Duelo en la Vejez: tiempo de cambios y pérdidas - Brand

A lo largo de la vida, las personas deben enfrentar gran cantidad de cambios y pérdidas. Particularmente en la vejez, éstas se ven incrementadas, requiriendo un mayor esfuerzo psíquico para su elaboración.

Los cambios y pérdidas pueden iniciar procesos de duelo por los roles que se pierden, por el fallecimiento de personas queridas, la despedida de etapas vitales previas, la conciencia de la propia muerte y/o por aquello que pudo haber sido y nunca será, esto lleva a la persona mayor a tener que hacer el duelo por su propio envejecimiento.

El duelo es un proceso psicológico saludable, que es puesto en marcha a partir de una pérdida y generalmente se acompaña de un estado de pena que puede ser seguido o no por el establecimiento de nuevos proyectos y/o relaciones. Ante estas situaciones de pérdida, la persona puede encontrarse en un estado de pena y tristeza como estado de ánimo predominante que no necesariamente indica enfermedad.

De una manera similar, la apatía, el desinterés, la abulia (falta de voluntad), el descuido en el aspecto personal, la inhibición psicomotriz, períodos de insomnio o hipersomnia, o alteraciones en la alimentación, pueden acompañar todo proceso de duelo en sus primeros estadios.

Es importante aclarar que la pérdida puede estar relacionada con personas queridas, pero también con objetos materiales e inmateriales, como pueden ser cambios en las capacidades físicas o psíquicas y cambios en algunas situaciones vitales como son: la viudez, cambios en la pareja, cambios en la sexualidad, la jubilación, cambios económicos, las pérdidas en las capacidades sensoriales y cognitivas, preocupación por el cambio en la imagen corporal, temor frente a la hospitalización o institucionalización, miedo a la enfermedad, a la discapacidad y a la muerte.

Para transitar un proceso de duelo saludable, es muy importante que la persona mayor pueda expresar su dolor de acuerdo con sus propias costumbres. Cuando la persona mayor se ve imposibilitada para expresar su sufrimiento ya sea por las características de su personalidad, por las exigencias del medio, o por no querer incomodar o preocupar a su entorno familiar, su proceso de duelo será más dificultoso y podría tornarse patológico.

Si bien el proceso de duelo es lo esperable, en ocasiones puede complicarse y las personas pueden requerir algún tipo de acompañamiento profesional.

Es por esto que se debe tener presente que la modalidad de expresión del duelo varía de acuerdo con las características de la persona, al grupo sociocultural de pertenencia y al momento histórico.

Intersaberes, Grupo Profesional Educativo: Lic. Del Rosso Julieta; Lic. Elissalt, Lucia; Lic. Ferreyra Luisina; Lic. Marchini Amalia; Lic. Torres Marilda.