El country Cumelén, el lugar que el ex presidente Mauricio Macri elige para pasar vacaciones y momentos de descanso, volvió a ser noticia. Esta vez por una reunión que el ex mandatario mantuvo con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, a la que invitó a pasar unos días junto a su esposo, Guillermo Yanco.
Según contó Bullrich a LN+, hablaron de “el futuro de la Argentina” y adelantó que, de cara a las próximas elecciones, la fuerza opositora buscará “ser más claras y explícita» sobre el diagnóstico del país y las propuestas de gobierno en caso de resultar ganadores. “Antes nos acusaron de no ser totalmente explícitos de cómo estaban los problemas en el país, pero ahora queremos ser explícitos”, manifestó Bullrich.
En el inicio del 2023, Macri recibió en el mismo lugar al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta, aunque este encuentro fue más privado: no hubo fotos ni declaraciones sobre qué se habló en aquella reunión. Pero es claro que uno de los ejes temáticos del partido por estos días es la interna: ni Bullrich, referente de “los halcones”, ni Rodriguez Larreta, representante de las “palomas”, quieren resignar sus pretenciones presidenciales.
El exclusivo country ubicado en la provincia de Neuquén, es un sitio frecuentado por ricos y poderosos. En él, Macri, acompañado de su esposa Juliana Awada y de la hija de ambos, Antonia, descansa, juega al paddle y al futbol, y se reúne con gente allegada, desde la ex gobernadora de Buenos Aires y actual diputada María Eugenia Vidal hasta la mismísima reina de Holanda, Máxima Zorreguieta.
Cumelén está ubicado a orillas del lago Nahuel Huapi, en un predio de más de 30 hectáreas de bosques de araucarias y arrayanes. Su característica principal no es el lujo. Allí, lo que más cotiza, es la privacidad, y no cualquier millonario puede llegar e instalarse. Para ser socio del “Club Cumelén”, que administra el complejo, se debe contar con la invitación de otro miembro y con el visto bueno de la mayoría.
La casa donde Macri se hospeda hoy en día es nueva, y la inauguró hace un año: otros referentes del PRO acusan que aun esperan la invitación. Los mismos destacan el rol de Juliana Awada como anfitriona, su atención y buen gusto, y sus deliciosas ensaladas orgánicas y frutas (tiene su propia huerta a tal fin).
Antes de adquirirla la propiedad actual, solía hospedarse en una casa que pertenece al empresario Jaime Fernández Madero. Allí fue donde, en diciembre del 2016, Macri recibió a Alfonso Prat Gay luego de pedirle su renuncia como ministro de Hacienda. En aquel momento, Presidencia no informó el contenido de aquella reunión pero hizo circular imágenes de ambos conversando en el deck y caminando por los jardines, cosa poco usual en este vecindario renuente a los flashes de las cámaras.
Macri también aprovecha sus pasos por Cumelén para visitar a su íntimo amigo, el empresario de la construcción Nicolás Caputo. “Nicky” tiene desde hace años una cabaña llamada “Kitty Mapu”. Esta es una de las propiedades más antiguas de Cumelén y perteneció (hasta su muerte) a Juan Badessich, suegro de Gianfranco Macri, el hermano de Mauricio. Además, muy cerca de lo de “Nicky” está Luis “Toto” Caputo, ex ministro de Finanzas, quien suele viajar con su esposa y sus seis hijos.
Entre los empresarios que frecuentan Cumelén están Alejandro Roviralta, del Laboratorio Andrómaco; Ignacio Blaquier, del sector agropecuario; y Pablo Roemmers, dueño del laboratorio farmacéutico y Luis Otero Monsegur, accionista de la citrícola San Miguel. También Carlos Miguens, ex dueño de Quilmes y quien, hace apenas una semana, compró el proyecto Calcatreu, en Río Negro, a través de la firma “Patagonia Gold”. En el límite de Cumelén, ya dentro del barrio “Las Balsas”, tiene su casa Eduardo Cohen, dueño de joyerías en la Capital Federal, muy cercano a Macri y siempre señalado como amigo de Awada.
Desde que se fundó, Cumelén fue pensado como el refugio de la elite nacional. Exequiel Bustillo, que era miembro de la aristocracia porteña y fue el primer presidente de Parques Nacionales, fundó el lugar en la década del ‘30 y le imprimió sus propios códigos de clase. Fue él también quien convenció a su hermano, el pintor y arquitecto Alejandro Bustillo (que diseñó el Hotel Llao Llao), para que le imprimiera su impronta a las primeras construcciones del lugar, caracterizadas por aprovechar los materiales de la zona, algo innovador para la época
En su libro “El despertar de Bariloche”, Exequiel Bustillo contó por qué decidió bautizar la zona de esta manera: “En la biblioteca del Jockey Club, que la barbarie peronista casi hizo desaparecer algunos años después, pedí un diccionario araucano. Hice una prolija búsqueda hasta que di con el vocablo Cumelén, de buena eufonía y cuyo significado equivalente a ‘Sans Souci’ en francés, me pareció que expresaba con propiedad el propósito que nuestra fantasía colonizadora deseaba alcanzar”, escribió. En ese mismo texto, el abogado se enorgullece de haber sido anfitrión de miembros de la nobleza inglesa y de haber conectado Cumelén con el resto del país a través del telégrafo.
En la década del ‘40, Cumelén se terminó de consolidar como el lugar de descanso de artistas, políticos e intelectuales de la época. Bustillo, que escribió su libro con notable orgullo sobre su obra, describió: “Fue por esa misma época que recibimos también al doctor Ramón Castillo, al general Edelmiro Farrel y al teniente coronel Eduardo Lonardi, que después llegarían a presidir los destinos de la República”.
por R.N.
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