Monday 6 de May, 2024

POLíTICA | 29-10-2023 08:02

El gabinete de Massa

Los nombres que suenan para ocupar ministerios. La cuota de kirchnerismo.

El plan del ministro es no anticiparse a la revelación de su gabinete. Apenas un nombre tiró Massa en la campaña rumbo a las generales y hay dudas acerca de las chances de que se convierta en ministro: Roberto Lavagna. “Va a tener mucho que ver”, dijo Massa, misterioso, sobre la participación del ex ministro en su posible Gobierno.

Lavagna está siempre cerca del tigrense y se muestra dispuesto a ayudar, pero a sus 81 años no se encontraría en condiciones de ponerse al frente de la cartera más caliente. Massa está muy conforme con la labor de su mesa chica, por lo que también tendrían un rol importante Guillermo Michel, Lisandro Cleri y Leonardo Madcur.

Del gabinete actual habría pocos sobrevivientes. Uno de ellos sería el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien lleva a cabo una tarea de micromilitancia que gusta en el comité de campaña: se filma convenciendo cara a cara a vecinos en el colectivo, en asambleas y en espacios públicos. Un dirigente todo terreno.
Algunos gobernadores salientes también tendrían su espacio: es el caso de Sergio Uñac, a quien en septiembre Massa le encargó que se ocupara de la relación con los empresarios. Es el coordinador de una “mesa de trabajo” que busca consensos en las cámaras empresarias de todo el país.

Los votos de Juan Schiaretti son una de las obsesiones del búnker de Unión por la Patria. El gobernador cordobés no se define y, al menos por ahora, mantiene su neutralidad. Los casi 7 puntos que cosechó cotizan alto en la segunda vuelta y harán lo que sea necesario para que se una a las filas del massismo.

Pero la convocatoria que más ruido generaría, sobre todo en la oposición, sería la de Gerardo Morales, presidente del radicalismo: son amigos y socios políticos en Jujuy. “Que nadie se asombre de que haya otras fuerzas integrando nuestro gobierno. No tengo miedo de compartir con los que piensan distinto”, había dicho Massa un mes antes de las generales en un acto con los gobernadores del Norte Grande. Detrás suyo estaba Morales.

A diferencia de parte del PRO que se decidió rápidamente por el apoyo a Milei, en el radicalismo sostienen la neutralidad. Aunque un sector del partido estaría más cerca de Massa que de Milei. El problema más sensible para el ministro de Economía es el papel de Cristina Kirchner. “Para Sergio y para mí ella es una figura importantísima. Es un liderazgo permanente”, respondió Rossi. Y agregó: “Va a hacer lo que ella crea necesario”.

Massa fue menos diplomático: “Ella eligió tener un rol en su vida política más de distancia, de mirar desde afuera la vida pública”, sentenció en una entrevista con Telenoche. La fórmula la imagina como una “consultora” de peso, aunque entienden que si le dan demasiado poder puede convertirse en un problema para la gestión. Tendrán que hacer equilibrio.

El que se llevará la peor parte será Alberto Fernández. Es tan poco valorado que nadie duda de su intrascendencia cuando delegue los atributos: “Será un ex mandatario al igual que Macri, que Cristina o Duhalde”, lo simplificó Massa. El Presidente lo sabe. Por eso se enojó tanto cuando, tras votar, una periodista le preguntó por su futuro político. Esbozó un par de ideas sueltas, la retó y se fue.

Objetivo

En medio de la crisis del Gobierno, en julio del 2022, Alberto Fernández ungió a Massa como ministro. Para el tigrense, era la única oportunidad de recuperar centralidad e instalarse como candidato, aún cuando tuviera que lidiar con la inflación y la pobreza. “Te hiciste cargo en un momento difícil y no arrugaste”, lo elogió Cristina durante la campaña. Fue su única ayuda.

Lo cierto es que Massa nunca pudo domar la economía: la inflación y la pobreza fueron en aumento, pero en el Gobierno se conformaron con que se haya evitado el estallido social. Ese fue su aval para intentar el salto al sillón de Rivadavia.

Pragmático como pocos, Massa se inició en el liberalismo de la Ucedé, pero los votos de su actual coalición representan en gran parte al progresismo de la centroizquierda. No se pone colorado al admitirlo.
Fue amigo de Néstor Kirchner y por eso llegó a la jefatura de Gabinete con Cristina. Se fue del kirchnerismo acusado de traidor, lo enfrentó en elecciones clave y hasta prometió “barrer a los ñoquis de La Cámpora”.

Estuvo a punto de conformar una alianza con Mauricio Macri, pero decidió sumar al Frente Renovador como una tercera fuerza en la fórmula de Alberto Fernández y Cristina. La ruleta de la política lo dejó ahora a un paso de cumplir su objetivo. En su equipo miran con asombro el derrumbe de la oposición y le hacen caso a la máxima atribuida a Napoleón que indica que no se debe interrumpir a un rival mientras se está equivocando.

Por eso cuando a Massa le preguntaron por las idas y vueltas de Juntos por el Cambio y su alianza con Milei, dijo: “Vi poco lo que pasó, no es un tema que haya seguido. Entiendo que a la gente le genera mucha confusión”. Él, por su parte, está enfocado en la línea de meta: a pesar de todos los problemas económicos del país, siente confianza de alcanzar el objetivo para el que se prepara desde hace más de 30 años

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Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

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