¿Pensaste alguna vez en cultivar tus propios alimentos mientras cuidás el medioambiente?
La agricultura fotovoltaica es una técnica de cultivo que utiliza paneles solares para producir energía; así combinando la energía del sol con la producción agrícola, se crea un sistema sostenible y eficiente.
Beneficios de tener una huerta con energía solar
La agricultura fotovoltaica puede ayudar a:
- Reducir las emisiones de dióxido de carbono (una de las principales causas del calentamiento global).
La energía generada en los paneles solares se utiliza para:
- Iluminar y/o calentar los invernaderos/huertas en los que se cultivan las plantas. Esto permite:
- Mejorar rendimiento/producción del cultivo, y hacer que su crecimiento sea más rápido.
- Disminuir el uso de agua, ya que el sistema fotovoltaico puede almacenarla para riego durante los períodos de sequía, y además, en sectores de sombra, se podrá mantener la humedad por más tiempo. Otra ventaja a su vez es, que las temperaturas durante el día serán más bajas y a la noche más altas, dada la sombra aportada por los paneles solares. Asimismo, las placas fotovoltaicas mejoran el clima de los cultivos, y ellos, mediante la transpiración natural evitan que los paneles alcancen temperaturas elevadas.
- Reducir el riesgo de erosión del suelo, especialmente donde hay cultivos expuestos al viento y a la lluvia.
- Diversificar la producción de cosechas y aprovechar suelo no utilizado: Esto proporcionará mayor variedad e ingresos (en caso de comercializar los cultivos), además de reparar el daño ecológico causado a la tierra arada.
- Proteger la siembra del sol directo: Los paneles fotovoltaicos crean una barrera protectora contra los factores climáticos, lo que ayuda a conservar el suelo y los sembrados. También proporcionan sombra, lo que disminuye el riesgo de quemaduras causadas por el sol.
·Atraer a los polinizadores: Las abejas, mariposas y aves son imprescindibles para la multiplicación de la flora. Por ello, además de cultivar frutas y verduras, es aconsejable plantar flores y también hierbas nativas, para permitir la polinización.
·Reducir costos: Este sistema se amortiza con el tiempo, logrando abaratar la electricidad y el agua.
La agricultura fotovoltaica es una tecnología relativamente nueva, y su aporte es fundamental, para realizar cambios a favor del planeta.
La ecología no es una bandera, es una medida de protección que debemos aplicar. Por eso, cultivar los propios alimentos, generados a través de energía limpia, es la sinergia perfecta y la mejor decisión que podemos tomar.
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