Nacido el 11 de julio de 1934 en Piacenza y proveniente de una familia italiana modesta, Giorgio Armani se convirtió en un icono de la moda internacional por décadas. Inicialmente, cursó estudios de Medicina en la Universidad de Milán y sirvió como asistente médico en el ejército. Sin embargo, su inquietud artística lo llevó hacia la fotografía y el diseño.
Recién, en los años sesenta, se consolidó como diseñador en la casa Nino Cerruti, y en 1975, junto con su socio Sergio Galeotti, fundó la firma Giorgio Armani SpA con apenas unos ahorros y vendiendo su Volkswagen Beetle para financiar el proyecto. Su primera colección masculina se lanzó ese mismo año y, en 1978, firmó un contrato de licencia con el Gruppo Finanziario Tessile, impulsando su expansión internacional.
El gran salto mundial llegó en 1980, de la mano del cine, cuando Richard Gere lució un traje de Armani en la película “American Gigolo”. Desde entonces, sus blazers se convirtieron en símbolo de sofisticación relajada. Y, en la década siguiente, transformó el vestuario femenino con el “power suit”, una versión refinada y elegante del traje clásico masculino.

Revolucionando el prêt-à-porter, Armani también exploró la alta costura con el lanzamiento de Armani Privé en 2005, consolidando un estilo atemporal y coherente entre líneas más accesibles y exclusivas. Su nombre se volvió un imperio que abarcó perfumes, accesorios, decoración, hoteles y restaurantes, todo manteniendo su sello de “eleganza” silenciosa, libre de ostentación. Así nació Emporio Armani.
En el aspecto personal, el diseñador siempre fue considerado como una personalidad reservada y conservadora. Rechazó ofertas para vender su participación empresaria o salir a la bolsa, manteniendo el control total de su empresa y continuando activo hasta sus últimos días, dirigiendo tanto la creación como la gestión. A los 91 años, en su residencia en Milán, tras una breve enfermedad y rodeado de sus seres queridos falleció el icono de la moda. Un legado que comparte con Gianni Versace, Coco Chanel y Cristóbal Balenciaga, entre otros.
Los diez diseños más icónicos
El blazer suave de American Gigolo (1980)

Este diseño marcó un antes y después: su silueta relajada redefinió el traje masculino, liberándolo de rigidez y simbolizando elegancia moderna.
Power suit femenino (década de 1980)

Armani adaptó sus cortes masculinos para mujeres profesionales, creando una estética de fuerza sin perder sofisticación.
"The Natural” – Traje de los años 90

Con saco de tres botones, solapas estrechas y hombros suavizados, consolidó la elegancia sin artificios.
Alta costura con Armani Privé (2005–2025)

Sus colecciones de costura mostraron su dominio técnico, combinando minimalismo con lujo refinado.
Vestidos de alfombra roja para celebridades

Diseñados para figuras como Cate Blanchett o Jennifer Lopez, sus creaciones reflejaban glamour discreto favorecido por cortes impecables.
El traje desestructurado para Diane Keaton (1978)

Exhibido en los Óscar, fue precursor del impacto de Armani en la cultura pop y la red carpet.
Línea Emporio Armani y accesibilidad

Trayectoria que llevó su estética a nuevas audiencias, sin perder su ADN de distinción.
Estilo minimalista italiano y global

Sus colecciones mantuvieron una estética limpia, sobria y atemporal, que trascendió modas pasajeras.
Uniformes deportivos y diseño de estilo de vida

Desde la vestimenta de Il Divo hasta equipos deportivos como EA7 Emporio Armani Milano, creó una estética de elegancia cotidiana.
Arquitectura del estilo empresarial

Sus tiendas, hoteles y restaurantes reflejaban su filosofía de vida elegante y sobria.
















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