Tuesday 19 de March, 2024

RESTAURANTES | 03-06-2023 10:29

Ese gran sanguchito japonés

Sando de América. Echeverría 1677, local 7, Bajo Belgrano. Lunes a Domingo de 12 a 23:30. @sandodeamerica. Precio promedio: $ 2.500.

Más allá de la pizza de dorapa, el chori y el vacío pan, y alguna empanada perdida, la cocina callejera nunca fue un fuerte de Buenos Aires. El pasaje Echeverría, el corredor detrás de la estación de trenes de Barrancas de Belgrano, llegó para
cambiar esa premisa. Todo el día, hordas jóvenes y no tanto, se sientan donde pueden a tomar ramen, café de especialidad, vermut, o comer medialunas, pizzas, chipas… o sandos. Se trata de unos sándwiches japoneses en pan de molde tipo brioche, bien cargados y súper sabrosos que preparan en Sando de América, uno de los locales más concurridos de la cuadra.
El clásico japonés es el katsu sando, de cerdo cortado grueso, muy tierno, empanado y frito, con una salsa picante llamada tonkatsu, que en Sando se hace con ananá. Pero la referencia a nuestro ídolo popular Roberto Sánchez, el gran
Sandro de América, nos devuelve en seguida a este lado del planeta. La casa se autodefine como una “sandwichería asio-latina” ya que utilizan ingredientes locales, como en el caso del sando de lomo, con chimichurri de la casa, hecho con cilantro, menta, ají molido y aceite de sésamo. Otro hit multi-étnico es el sando de calamar, con pickles de pepino y polvo de alga nori.
El público joven impulsó las opciones veganas, y así Maga Núñez, hoy al mando de la cocina, creó un delicioso sándwich de gírgolas, en pan sin leche ni huevo, con pickles de manzana, repollo morado, remolacha y muchas hierbas frescas que
aportan un gran toque final. Vale también si come carne, claro, y vale tanto la pena como el tempura de coliflor, otro manjar vegan.
De postre también hay sando. Se trata de un sandwichito sellado, con una masa masa leve y dulzona, relleno de helado de chocolate con sal marina o de banana con dulce de leche. Si no le entra después del sando vaya por él alguna tarde,
porque es una locura. El local hermano, La Chintonería, es un buen complemento para la noche. Gin tonics con sando o con pollo frito con mayo de kimchi y cheddar, es un gran combo. Esta cronista celebra el surgimiento de la nueva cocina callejera porteña, y su impronta cosmopolita.

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Cayetana Vidal Buzzi

Cayetana Vidal Buzzi

Crítica gastronómica.

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