Si la moda es arte o artesanía, es una vieja discusión en el mundo fashion que pretende rescatar a la industria del vestir del casillero de la banalidad. Y nada como la gala del MET para llevar esta controversia a su máxima expresión. El hecho de que el encuentro tenga lugar en los salones del Museo Metropolitano de Nueva York habla, justamente, del intento de la cultura alta por acercarse a esta forma de expresión vital y multiforme.
Comandada por Anna Wintour, la legendaria editora de Vogue, la Gala del MET congrega a todos los protagonistas de la moda (diseñadores, modelos, celebrities, productores, críticos, etc.) en una cena cuyas mesas llegan a costar hasta 300.000 dólares. Es la alfombra roja más interesante del planeta, en un evento que inaugura, al mismo tiempo, una muestra cuyo tema cambia cada año.
En 2021, la gala regresa tras el período más oscuro para el mundo de la moda, festejando la industria norteamericana con el leitmotiv “In America” e inaugurando la muestra “In America: A Lexicon of Fashion”. Se suponía que los invitados debían lucir looks de diseñadores de los Estados Unidos o que los homenajearan, pero muchos hicieron caso omiso de la consigna y usaron modelos de casas europeas, como Prada y Dior, entre otras.
Los fondos recaudados por esta gala financian el Costume Institute del MET, el departamento del Museo dedicado a la moda, que dirige Anna Wintour.
La misma Wintour elije cuidadosamente a los participantes de la velada. En esta edición, presentó el evento acompañada de diseñador Tom Ford, el actor Timothée Chalamet, la cantante Billie Eilish, la poeta Amanda Gorman (la misma que leyó su poema en la asunción de Biden) y la jugadora Naomi Osaka.
¿Por qué es tan especial esta gala? Como decíamos en el principio, la alfombra roja del MET pone en evidencia el peso de la moda en la cultura. Desde la calidad y diversidad de los diseños, hasta los mensajes políticos que la indumentaria puede transmitir; todo puede ser contenido por el mundo expresivo de la vestimenta. Valores de identidad, citas a la tradición de un país o un grupo étnico, reinvindicaciones de género: la moda tiene la capacidad de leer el clima social como ningún otro arte.
Ver el desfile de los looks que lucen las estrellas, creados por los principales diseñadores y etiquetas del mundo, es como visitar un museo vivo, donde las obras hablan del presente, desde los aspectos más leves a los más profundos de la actualidad.
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