La pasión por el esquí y la adrenalina de pisar una pista de nieve siempre estuvieron a flor de piel en la familia de Matthias Pinna. Su papá era instructor y su madre una experta esquiadora. Se conocieron cuando él estaba haciendo temporada en un centro de Verbier, Suiza, y le tocó enseñarle a una turista inglesa; quien finalmente se convertiría en su esposa. Él se instaló con ella en Inglaterra y en ese país nació su primer hijo. Por eso, su nombre se escribe con dos “t” y una “h”.
El primer contacto de Matthias con la nieve fue a los 4 años y el presentimiento de sus padres no falló: era brillante y podía tener un futuro prometedor si se lo proponía. A los 9 años, cuando se mudaron definitivamente a Bariloche, todos hicieron del Cerro Catedral su lugar de pertenencia.
Bajo la supervisión de su papá, Matthias arrancó haciendo esquí por diversión durante su infancia y a los 11 años empezó a competir en esquí alpino. Pero el gran cambio se produjo cuando terminó el secundario ya que sintió el deseo de continuar con el legado familiar. Hoy, no solo es instructor como su padre sino uno de los más reconocidos de la Argentina y de los mejores del mundo.
Así lo demostró durante el Interski 2023, el Congreso Internacional más importante del mundo para profesionales de la nieve, que tuvo lugar en Levi, Finlandia, entre el 26 y el 31 de marzo.
En total, fueron 37 los países que intercambiaron experiencias y conocimientos relacionados a la enseñanza de los deportes de nieve mediante lectures y workshops. El Demo Team Argentina, que es el equipo que nuclea a los 8 mejores instructores de esquí, a los 4 de snowboard y a los 4 coachs de nuestro país, se lució con presentaciones coreográficas plasmando su técnica y creatividad en la pista.
De los tres workshops que brindó Argentina, Matthias participó de dos: uno dirigido a enseñar a deportistas de alto rendimiento y otro sobre la técnica de compensación, que es típica argentina. “Nunca imaginé ser parte de un Interski, estar compartiendo pista con los mejores esquiadores del mundo e intercambiando técnicas de enseñanza”, admitió el joven.
“Si bien no es una competencia, nos brindó un parámetro de cómo estamos posicionados frente al resto de los equipos. Quedamos muy conformes por las devoluciones que tuvimos a nivel esquí y workshop”, remarcó.
Un detalle no menor es lo que sucedió en el final del evento, luego de la presentación que hizo el equipo de esquí luciendo ponchos y al ritmo de “A Don Ata”, la canción de Soledad Pastorutti. El cierre estuvo musicalizado por el tema “Muchachos”, de La Mosca, para homenajear a la Selección Argentina y donde no faltó la réplica de la Copa del Mundo que levantó Lionel Messi en el Mundial de Qatar.
Para formar parte del Demo Team Argentina, Matthias tuvo que sortear una rigurosa selección técnica, física y didáctico-pedagógica llevada a cabo por la Asociación Argentina de Instructores de Esquí, Snowboard y Pisteros Socorristas (ADIDESS).
“Me anoté en una preselección en 2020, me llamaron en 2021 para el primer entrenamiento y finalmente fui elegido en 2022 para sumarme al equipo. Fue algo muy emocionante y mi papá se puso muy orgulloso de mi logro”, recordó Matthias, quien para ese entonces el discípulo ya había superado a su mentor.
Antes de convertirse en instructor Nivel 5 (que es el máximo al que se puede aspirar) y lucir la camiseta celeste y blanca en el último mundial de esquí de Finlandia, el joven hizo patria en el Cerro Catedral; donde durante muchos años se dedicó a dar clases individuales y grupales. “Lo que más me gustaba era enseñar en los niveles más altos”, contó. Y eso justamente fue lo que permitió después conseguir trabajo en el exterior.
Por esas cuestiones del destino, la primera vez que pisó un centro de esquí fuera de la Argentina fue en 2012, en Suiza; el mismo país donde su papá se consolidó como instructor y cambió su vida por completo. “Trabajé durante seis temporadas en Saint Moritz hasta que en 2018 tuve la oportunidad de viajar al centro de Park City, en Estados Unidos”, relató.
Era la primera vez que Matthias viajaba a ese país de Norteamérica y lo sentía como un gran logro ya que su máximo objetivo es trabajar en Aspen, uno de los mejores lugares del mundo en lo que respecta a los deportes de nieve. Sin embargo, sus aspiraciones se vieron frustradas por la llegada de la pandemia y el cierre de fronteras que lo devolvieron nuevamente a Bariloche.
“En estos últimos tres años me preparé mucho para estar entre los mejores y poder cumplir mi sueño”, resaltó. Hoy, con un currículum de excelencia que muy pocos tienen en la Argentina está dispuesto a exportar sus conocimientos y llevar su técnica por todo el mundo.
por CEDOC
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