevaba dos sin trabajo, con la hiperinflación, él y mi mamá tuvieron que vender sus anillos de casamiento para que hubiera algo de comida en casa. Y desde esa realidad a donde estoy ahora, algo pasó. Pasó que tuvimos gente en karting que no sabía qué era un tuerca y hoy, 18 años después, son nuestros mecánicos en la IndyCar; que un piloto que chocaba siempre, terminara ganando un campeonato; que en las 500 Millas de 2019, tras perder un sponsor, chocar el auto, pasar de ser rapidísimos a estar muy lentos, nos metimos en la carrera, dejando fuera a McLaren y Fernando Alonso. Era una locura, pero lo hicimos posible.

Noticias: Asocio eso con algo que leí en el sitio web de su escudería: “Somos un equipo que se atreve a soñar, a ser diferente y a forjar un nuevo camino”.

Juncos: Sí, porque creo que el mundo es de los audaces. Es algo más filosófico, paralelo a mi actividad. Yo si bien estoy en el mundo de las carreras de autos, algo en lo que hay que meterle mucha cabeza, soy todo lo contrario a nivel personal: muy de percepciones, pasional, de vivir todo intensamente. Para morirse, sólo hace falta una cosa: estar vivos. Entonces, si estamos acá, sin saber muy bien por qué y qué pasa después, hagamos cosas, con objetivos y pasión. Yo nunca negocié eso y jamás voy a dejar de hacer lo que quiero por plata, por ejemplo. Ultimamente me pasaron cosas locas, como que se me acercara gente que me dice que mis dichos los habían motivado, y yo no tenía ni idea de eso. Es difícil dar consejos, porque todos somos distintos y las situaciones son diferentes, pero esa es mi filosofía.

Noticias: Cuénteme una de esas situaciones “locas”

Juncos: El año pasado, de visita en una carrera de TC, se me acercó un señor mayor, que me dijo: “¿Lo puedo abrazar?” Y entre lágrimas, me contó que unas palabras mías lo habían inspirado a reabrir junto a su hijo una ferretería que había quebrado. Me emocionó, nunca me había pasado algo así. A me ayudó mucha gente y, a veces, uno no puede devolverle el favor a todos, pero si uno le da algo a otro, vale lo mismo, creo

Noticias: Recién dijo que es muy pasional. En su cargo, ¿eso no es una contra? ¿Tiene alguien que lo complementa?

Juncos: Ser muy temperamental es una de las cosas que tengo que corregir. Me lo perdonan porque ven otras cosas positivas. Sobre todo, mi hermano Alejandro. En la logística del equipo, por ejemplo, calculo todo, pero en todo lo que es percepción, voy por mis sentimientos, no pienso mucho.

Noticias: ¿Alejandro es con quien tuvo un taller mecánico que se terminó fundiendo por el “corralito”?

Juncos: Sí. Somos muy diferentes y discutimos mucho, pero es fundamental para mí. Ale vino a Estados Unidos dos años después que yo y nada de lo que hoy somos, lo hubiésemos sido sin él. Es un gran mecánico y muy carismático, todos mis pilotos lo quieren en el contrato. Ahora trabaja con Agustín.

Noticias: ¿La elección de Canapino es producto de su percepción?

Juncos: Sí. Aunque Agustín nunca corrió en karting ni en autos de fórmula, sentí que debía ser él. Además, cuando vino a probar el simulador, vi cosas en él que no le vi a ningún otro piloto. Ahí dije: “Va a andar mejor en un fórmula que un auto de turismo”, y la verdad es que está haciendo todo bien. Hay que sacarle presión. En Argentina, si no ganaba, todos se preguntaban: “¿Qué le pasó?” Acá es todo nuevo para él, porque la Indy es la categoría más difícil del mundo -esto, dicho por pilotos de F1-, porque los autos -que se parecen a un avión de guerra sin alas- son difíciles de manejar, y porque también se corre en óvalos.

Noticias: Canapino llegó a su equipo casi sin apoyo económico de Argentina. ¿Eso fue posible por su asociación con Brad Hollinger?

Juncos: Sí, sobre todo, luego de las 60 mil personas que fueron a la exhibición que hicimos el año pasado en el Autódromo porteño. Eso fue una muestra de lo que Agustín puede generar entre los fans latinos de la IndyCar. Patricio O'Ward, por ejemplo, es un tremendo piloto mexicano, pero tuvo los recursos como para correr desde chico fuera de su país, y no tiene el vínculo con su gente que Agustín sí tiene con los argentinos. Canapino es un referente muy latino, que puede arrastrar muchos nuevos fans que la categoría va a recibir con los brazos abiertos.

Noticias: ¿Por qué Hollinger?

Juncos: Primero, porque no hubiese podido seguir solo. Todos los equipos tienen socios inversores, que son los que pueden bancar las estructuras hasta que comercialmente funcionen. Porque junto al éxito, hay un gran sacrificio, cosas que me han salido mal, que quizás uno no quiere recordar y que la gente no conoce. Y segundo, porque Brad coincidió en todo con mi filosofía.

Noticias: Cuando usted emigró, ¿qué sueños y temores tenía?

Juncos: No le temo a nada. Le tengo miedo a la inseguridad en Argentina. Días antes de venirme a Estados Unidos, fui con mi hermano en camioneta cerca del puente La Noria, porque nos faltaba una pieza para una moto que queríamos vender para pagar deudas, y casi nos matan. Era una tarde lluviosa, estaba todo inundado; y de repente, apareció un delincuente con una pistola, que se tiró sobre el capot. Decí que el tipo se cayó, que aceleré a fondo y que la camioneta no se quedó. Luego de algo así, ¿le voy a tener miedo a venir a Estados Unidos sin hablar inglés? Tampoco hay que temerle al error. Si las cosas salen bien, ok; y si no, aprendés. Hay gente que por temor al error, termina sin hacer algo y no avanza.

Noticias: En Argentina, usted corrió en Fórmula Renault y en Sport Prototipo, y fue a Estados Unidos con la idea de volver a correr. ¿Ese era su sueño?

Juncos: Sí, pero no creo que haya un sólo sueño, porque si no lo lográs, te frustrás. A veces, las cosas no se dan y hay que aprender a aceptarlo.

Noticias: ¿Pero fue duro renunciar a eso?

Juncos: Me costó y cada tanto me lo reprocho, porque creo que hubiera sido un buen piloto. De hecho, en mi última carrera, donde abandoné por un choque, había hecho la pole. En definitiva, mi sueño siempre fue tratar de hacer lo que quiero, porque siempre hay algo más adelante. 

Noticias: ¿La pasión de un team manager se asemeja a la de un piloto?

Juncos: Es distinto, pero también muy intenso. Cuando sos piloto, no le tenés miedo a nada. Como manager, en cambio, es tanta la presión por obtener resultados, por conseguir un sponsor, que terminás poniéndote más nervioso que cuando corrés.

Noticias: Suele decir que Argentina lo expulsó, pero que lo vivido aquí en definitiva lo ayudó.

Juncos: En Argentina todo es complicado, intenso, nunca sabés qué va a pasar mañana, pero si yo no hubiera vivido 26 años allí, no sería quien soy. En Estados Unidos, en cambio, todo funciona bien y si aquí aplicás esa experiencia, podés sacar un plus  Aunque tampoco podés vivir improvisando. Primero, hay que adaptarte al sistema norteamericano. Acá son muy estructurados, y obviamente eso sirve, pero cada tanto necesito volver a Argentina para cargarme de energía, de pasión.

Noticias: Cuando fue a pedir trabajo a los Fittipaldi, su manager primero le dijo: “Argentinos, no”. ¿Le dijeron eso muchas veces?: 

Juncos: También me lo dijo Danielle, mi mujer, que también es brasileña; cuando nos conocimos; y al ver cómo se comportan muchos argentinos -no todos, obviamente- lo entendés. La reputación del argentino es tan mala, que ella decía: “No, es argentino, voy a perder el tiempo”. Pero después de cuatro meses de insistir, aceptó y hoy llevamos 19 años casados.

Noticias: ¿Nunca le respondió eso un estadounidense? 

Juncos: No. Para ellos, todos los latinos somos mexicanos, no saben mucho de Argentina. En cambio, el brasileño nos conoce más. El norteamericano siempre me ayudó; el norteamericano común, digo. Yo no tengo más que agradecer.

Noticias: ¿Qué no le gusta de Estados Unidos?

Juncos: Que son muy estructurados, el resto es espectacular. Entiendo la estructuración para los negocios, pero son estructurados en todo. Al punto de tener el calendario del mes entero con todo detallado. No son apasionados, y creo que son así porque aquí no tienen problemas, porque no experimentaron la satisfacción del logro. Mi primera bicicleta fue usada, porque no había dinero para una nueva, y recién la tuve a los 15 años. Mis primeras zapatillas de marca me las compré a los 17. Eran pequeños logros, pero con enorme satisfacción, porque había aprendido a valorar.

Noticias: ¿En su ambiente lo tratan como un par o le hacen sentir que es extranjero?   

Juncos: En la IndyCar, con los top como Roger Penske, que es mi amigo, me siento de igual a igual, porque tienen grandeza y me hacen sentir así. En un nivel más chico era el que venía de afuera a robarles el campeonato, el que debía estar haciendo trampa para ganarles, lo que nunca pudieron probar porque no era así. Ahí tuvimos ciertos problemas de racismo, si se quiere. Con la llegada de Donald Trump al gobierno sobre todo, mucha gente cambió o se animó a expresar lo que con otros presidentes no expresaba. Pero sólo nos pasó en esos niveles, porque llegamos y rápidamente comenzamos a hacer ruido.

 

por Sergio Núñez

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